sábado, 13 de abril de 2013

El histórico Corralón de Las Dos Puertas , uno de los pocos que se conservan, podría desaparecer a pesar de estar protegido



Una superproducción con final incierto
El Corralón de las Dos Puertas, uno de los pocos que ha sobrevivido a la inflación del ladrillo, ni siquiera tiene segura su salvación tras la protección municipal

Del blog de Alfonso Vázquez  “La Ciudad. Crónica pateada de Málaga”
ALFONSO VÁZQUEZ
Con el Corralón de las Dos Puertas teníamos todos los ingredientes para una gran superproducción de Hollywood con final feliz hasta que llegaron las administraciones, la fastidiaron y nos devolvieron a la vida real.

El corralón se llama así porque da a dos calles, Curadero y Rosal Blanco, fue construido en el lejano año de 1900 y sus vecinos han padecido desde el año 2001, cuando aparece un nuevo propietario, las acciones e inacciones de un auténtico malvado de las novelas de Dickens.

Esa es la conclusión que se saca no sólo por el testimonios de los inquilinos sino porque el corralón es un ejemplo de libro: el del acoso inmobiliario publicado por la Oficina del Defensor del Ciudadano, en 2006.
Según el testimonio de los vecinos, a los dos días de la llegada del nuevo propietario –una empresa– ya pretendió echarlos fuera por una cantidad irrisoria, sin olvidar que además de desentenderse del mantenimiento, una noche envió a un chatarrero para desmontar el tejado.

Además, en el pleno ejercicio de sus deberes como protagonista de una novela de buenos y malos, la empresa consiguió pingües beneficios con la expropiación del centenario corralón.

Por suerte, los inquilinos han reaccionado y han llevado a este ejemplar negocio a juicio para que se derime si actuó como un diligente propietario o pasó tres pueblos de la suerte de estas familias.

Ya me dirán si el argumento no era lo suficientemente peliculero como para trasladarlo a la gran pantalla. Pero hay más ingredientes cinematográficos, porque la inflación del ladrillo que padecimos la última década convirtió el corralón en un superviviente. Desde el año 2000, en Málaga fueron demolidos 37 de los 43 corralones catalogados por el profesor de la UMA Francisco García Gómez. Seguro que alguno de ellos era digno de conservación, pero pudo más el vil metal.

Y si estos elementos no bastan, la Junta de Andalucía no daba un pimiento por la supervivencia del edificio, que quería demoler para hacer viviendas sociales. A finales de 2011, ante este derroche de sensibilidad administrativa, un centenar profesores de Geografía e Historia de toda la provincia se movilizó para salvar el corralón e Izquierda Unida, en el Ayuntamiento, logró el respaldo de todos los grupos para que el corralón no fuera hecho puré y se restaurara.

Hasta aquí, la superproducción de Hollywood. El edificio de las dos puertas es propiedad de la Junta, el Ayuntamiento quiere que se rehabilite, pasa un año y como ustedes suponen bien, nadie ha hecho nada. La intensidad de las lluvias obliga ahora a desalojar del corralón. El Consistorio quiere salvar el edificio, en el negociado de la Junta manda IU, el mismo partido que propulsó la protección. ¿Alguien entiende algo?
Lo único bueno de esta historia es una nota conjunta de las dos administraciones para realojar a los vecinos. Es tan obvio el ridículo hecho que para salvar la película tenemos el deber de exigirles que, a continuación, pongan todas las energías en rehabilitar de una vez el corralón. ¿Tendremos algún día un final feliz?

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