domingo, 14 de junio de 2009

La recuperación del poblado fenicio del Cerro del Villar comienza diez años después

El plan urbanístico incluye los accesos, un centro de interpretación y un nuevo plan de excavaciones
Supondrá una inversión de 3,4 millones de euros

23.05.2009 - JESÚS HINOJOSA| SUR MÁLAGA

Proyectos que abarca el plan para crear el centro de interpretación del yacimiento:
Edificio del centro de interpretación (1.120 metros cuadrados).
Edificio de apoyo a los trabajos de arqueología (100 metros cuadrados).
Urbanización de los terrenos.
Puente sobre un canal de evacuación de San Julián.
Vial de acceso desde una rotonda a la entrada de Guadalmar. Hace diez años que la Junta de Andalucía se puso como meta la realización de un proyecto para poner en valor la riqueza arqueológica del Cerro del Villar, un paraje situado al oeste de la desembocadura del Guadalhorce que atesora los restos de una de las ciudades fenicias más importantes del litoral andaluz que fue el germen de la Málaga actual. Tras una década de anuncios incumplidos y debates entre departamentos del Gobierno andaluz para poner en marcha el proyecto, la Administración regional ha encendido la maquinaria burocrática para reactivarlo. Así, ha solicitado al Ayuntamiento la aprobación de un plan especial que está siendo estudiado por la Gerencia Municipal de Urbanismo para ordenar la zona de excavaciones arqueológicas y el centro de interpretación con que contará el lugar.
La fundación del Cerro del Villar se produjo a mediados del siglo VIII antes de Cristo. Debido a las inundaciones que sufría por su proximidad al río, sus pobladores lo abandonaron hacia el año 570 y se trasladaron a la bahía de lo que hoy es el centro de Málaga, donde fundaron 'Malaka'. El plan urbanístico pretende, por un lado, recoger el nuevo proyecto de excavaciones que, bajo la dirección del arqueólogo malagueño Eduardo García Alfonso, se realizará en el paraje y, por otro, el centro de interpretación y los accesos al lugar que realizará la Consejería de Medio Ambiente, a través de la empresa Egmasa.
De partida, el plan que está siendo tramitado por el Consistorio, al que ha tenido acceso este periódico, establece el ámbito de la actuación que, según la Junta, debe coincidir con el marcado en la declaración del Cerro del Villar como Bien de Interés Cultural en 1998, por lo que tiene que contar con una superficie de 134.679 metros cuadrados, que es superior a la recogida por el planeamiento municipal. Además, establece un acceso rodado a la zona desde una futura rotonda de entrada a la urbanización de Guadalmar, en la confluencia de las calles Guadalhorce, Manuel Curros Enríquez, carretera de Guadalmar y carretera del Campo de Golf.
Cuatro ejes
El plan de la Junta para el Cerro del Villar se centra en cuatro ejes: la conservación, la investigación, la difusión y la disposición de recursos humanos. Su objetivo es hacer compatible el desarrollo de la tercera fase de excavaciones que se emprenderá en el lugar a partir de este año con la recepción de visitantes a los que se dará a conocer la importancia del yacimiento y las labores que se realizan en él. Esto se logrará al sumar a la visita al centro de interpretación y exposición permanente un recorrido por el área de excavaciones que se estén desarrollando en cada momento.
Según figura en su memoria, el plan pretende generar una nueva dinámica en el Cerro del Villar, donde las excavaciones no avanzan desde el año 2003. Así, apuesta por hacer compatibles las necesidades de divulgación, uso y disfrute del patrimonio arqueológico con las exigencias de investigación y conservación. «Muchas veces, la aplicación de la legislación vigente no basta para un equilibrio armónico entre ambos conceptos», reconoce el texto del plan, que aboga por ofrecer alternativas para buscar ese equilibrio. «La sociedad en su conjunto es la que sale beneficiada, ya que sin la faceta de investigación y conservación no puede haber uso del patrimonio arqueológico pero, al mismo tiempo, sin un disfrute y comprensión de éste, la mayor parte de los habitantes del entorno no entiende que éste sea el santuario de una pequeña comunidad de científicos y administradores», añade.
Nuevas técnicas
En cuanto a la investigación, la Junta reconoce que este asentamiento fenicio habría desaparecido por completo si no se hubieran realizado trabajos arqueológicos en 1986 como continuación de los iniciados en los años 60 del pasado siglo. Los trabajos fueron dirigidos por María Eugenia Aubet Semmier, catedrática de Prehistoria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. La intención es seguir con un nuevo plan de excavaciones en el que se emplearán nuevas técnicas para buscar mayor eficacia en la recuperación de los restos.
Al margen de la faceta arqueológica, el proyecto también busca un fin educativo, cultural y de disfrute que se logrará mediante un plan de difusión del yacimiento. Ese plan se basará en tres niveles. Por un lado, la temática fenicia no sólo centrada en el yacimiento, sino también en la repercusión de esta civilización en comunidades indígenas de la protohistoria del sur de la Península. En segundo lugar, las relaciones con el Mediterráneo, ya que la expansión fenicia está ligada con otros procesos similares en el Mare Nostrum. Y, en tercer lugar, los procesos coloniales, ya que el Cerro del Villar es el resultado de un fenómeno de colonización. «El paraje del Cerro del Villar no sólo debe instruir, sino también entretener e incluso divertir», apunta el estudio.
Itinerario
Junto con el centro de interpretación, el área de excavaciones será el segundo instrumento para dar utilidad a la actuación proyectada. «Es necesario completar lo visto en el área de exposición permanente con un recorrido por el propio yacimiento y sus zonas excavadas», apunta la memoria. Ese itinerario se organizará para visitar los hallazgos más destacados con dos premisas: por un lado, no entorpecer el desarrollo de las futuras excavaciones y, por otro, facilitar el tránsito a las personas con algún problema de movilidad.
La ordenación urbanística de los terrenos en los que se asentará el centro de interpretación, que son los más próximos a la autovía y en los que no se prevé hallar restos de importancia, se estructura en torno a un vial que ofrece una treintena de plazas de aparcamiento para turismos y cuatro para autobuses. De este modo se accede al centro de interpretación (dotado de vestíbulo, sala de exposiciones, cafetería, oficinas y almacenes), junto al que se alzará una pequeña edificación de apoyo a las excavaciones. Esta infraestructura supondrá una inversión de 3,4 millones de euros, incluidas las medidas para adecuar un canal de evacuación de San Julián que discurre junto a la parcela y un puente para que el vial de acceso desde Guadalmar salve ese canal.

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