sábado, 2 de noviembre de 2013

La Junta de Andalucía anuncia que protegerá el camarín de “La Casa de las Monjas” tras la denuncia del periodista Alfonso Vázquez en La Opinión de Málaga



 
Interior del camarín de La Casa de las Monjas en 1943 . Foto de Zubilaga del Archivo Temboury
Recreación del Camarín de La Casa de las Monjas por el Blog Málaga Duele
Un camarín en ruinas en El Perchel
Un corralón de viviendas sociales de la Junta, en la plaza de la Imagen, alberga un camarín barroco con bellas molduras en una torre octogonal de diez metros de hace justo 300 años
Alfonso Vázquez 24.10.2013 |
Pocas veces un aniversario se ha vivido en peor estado de revista para una pieza del Patrimonio de Málaga porque este año cumple tres siglos el camarín en forma de torre octogonal y de diez metros de alto que dormita, olvidado de las instituciones, en el interior de un corralón de viviendas sociales en El Perchel.
Se encuentra en la plaza de la Imagen, 6, junto a la calle Puente, y está en un estado de conservación alarmante, rodeado de una malla para que posibles desprendimientos no dañen a las 14 familias de estas viviendas de alquiler, propiedad de la Junta de Andalucía.
El olvidado camarín fue realizado en 1713, cuando todavía era parte de una ermita que pertenecía a los hermanos del famoso Rosario de la Aurora. Pocos años más tarde, en 1728, el Rosario se traslada y el lugar es ocupado por la nueva comunidad de monjas dominicas de la Divina Providencia (más conocidas como las catalinas), que antes de marcharse a su emplazamiento más conocido, la calle Andrés Pérez, ocuparon este rincón del Perchel, cedido por su propietario, Pedro Alburquerque. La ermita del Rosario la compraron las monjas en 500 pesos gracias a una limosna que vino de América, y se convirtió en la capilla del convento. Con la marcha de las monjas a la calle Andrés Pérez hacia 1775, el edificio de la plaza de la Imagen, conocido como la Casa de Monjas, tuvo un uso de casa de vecinos hasta que en 1998 fue demolido en su totalidad, a excepción del camarín, en una deplorable intervención, porque como destaca el profesor de Historia del Arte de la UMA Francisco Rodríguez Marín, autor del libro Málaga conventual: «El edificio tenía pinturas murales y la demolición pasó desapercibida». El profesor alerta de que «el mayor hándicap del camarín es que la gente no sabe que existe, al estar en una propiedad privada y en un barrio con poco tránsito».
Yolanda González y Pilar García, vecinas del corralón, muestran el interior del camarín, que puede verse desde la segunda planta del edificio. «Esto es un monumento y está derrumbado entero, arriba se ven estatuas de santos y escayolas», describe Yolanda.
Pese a la inmundicia y los escombros, todavía se percibe la belleza de este camarín. En cada paño hay cartelas con adornos florales y versos a la Virgen. El profesor Rodríguez Marín, siguiendo a la catedrática de Historia del Arte Rosario Camacho, considera que este camarín está relacionado con el taller que realizó el famoso camarín de la Virgen de la Victoria.
«Tampoco en ese momento en Málaga había muchos talleres de yesista y aunque documentos no hay, se puede relacionar con el equipo de Felipe de Unzurrunzaga (autor del camarín de la Victoria)».
«Esto es una pena que esté así, las tejas son preciosas y muy antiguas y se están perdiendo y abajo, en el hueco, hay un foco de porquería», comenta Yolanda González mientras señala al pie de la torre. «Han venido turistas a verlo pero no es plan de enseñarlo», explica Patricia García.
Francisco Rodríguez Marín recuerda cómo, en una visita hace unos años, pudo ver junto con Rosario Camacho varios trozos de yesería guardados en cajas de frutas. «No quiero ni pensar si están ahí», confiesa.
El camarín se encuentra en el catálogo de edificios protegidos del PGOU, pero su inclusión, por lo que se aprecia, solo es meramente simbólica. Para el profesor Rodríguez Marín, la propietaria del inmueble,la Junta de Andalucía, tiene la obligación de mantenerlo en buenas condiciones. Además, resaltó la paradoja de que la administración autonómica, con importantes competencias en Patrimonio, tenga este recuerdo de la Málaga conventual, que este año cumple tres siglos, en semejante estado.
La Opinión de Málaga se puso en contacto con la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. Fuentes de la delegación informaron de que trasladarán la situación del camarín a los técnicos y en breve darán una respuesta. Este periódico seguirá informando.

La Junta protegerá el camarín
Los técnicos estudiarán sus condiciones actuales con vistas a medidas "urgentes" de protección
Alfonso Vázquez 27.10.2013 | 13:54
 El camarín, construido en 1713, se encuentra en una esquina del corralón de la plaza de la Imagen, 6, en El Perchel.
La Delegación de Cultura de la Junta informó a La Opinión de que enviará a unos técnicos para examinar el camarín en mal estado de 1713, de 10 metros de altura, que se encuentra en el patio de un corralón de la plaza de la Imagen, 6, en El Perchel. Se trata de un corralón de viviendas sociales en las que viven 14 familias que pagan el alquiler a la Junta de Andalucía, informaron varios vecinos.
Fuentes de Educación precisaron que la inspección hará «una valoración con vistas a ver su estado desde el punto de vista patrimonial, así como para conocer la propiedad». «Tomar las medidas más urgentes para su protección inmediata sería lo más urgente», añadieron estas fuentes, que señalaron que el siguiente paso, dependiendo de la situación económica, sería la restauración. «En principio, ver la situación de la propiedad y tomar medidas urgentes para la protección», concluyeron estas fuentes.
El mal estado del camarín barroco de El Perchel fue denunciado por Naser Rodríguez, del colectivo en defensa del Patrimonio Torre Vigía, que acompañó el pasado jueves a este diario a visitarlo.
Los vecinos del corralón informaron de que está rodeado de una malla para evitar posibles desprendimientos desde hace más de un año. Se trata de los únicos restos del primer convento que albergó a las religiosas dominicas de la Divina Providencia (más conocidas como las catalinas). El inmueble, conocido como la Casa de Monjas, tenía pinturas murales en la fachada y fue utilizado por las catalinas desde 1728, aproximadamente, hasta 1775, cuando se mudaron a la calle Andrés Pérez. La Casa de Monjas fue demolida en 1998 y solo quedó el camarín. El interior, bellamente adornado con yeserías, está en un estado deplorable, aunque todavía se pueden leer las cartelas con versos en honor de la Virgen de la Aurora, ya que la capilla original sirvió antes a los hermanos del Rosario de la Aurora, de ahí que el camarín sea de 1713. Con respecto a la decoración, el profesor Rodríguez Marín la relaciona con el taller de Felipe de Unzurrunzaga (autor del camarín de la Victoria).

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