domingo, 20 de junio de 2010

Vicente Granados :"Si ponen un 'súper' en la esquina del puerto se reirán de nosotros y yo me ataré a una farola"




De sus palabras denota su rechazo a las actuales pretensiones de la concesionaria del muelle 1 y cree que hay opciones para obligar a que lo que se haga en este local sea, cuanto menos, de una calidad alta



Sebastián Sánchez / Málaga Hoy
 20.06.2010 - 01:00







-El tiempo que estuve en la Consejería de Obras Públicas fui responsable del proyecto del Palmeral de las Sorpresas. Es curioso, porque habiendo estado en contra de la demolición del silo, al final me tocó llevar esa obra. Era una actuación ya aprobada, con el diseño de Jerónimo Junquera. El proyecto cambió mucho por el camino, porque se planteó lo del Aula del Mar y la idea de hacer un acuario. Ahora queda por ver el contenido que se le da a los edificios que se han hecho.



-El muelle 2 ha sido objeto de una acción pública, mientras que la dársena más próxima al Paseo de la Farola se destinó a uso privado.



-Ha sido un desastre, un desbarajuste en la forma en que se contrató esa obra... Se hizo un concurso público y el fallo que hubo fue el de la solvencia. Recuerdo que cuando estábamos en el plan estratégico se hizo una reunión para que el Puerto se integrase en el debate de la ciudad. El problema es que conforme pasa el tiempo los modelos de puerto cambian y los proyectos se quedan antiguos. Lo que está claro es que en origen eso era un complemento al centro de Málaga y lo que no pueden hacerse son actividades que compitan con el centro, además en el mejor espacio de Málaga.



-La cuestión que más polémica ha levantado es la del supermercado junto a la esquina. ¿Qué opina?



-¿Que las actividades que hay allí no dan la rentabilidad suficiente? ¿Que no se puede hacer si no hay supermercado? Es el argumento que daban los promotores en la locura de 2004-2008, cuando planteaban universidades con viviendas, campos de golf con viviendas, fábricas de chorizo con viviendas... Lo que me cabrea es que a medida que pasa el tiempo los proyectos se quedan antiguos. No se puede cambiar el proyecto sólo por una cuestión financiera. Que hubiesen hecho bien las cuentas los que se metieron ahí.



-La concesionaria habla de que el súper será el motor económico de la operación...



-No es un motor económico, lo que pasa es que como no pueden meter viviendas buscan una manera de justificar un proyecto que si se hace bien es rentable por sí mismo. Lo que necesita Málaga es que los que viajan, se fijen. Con ello me refiero a que vean lo que hacen los demás. Que a estas alturas se cuestionen que la única manera de que sea rentable es poniendo un supermercado... Ahí la gente no va a llenar el carrito. Un sitio donde puedes comprar cosas que sean de más calidad existe saliendo de la Tate Gallery de Londres, con un delicatessen que tiene 150 metros, pero no es para financiar el proyecto, sino para mejorar la oferta. Casi es preferible hasta no hacer nada hasta que se sepa lo que se quiere. Se reiría todo el mundo de nosotros.



-¿Dice que se reirían de Málaga si se diese luz verde a un supermercado junto a la esquina?



-Todo el mundo se reiría de nosotros y yo me ataría a una farola. Cuando estaba en la Junta venían proyectos que sólo se solucionaban con las viviendas. No justifique la inversión porque lo único que sabemos hacer son casas o supermercados. Eso sería un fracaso auténtico. Cada uno de los negocios que van a poner ahí debe tener su lógica económica. Café de París es el primero que se va al puerto, pero imagino que lo que no quieren es un sitio donde se salga con el carrito lleno de papel higiénico.



-¿Lo que ocurre ahora es consecuencia del proceso de adjudicación del muelle 1?



-Evidentemente. Hay que recordar por ejemplo el famoso Chelverton, que estaba en quiebra. Creo que hay que tener en cuenta que el primer plan estratégico que se hizo fue el de San Francisco y empezó por el puerto, donde los sindicatos y los empresarios decidieron darle uso y repensaron la ciudad. Es cosa de darse una vuelta por los puertos y ver cómo cada uno se ha adaptado a las expectativas de demanda de los próximos diez años. En Barcelona, por ejemplo, se han comido el Maremagnun. Que la gente viaje un poquito.



-Una de las pegas que ponen hoy a la opción de eliminar el supermercado es que el pliego de condiciones no lo impedía.



-Lamentarse de lo pasado no vale. Ya que no se ha podido hacer de una manera distinta, pues vamos a pensar en ello, porque entre que se decide o no van a pasar mínimo tres años hasta que se ejecute. Habrá que ver qué demanda se espera para dentro de tres años. Que no se pueda evitar el supermercado, no lo sé, aunque lo dudo mucho. Pero en todo caso sí podrá decirse que si se quiere hacer algo, que tenga que ver con el mar, con Málaga, con los productos andaluces y de España y de alta calidad. Al lado del Museo Picasso se puso un puesto de patatas rellenas... A lo mejor no lo puedes evitar pero si lo tienen que poner se les puede decir que debe tener 100 ó 200 metros y un tipo de producto determinado.



-¿A usted le encaja que se reabra el plan del puerto para promover el equipamiento cultural en altura?



-Lo que no puede ser es que después de hacer diáfano ese espacio, después de que se hablase de los multicines, se ponga una barrera. ¿Qué ventaja tiene eso? Lo que se planteaba era una plataforma que permitía ver el mar permanentemente. Pero si al final pones un cajón donde tapas el mar... Lo que no hace ningún país es taparlo. ¿Cómo vas a poner una barrera en un lugar que tiene vocación de paseo a dos niveles? Al final lo que se hace es arropar una idea que va a en contra de la lógica del proyecto.

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