jueves, 30 de diciembre de 2010

La pinacoteca malagueña devuelve el esplendor a 'Floristas valencianas', pintada por el artista malagueño José Nogales

ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA-LA OPINION

Lució en todo su esplendor durante años en la antigua sede del Museo de Málaga, ubicada en el Palacio de Buenavista, que en la actualidad alberga la colección permanente del Museo Picasso Málaga. La obra estaba colgada en una de las paredes de la sala dedicada al pintor Enrique Simonet y Lombardo, muy cerca de uno de los lienzos más conocidos de este autor valenciano, Anatomía del corazón (Y tenía corazón). Hoy, este óleo sobre lienzo de grandes dimensiones se está sometiendo a un amplio proceso de restauración en el Centro de Colecciones de la Junta de Andalucía, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía.

Floristas valencianas, obra que fue pintada por el artista malagueño José Nogales Sevilla (Málaga, 1860-1939), es una de las piezas más emblemáticas del Museo de Málaga y una de las más recordadas por los malagueños. El cuadro forma parte de la colección permanente de la pinacoteca malagueña, por lo que será una de las obras que debutarán en la inauguración de la nueva sede en el Palacio de la Aduana.

El conservador del Museo de Málaga, José Ángel Palomares, explicó que se trata de una obra de corte «regionalista» y una de las más características de José Nogales, por ser considerado un pintor excepcional de naturalezas muertas. «El cuadro representa a un grupo de mujeres que está reuniendo numerosas flores probablemente para ofrecerlas en una ofrenda floral», detalló Palomares.

Este colosal lienzo fue pintado por el malagueño José Nogales en el año 1908 y forma parte de los depósitos del Museo del Prado. Por ello, los trabajos de restauración se están realizando en coordinación con la pinacoteca madrileña. «Nosotros les hemos remitido una propuesta de actuación, que fue aceptada, y el equipo de restauradores nos visitó al inicio de los trabajos y también vendrán al final para supervisar que toda la actuación ha sido correcta», comentó la restauradora del Museo de Málaga, Amor Álvarez.

Los trabajos se iniciaron a finales del mes de noviembre y se está actuando especialmente en la zona del soporte al encontrarse en un mal estado de conservación. «Se ha perdido la banda perimetral del cuadro porque está envejecida y se va a sustituir por unas tiras de lino alemán para tensarla mejor», observó la restauradora María José Balbuena. Por su parte, Amor Álvarez apuntó que la rigidez de la tela y la debilidad del bastidor han provocado que estuviese suelta, con abolsados, que hay que corregir.

El proceso de restauración se ha dividido en varias fases. En primer lugar se ha protegido la obra con un papel japonés y con un adhesivo especial se está en estos momentos fijando y asentando todas las zonas de color. «El lienzo presentaba en algunas partes rugosidades en la pintura, que se está fijando con una espátula térmica para volver a su estado natural», subrayó Álvarez.

Según esta restauradora, el pintor José Nogales amplió posteriormente la composición, con «nuevos barnices de autor», que se están corrigiendo en su justa medida. A juicio de los restauradores, el soporte del cuadro se encontraba en malas condiciones, frente a la capa pictórica, en buen estado de conservación. Por ello, el equipo está arreglando las pérdidas y los desgarros del soporte, a la vez que se protege, se consolida la policromía y se eliminarán las deformaciones.

Posteriormente, se limpiará el reverso del cuadro, se retirarán los parches viejos y se colocarán otros nuevos y las bandas perimetrales, para después colocar el bastidor. Antes de la fase de estucado, se procederá a la limpieza «puntual» y «suave» de la obra, respetando los barnices originales. «Será una limpieza homogénea para armonizar los tonos cromáticos», recalcó Balbuena. Las zonas con pérdidas se estucarán con pigmentos al barniz para acabar con la reintegración cromática y el barnizado de la pieza como medida de protección.

No hay comentarios: