Málaga, un mundo de cristal
Unas 3.000 piezas que componen el Museo del Vidrio se podrán contemplar desde el 26 de mayo. Oinochoes romanos, vidrieras y cristalerías inglesas, las delicadas piezas.
Atravesar la puerta principal del futuro Museo del Vidrio, Cristal y de las Artes Decorativas, ubicado en un edificio histórico del XVIII en la calle Gaona, representa un viaje por la historia y de un género decorativo, totalmente desconocido para muchos. El madrileño Gonzalo Fernández-Prieto, que lleva toda su vida coleccionado estas exquisitas piezas, es el artífice y el ´mago´ que ha convertido en realidad un sueño: abrir en Málaga la que quizá sea una de las colecciones más importantes de España de esta especialidad artística. Será el próximo 26 de mayo, fecha en que se celebra el día de San Felipe Neri, cuando este nuevo espacio cultural abra sus puertas al público, que podrá contemplar alrededor de 3.000 piezas de incalculable valor, algunas de ellas no las tiene ni siquiera el Museo Victoria y Alberto, de Londres, el más importante en esta especialidad. Aunque esta extensa y delicada colección está llegando poco a poco a la capital procedente de Reino Unido, la mayor parte de las piezas están ya colocadas en el antiguo caserón dieciochesco, antigua vivienda del constructor de la iglesia de San Felipe Neri, y ya lucen en todo su esplendor en elegantes vitrinas. El recorrido museístico, que cuenta con unos quinientos metros cuadrados expositivos, arranca en la planta baja con una selección de vidrieras de la Escuela Prerrafaelista y muebles Art and Grapht, del ebanista inglés Gillows (1880-1930). L. Moore, el maestro Bournes Jones y White Friar son algunos de los autores que embellecen la primera estancia del Museo, que viaja por la historia a través de la pintura, el vidrio y mobiliario de cada época. Las piezas más delicadas de la colección de Fernández-Prieto, que ha soportado muchos años de pesares y problemas por numerosas amenazas de demolición sobre esta histórica casa, se han ubicado en la planta alta. Y es que casi todas son artesanales y comprenden buena parte de la historia de la humanidad, desde la etapa grecorromana hasta nuestros días.Este paseo por las artes decorativas continúa en la primera planta con una selección de objetos exclusivos grecorromanos (oinochoes romanos, copas bizantinas, ungüentarios, anforiscos griegos, vidrio musulmán y piezas persas). Copas de bohemia del XVII, piezas grabadas con dorado de La Granja, el vidrio catalán del XVI, "tan importante como el veneciano", tienen su representación en la muestra, aunque la gran ´estrella´ del museo es el cristal inglés. El ejemplo, cristalería inglesa del XVIII, aparece guardada en una elegante vitrina holandesa del mismo siglo, y a muy pocos metros una gran mesa de comedor de la época con una vajilla estampada inglesa. Cuadros de Philippe Mercier, que retrata a la duquesa de Hamilton; de Adrian Haneman, retratista de la corte Estuardo en el exilio; un gran piano francés de 1856 o un lienzo de Ángel María Cortellini, que pinta a la duquesa de Sesa, se combinan con camafeos franceses, que han sido colocados en un mueble de finales del XIX y principios del XX de la familia de ebanistas Pons. "Un auténtico goce para los amantes de las artes decorativas", expresa Fernández-Prieto, que agradece el apoyo de su abogado, Miguel Berrocal.
11/02/09. Alejandra Guillén. La Opinión de Málaga.
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