Descubren símbolos de los continentes en la fachada
La restauración del exterior de la vivienda ha sacado a la luz curiosas pinturas dieciochescas
04.01.09 -
J. H.Diario Sur
En la portada se ha mantenido el desplazamiento que causó un terremoto
La recuperación de las pinturas de la fachada de futuro Museo del Vidrio ya ha concluido con interesantes descubrimientos que aportan un carácter más singular si cabe a la edificación. Joaquín Gallego, de la empresa de restauración Quibla, explicó que el historiador Víctor Heredia ha documentado la construcción y las pinturas en el año 1761, a cargo de la familia Cassini.
«Cuando empezamos a trabajar en la fachada pensamos que íbamos a encontrar algo más sencillo, pero nos hemos llevado una grata sorpresa», señaló Gallego, quien apuntó que las pinturas encontradas son muy similares a las existentes en un edificio ruinoso que aún se mantiene en pie en la calle Calvo.
Cenefas
En la fachada han aparecido dibujos que simulan la colocación de ladrillos, cenefas realizadas con un compás, un interesante friso superior de vegetación y tres escenas que, según los primeros estudios, representan a tres continentes. En una de ellas, aparecen dos monstruos marinos luchando. El primero está montado por una mujer y un busto masculino, y el otro acaba en una especie de cabeza de serpiente que muerde al hombre. Esto podría simbolizar América y la voracidad del océano Atlántico.
Otro de los dibujos es un faisán con una flor de loto, que representa a Asia, y un tercero es un pedestal sobre el que se sitúa un busto de mujer con un casco que simula la cabeza de un elefante, por lo que se trataría de África. Como este último había uno en un edificio del pasillo de Atocha que fue demolido, según precisó Gallego. Faltarían Europa y Oceanía pero, según comentó el restaurador, la casa era más grande de lo conservado hasta la actualidad, por lo que puede que alguno de estos dos continentes estuvieran plasmados en muros que desaparecieron.
Uno de los trabajos más complejos en la reparación de la fachada ha sido la consolidación de su portada, en la que ha sido necesario desmontar piedras y volverlas a encajar para reforzarla. En ella se aprecia un desplazamiento que los restauradores han querido mantener como señal de los desperfectos que sufrió la edificación en el terremoto del 25 de diciembre de 1884.
Con la restauración de esta fachada se da un paso más en la recuperación de las pinturas murales del siglo XVIII que todavía permanecen en el entorno de la parroquia de San Felipe Neri. Algunas de ellas, como las de la propia iglesia, el Centro Cultural en la calle Parras o la ermita de la Piedad ya han sido rescatadas, pero quedan otras muchas por recuperar para dotar a la zona de un singular valor que, por desgracia, se ha visto perjudicado en los últimos años por la acción de los gamberros.
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