El alcalde insinúa que la Junta usa Arraijanal como chantaje frente a la aprobación del PGOU

JAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA SUR
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, insinuó ayer que el chantaje puede estar detrás de las intenciones de los responsables de la Junta de Andalucía en relación a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el proyecto de un parque marítimo en la zona de Arraijanal.
Tras las últimas reuniones del alcalde con el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, De la Torre aseguró ayer que "hay fundamentos para empezar a sospechar de que la aprobación definitiva del PGOU esté vinculada al desbloqueo del parque metropolitano de Arraijanal y eso se llamaría chantaje". Además, el regidor añadió a modo de respuesta que el Gobierno andaluz no puede plantear la aprobación definitiva del PGOU en función de si "el Ayuntamiento obtiene el suelo de Arraijanal y si no, no".
El alcalde incluso extendió sus sospechas de que la decisión de la Comisión de Ordenación Territorial y Urbanismo de Andalucía (COTUA) del pasado mes de julio de devolver el PGOU sin aprobarlo forme parte de esta operación de chantaje.
De la Torre volvió a dejar claro el planteamiento del equipo de gobierno municipal de que la ejecución de un parque metropolitano en Arraijanal "no es algo prioritario ni necesario para la ciudad", y que la adquisición de esos suelos por parte del Ayuntamiento, como pretende la Junta, "supone ahorrarle mucho dinero a la administración autónoma", a la vez que supondría "un esfuerzo para la ciudad", que perdería parte de sus aprovechamientos urbanísticos, por lo que "todo ese esfuerzo exige una compensación a la ciudad".

No a Campanillas. Por ello, De la Torre reiteró: "Vamos a estudiar la posibilidad de adquirir ese suelo, pero tiene muchas dificultades pues altera el equilibrio del plan". En todo caso, el alcalde descartó la propuesta de la Junta de que los dueños de los terrenos de Arraijanal sean compensados con suelos de Campanillas, ya que "no es viable".
Las razones son que "si se fijan más viviendas en esa zona de Campanillas, existiría el problema de la zona afectada por la huella acústica del Aeropuerto y, además, haría falta más cantidad de suelo para equipamiento. Por ello, esa zona no es capaz de acoger la cantidad de miles de metros de techo que hay que sumar para poder compensar Arraijanal", especificó.
A modo de resumen el alcalde señaló: "Adquiriremos el suelo de Arraijanal si es posible, si no perjudica a Málaga y si se compensa a la ciudad, pero no sólo para aprobar el PGOU, no condicionándolo a ello".