miércoles, 6 de octubre de 2010

El proyecto estrella de De la Torre, la remodelación de la emblemática plaza de la Merced, convivirá una vez terminada con un entorno lleno de solares abandonados y en parte ruinoso.

La Merced, una obra aislada del centro


El proyecto estrella de De la Torre, la remodelación de la emblemática plaza, convivirá una vez terminada con las obras inacabadas de la judería, con el abandono de Tomás de Cózar y con el entorno de Lagunillas


Sebastián Sánchez / Málaga Hoy

Una fotografía aérea del centro de Málaga permitiría visualizar el hueco de la Plaza de la Merced y sus ramificaciones con el entorno de la judería, hacia el sur, y la zona de Lagunillas, por el norte, áreas deterioradas con el paso de los años y afectada por un fenómeno extendido en otros puntos del casco antiguo: el abandono. Mañana el Consejo de la Gerencia de Urbanismo dará luz verde al proyecto diseñado por el equipo de gobierno del PP para remozar el eje central de este itinerario, La Merced, iniciativa estrella del alcalde, Francisco de la Torre, cara a las próximas elecciones municipales.



Pero el impulso que se quiere dar a este espacio, con la peatonalización de los laterales norte y este, se convierte casi en una gota de agua en el desierto si se tiene en cuenta el letargo que sufre desde hace años el conjunto de intervenciones ideadas para ennoblecer la calle Granada y su conexión con el Teatro Romano mediante la apertura de la Plaza de las Nieves, iniciativa que, en el mejor de los casos, según informó en su momento el regidor no será una realidad hasta el año 2012. Sólo una de las piezas con las que se pretendía crear la nueva judería de Málaga está sobre el tablero, la torre mudéjar, en la que el Consistorio invirtió 541.000 euros y que hoy sirve como oficina de información turística.



Ni la recuperación del Palacio del Marqués de la Sonora como hotel de lujo por parte de Salsa, ni la sinagoga, ni el mesón Palomo ni el edificio de VPO en el que iban a ser recolocados los vecinos afectados por las expropiaciones necesarias. Nada ha visto la luz hasta la fecha a pesar de que transcurren ya más de diez años desde que se planteó esta intervención. En relación con esta última actuación, el concejal de Vivienda, Diego Maldonado, explicó que se está a la espera de que la Delegación de Cultura dé el visto bueno al informe arqueológico de la parcela, trámite tras el que se espera poder iniciar las obras a principios de 2011. El plazo de ejecución se calcula en 14 meses.



¿Y qué decir tiene del estado en el que se encuentra la calle Tomás de Cózar? Una herida en medio del corazón de la ciudad a la que ni el Ayuntamiento ni los agentes privados son capaces de dar cirugía. Éste, como ya se ha contado en numerosas ocasiones en este periódico, es el entorno en el que se adentran a diario decenas de turistas en su afán por llegar al Museo Picasso, situado a pocos metros de estas cicatrices del centro. Y es el entorno con el que, en no más de medio año, convivirá la nueva Plaza de la Merced. Como también lo hará, más hacia el norte, con la zona de Lagunillas, punto en el que la Junta de Andalucía plantea una promoción de las conocidas tecnocasas (VPO en alquiler dirigida a jóvenes profesionales) como elemento de transformación y regeneración del barrio pero que sigue sin arrancar cinco años después de que la Administración autonómica firmase el convenio de actuación con el Ayuntamiento.



Esta circunstancia genera no pocas dudas entre los vecinos de la zona. "No es que no se haga nada, sino que todo está deshilvanado, se hacen cosas sin integrarlas en el entorno", afirma María José Soria, presidenta de la Asociación del Centro, quien recuerda todos los años pasados sin que se haya terminado de arreglar la judería. Si bien admite pasos adelante en la reurbanización de Tomás de Cózar y Beatas, donde se ha cambiado el pavimento, destaca que en estas vías siguen viéndose solares baldíos y edificaciones ruinosas.



"Las cosas que se hacen son como pequeñas islas en medio de un mar revuelto", comenta. "Es verdad que se ha metido mano a Madre de Dios y se quiere que la obra de la Plaza de la Merced encaje con Alcazabilla, pero meterse en la calle Granada es meterse en otro mundo; empiezas a bajar por ella y es tercermundista", añade. Un mensaje que concluye con un símil: "En una obra de teatro que quieras que luzca tienes que cuidar también la tramoya, lo que hay detrás".



Para el decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas, la reforma de La Merced puede "ayudar a que la iniciativa privada también actúe" y posibilite una mejora del entorno. No obstante, admitió que la impresión es que este enclave queda como "en medio de una tierra de nadie, un poco degradada".



Sobre todo ello abundaba ayer el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Pedro Moreno Brenes, quien demandó que el proyecto de La Merced aporte solución también a la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria, cuya adquisición por parte del Consistorio, según fuentes cercanas a la operación, sigue sin cerrarse. Sin embargo, aunque el acuerdo se suscribiese, deberán pasar varios años antes de que el Ayuntamiento tenga capacidad para dar forma a un equipamiento cultural en este enclave, como pretende De la Torre.

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