Fotos de la sala original extraidas del libro "Historia de los cines malagueños"de Maria Pepa Lara
En 1.999 , seis asociaciones de Málaga preocupadas por el creciente deterioro y abandono que presentaba el histórico cine Echegaray enviaron un escrito a la entonces alcaldesa Celia Villalobos solicitando que desde el Ayuntamiento se tomasen medidas urgentes para la restauración y recuperación del bellísimo inmueble. Al poco tiempo se hizo pública la adquisición del edificio por parte del Consistorio. Las asociaciones que habíamos tomado la iniciativa , entre ellas: Aesdima, Centro Histórico, Ahema, Málaga S. XXI, La Coracha y Málaga Monumental quedamos entonces tranquilas con lo que suponíamos una buena noticia para el patrimonio de nuestra ciudad. En la memoria de todos los malagueños quedaban cines ya lamentablemente desaparecidos como los emblemáticos Goya o Málaga Cinema. Del Albéniz solo se mantenía su fachada original de González Edo ya que su majestuoso interior fue modificado y adulterado con motivo de su reconversión en unos multicines a finales de los años 80. El Echegaray era, por tanto ,el último cine histórico de nuestra ciudad que podía llegar al siglo XXI. La inauguración del Echegaray ,el 19 de noviembre de 1932 con una fiesta organizada por la Asociación de Prensa fue todo un acontecimiento social y este se mantuvo hasta los años 70 como un referente en la oferta cinematográfica de calidad.
Tras casi una década en obras, el cine fue nuevamente inaugurado en 2009 y presentado dentro de los actos de la Noche en Blanco. Cuando fuimos ilusionados al evento descubrimos que tras su bellísima fachada y vestíbulo ejemplarmente restaurados se escondía un “nuevo teatro” que había arrasado con el majestuoso cine concebido por el arquitecto Rivera Vera . Todo había sido destruido Ni rastro de su decoración interior, ni de los palcos laterales , ni de su gran palco central corrido decorado con motivos vegetales dorados que daba paso al anfiteatro. Un bellísimo y único cine en Europa con 800 localidades había sido convertido en una pequeña sala con apenas 300. No entro en valorar lo que se ha hecho nuevo, que seguramente sea un buen equipamiento cultural, pero sí en que el sitio elegido; sobre el antiguo e histórico cine, no creo sea el apropiado. Además podemos encontrar muy buenos ejemplos de otros modernos teatros construidos en los últimos años, con unas características similares pero sin necesidad de destruir nuestro patrimonio ,como por ejemplo los auditorios de la Diputación en calle Ollerías y Pacífico con una arquitectura igualmente moderna y funcional. El interior de la sala del Echegaray debió y pudo haber sido restaurada como hizo José Seguí con el Teatro Cervantes, cuyo estado de conservación no era mejor en los años 80 que el del Echegaray. Al igual que se ha restaurado maravillosamente bien la fachada y el vestíbulo, toda la decoración interior también podría haber sido recuperada, si el desprecio a la historia y a nuestro patrimonio no fuese una nota demasiado común en nuestra ciudad. De esta forma hoy contaríamos con un histórico y elegante local en el corazón de la ciudad que con sus 800 localidades sería una sede perfecta para el Festival de cine y para las proyecciones de calidad y versión original durante todo el año. Con las 300 localidades que hoy ofrece la sala nueva, que no restaurada, del Echegaray difícilmente se pueden ofrecer espectáculos con rentabilidad social ni económica en una ciudad cuya población en su área urbana se aproxima al millón de habitantes. Es cuanto menos sorprendente que ni a un año de su inauguración, según declaraciones a prensa de su gerente, el Echegaray necesite ser reformado ya que tiene problemas de visibilidad en las butacas superiores , hay filas en las que el asiento da en las rodillas del espectador y habrá que incorporar un elevador puesto que no se han tenido en cuenta las buenas prácticas en accesibilidad.
La soñada recuperación del cine Echegaray ya no es posible y a los malagueños cinéfilos que lo conocimos en su esplendor y decadencia nos quedará en la memoria, cuando pasemos por su minuciosamente restaurada fachada los maravillosos ciclos de cine clásico en versión original, “Volver al cine” de finales de los ochenta y los grandes estrenos de nuestra juventud como Gandhi o La Guerra de las Galaxias , entre elegantes palcos y exuberante decoración para siempre desaparecidas.
Salvador García Aranda.
Presidente de “Málaga Monumental”
Asociación de Defensa y Promoción del Patrimonio.
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