sábado, 14 de marzo de 2009

Acoso inmobiliario en calle Hinestrosa, 13

Vivir en precario y entre ruinas

Los vecinos denuncian que conviven con grietas, humedades, el suelo de los pisos en mal estado y una instalación eléctrica y tuberías muy deficiente.
ALFONSO VÁZQUEZ LA Opinión de Málaga 16/02/09
"La perra la tengo porque hay ratas y ratones", explica Rocío Sánchez, madre de tres niños y desde hace ocho años, inquilina del número 11 de la calle Hinestrosa. Nada más entrar en su vivienda llama la atención el precario estado del suelo de la cocina, con un serio hundimiento en el centro. "Aquí tenemos que estar viviendo como animales", critica esta vecina, que paga 113 euros mensuales de alquiler. La instalación eléctrica se resume en un enchufe. "Para calentar una cosa tengo que desenchufar otra", cuenta Rocío que tiene que bañarse o ducharse en un barreño de plástico. Las gestiones para que el dueño del inmueble arregle el edificio han sido en vano. "Dice que no tiene dinero y que si le denuncio declara la casa en ruina". En otra ocasión, cuenta esta vecina, pidió presupuesto para arreglarle el suelo pero según explica, el elevado precio dado por el albañil frenó la iniciativa. Rocío Sánchez ha terminado por denunciar el caso en el juzgado y ha pedido una cita al Defensor del Pueblo y explica que ya ha habido un vecino que ha dejado la casa "porque tenía ratas y cucarachas".El resto de inquilinos entrevistados tiene quejas parecidas. "Por la noche tengo mucho frío y las ventanas las tengo que tapar con plástico", cuenta Amina Harroui que compara la temperatura de la casa durante la noche "como una nevera". Por cierto que la artrosis que ha tenido esta vecina empeoró por las bajas temperaturas. También en su vivienda se siente insegura: "Cuando pisas el suelo piensas que la casa se te viene abajo". Amina Harroui señala el camino que siguen unas grietas por toda la casa. Rafael, otro vecino, cree que "con cinco o seis mil euros la casa quedaría preciosa", mientras cuenta que las tuberías están reventadas "porque son de plomo y este hombre no se hace cargo".Aunque también precisa que la casa "no está en ruina, sino que hace falta picar todo, enfoscarlo y pintarlo".Otro vecino señala que esa era la práctica que durante muchos años se tenía en la casa. "Antes, con la anterior propietaria, se arreglaba la vivienda en verano y los vecinos poníamos un dinero". El deseo de Rocío Sánchez es abandonar esta vivienda, en unas condiciones precarias, pero como explica, es ayudante de cocina en un bar y cobra entre 500 y 600 euros mensuales y tiene muy complicado acceder a una nueva vivienda en alquiler. Rocío explica que el propietario del bloque llegó a buscar un albañil y a pedir presupuesto para arreglarle el maltrecho suelo de la cocina. "Pero cuando el albañil le dijo que le cobraría unos mil euros, dijo que era mucho dinero". Rocío ha buscado ayuda en el Instituto Municipal de la Vivienda y en Asuntos Sociales, pero no ve salida a su complicada situación, que es permanecer en esta casa en un estado precario. Esta sección ha contactado con un representante de la propiedad, que no se ha pronunciado.

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