sábado, 20 de febrero de 2010

Esquina de ¿oro?



El Ayuntamiento concibió una carambola entre el puerto y el edificio Astoria de la plaza de la Merced

19.02.2010 - TEODORO LEÓN .SUR
El Ayuntamiento de Málaga va avanzando en el proyecto de levantar un macrocentro cultural en la 'esquina de oro' del puerto; filtrando noticias por goteo, como los envenenamientos en las novelas de Agatha Christie, para atenuar el impacto. Se trata de una operación polémica, injertando una prótesis de hormigón de cien metros de fachada y veinte de altura en esa esquina, un lugar muy sensible como crisol abierto entre la arboleda del Parque, Gibralfaro sobre la Alcazaba, los muros de fábrica inglesa del viejo Hospital Noble y la lámina del puerto entre mástiles y grúas. Pero el Ayuntamiento parece dispuesto a todo. Le mueve la necesidad de hacer caja. Se han quedado más tiesos que una mojama de La Janda -ahora la agencia Standard and Poor's ha rebajado la credibilidad de sus cuentas con 'A negativo'- de modo que recaudar es una prioridad. Y el problema no es hacer caja, pero a menudo sí cómo hacer caja. Desde luego la 'esquina de oro' no se presta a marrullerías. En definitiva el dinero, como decía Dumas , es un buen siervo pero un mal amo. Manejado con autoridad, va bien; pero con debilidad se vuelve peligroso. Y en esas estamos.

El Ayuntamiento, como ya se ha publicado, concibió esta operación como una carambola de billar francés entre el puerto y el edificio Astoria de la plaza de la Merced, proyecto estrella del alcalde para este mandato. Como no están para pagar ni la demolición del Astoria, y necesitan algo más que calderilla, de ahí el 'do ut des': el Ayuntamiento le facilita a Unicaja el edificio del puerto, y Unicaja le financia el edificio de la Merced. La parte oscura de la operación es que el alcalde, por cumplir sus planes electorales, sacrificaría la 'esquina de oro', uno de los lugares emblemáticos de Málaga, autorizando allí otra mole tras derribar el silo. Esto traiciona la voluntad de la ciudadanía fijada en el protocolo de 2004, y trasladada al Plan Especial del Puerto, que impide levantar ese edificio sobre la rasante del Paseo de la Farola. Ya ni siquiera se trata de fichar a un 'starchitect' para diseñar un artefacto hipnótico; sino de la bofetada a la razón urbanística de levantar allí una fachada equivalente a Calle Larios. Donde no hay ética, no hay estética. El alcalde, como Fausto, parece estar vendiendo su alma a cambio de tener un buen cartel para su próxima campaña electoral. De momento, sin embargo, parece poco probable que Braulio Medel 'compre' un proyecto así de polémico; y quizá se imponga la razón de quienes creen en Unicaja que a ellos no les interesa la carambola del Puerto sino quedarse directamente el edificio de la plaza de la Merced para su centro cultural. Eso parece lógico.

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