jueves, 15 de julio de 2010

El movimiento de protesta civil paraliza en menos de una semana la construcción del edificio de Unicaja y el super de Carrefour

El alcalde de Málaga no tendrá su foto: La reunión que quiere tener con los firmantes del manifiesto “Salvemos el Puerto” parece inviable, porque éstos sólo se representan a sí mismos y a nadie más

El movimiento de protesta civil paraliza en menos de una semana la construcción del edificio de Unicaja y el super de Carrefour, y sigue sumando adhesiones en los correos salvemoselpuerto@revistaelobservador.com y salvemoselpuerto@hotmail.com



15/07/10. Sociedad. Poco ha tardado el alcalde de Málaga en dar marcha atrás y echar el freno al proyecto de edificación en el Puerto de Málaga de un supermercado Carrefour y un edificio de grandes dimensiones para la Obra Social de Unicaja. El movimiento ciudadano de apoyo al Manifiesto en Defensa del Puerto de Málaga -consultar AQUÍ- suscrito en principio por 40 personalidades de la ciudad y al que siguen llegando adhesiones a través de los correos salvemoselpuerto@revistaelobservador.com y salvemoselpuerto@hotmail.com ha hecho oír sus exigencias: que se cumplan los acuerdos alcanzados en 2004 por consenso y que están plasmados en el Plan Especial del Puerto firmado entonces. Y que se derribe la verja que separa el recinto portuario de la ciudad. Solo una voz parece disconforme y ajena a este clamor, la del presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, que estima que ya no hay tiempo para reflexionar y aboga por llevar a cabo la actuación que tantas opiniones en contra desata. EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com ha buscado reacciones de algunos de los 40 ciudadanos que firmaron el Manifiesto ‘Salvemos el Puerto’ en primera instancia y ha comprobado que la reunión que solicita el alcalde de Málaga con este colectivo, si no inviable, sí que es altamente improbable ya que lo único que une a todos –y ya son centenares- los ciudadanos que se han adherido al movimiento es su acuerdo en torno al manifiesto. Nada más.



EL pasado 8 de julio un grupo de 40 ciudadanos de Málaga –abogados, arquitectos, ingenieros, artistas, periodistas…- firman el Manifiesto ‘Salvemos el Puerto’ con el que muestran su rotundo rechazo a los cambios introducidos en los últimos meses en el Plan Especial del Puerto de Málaga. “Estas alteraciones se realizan al dictado de los intereses privados de un proyecto comercial y no de los intereses públicos de la ciudad”; “se han defraudado ya las expectativas ciudadanas al ignorar la demanda histórica de eliminar la verja que separa el Puerto de la ciudad, haciendo inviable la aspiración de unir el mar con el centro histórico a través de su Parque”; “por todo ello reclamamos que se paralice la injustificable modificación de elementos que se pretende tramitar entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria (…) y se restituya la ordenación vigente, de acuerdo con el consenso alcanzado por las administraciones en 2004”, expone el texto que al día siguiente publicaron la práctica totalidad de medios de comunicación locales.



CINCO días después, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reacciona ante una corriente de opinión que sigue sumando apoyos y afirma que está estudiando “volver, con la máxima fidelidad, al acuerdo de 2004”. El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, con quien el alcalde había presentado el 23 de junio el polémico proyecto, se desmarca por su parte de lo exigido por la ciudadanía y asegura que no cabe “reflexionar más” sobre lo acordado. Aún así, el proyecto para instalar un supermercado Carrefour de 2.200 metros cuadrados y un edificio de 100 metros de largo por 20 de alto en la esquina de los muelles 1 y 2 está, de momento, paralizado.



Y eso se debe a que en los correos salvemoselpuerto@revistaelobservador.com y salvemoselpuerto@hotmail.com siguen llegando adhesiones que ya han multiplicado por siete a los 40 primeros ciudadanos que firmaron el manifiesto. Entre las nuevas adhesiones destacar la del catedrático de Historia Contemporánea en la UMA, Manolo Morales Muñoz; el gestor cultural y director de la Semana de Cine Fantástico, Ramón Reina; el ex director General de Mercamálaga, Fernando Méndez de Andés; el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Málaga, Diego J. Vera; el abogado Ignacio Romero Bolt o el escritor y ex dirigente comunista Manuel Ruiz Benítez, por citar solo algunos. Puede ver AQUÍ una relación completa de los ciudadanos que han secundado lo expresado en el manifiesto.



LO sucedido pone de relieve que la opinión pública mayoritaria malagueña aprecia el espacio del Puerto como un enclave de gran valor sobre el que las administraciones e instituciones privadas y comerciales no pueden hacer lo que les venga en gana, más aún si el consenso alcanzado en 2004 sobre esta cuestión fue logrado tras muchas discusiones. El paréntesis que se abre ahora será clave para conocer la decisión que adoptan los tres actores en juego: el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y Unicaja a través de la empresa concesionaria iniciativas Marina de la Farola. Porque lo que es pueblo, ya ha hablado y lo sigue haciendo con Internet y el email como herramienta de expresión.



EN cuanto a la reunión que pedía el alcalde con los firmantes del manifiesto parece inviable. Hay que remarcar que ninguno de los firmantes del texto puede erigirse de momento en representante de este colectivo, formado por personalidades diferentes, cuando no contrapuestas, que únicamente están aglutinadas en torno a una postura concreta sobre un espacio determinado: el Puerto de la ciudad. Si el pueblo ha hablado, los gobernantes deberán tomar nota y actuar en consecuencia. No hay espacio para gestos propagandísticos de consenso o fotos promocionales.







TODO esto se deduce después de preguntar dos cuestiones a algunos de los 40 ciudadanos que dieron el paso adelante publicando el manifiesto: la primera una valoración sobre la nueva postura del alcalde, la segunda su opinión sobre la reunión que pedía el regidor con este colectivo. Estas son algunas de las respuestas obtenidas:



TEODORO León Gross, columnista de diario Sur: “El alcalde ha demostrado que tiene intuición política para captar a la opinión pública en un proceso en el que puede perder más de lo que va a ganar. La Autoridad Portuaria, como no está sometida a las elecciones, actúa con otros criterios”; “No entendería que se celebrara una reunión, a no ser que fuera asamblearia, lo cual sería asombroso. El manifiesto no pretende representar a un grupo, sino que es una suma de una postura común de diversas personalidades en un asunto concreto. Cuanta más gente lo firme, más claro queda que es la sociedad civil la que está mandando un mensaje”.



MARGA García, periodista del diario ‘El Mundo’: “El alcalde hace muy bien en reflexionar. Aún a riesgo de ser criticado, ha escuchado este clamor ciudadano. Hay que volver a lo que tardó 10 años en consensuarse: a la edificabilidad prevista. Y hay que tirar la verja, que es un símbolo intimidatorio, de prohibido el paso”; “Es imposible que nos reúna a todos, a los 40 que firmamos al principio y al resto de personas que se han sumado al manifiesto. Hay gente de todo pelaje y condición entre los que no hay mucho en común, excepto la postura respecto al puerto”.



FRANCISCO Barrionuevo, presidente de Novasoft y del Consejo Social de la UMA: “Me alegra ver que el alcalde se replantea las cosas y abandona la posición contumaz que ha mostrado en otros asuntos. Hay que abrir el puerto a la ciudadanía de verdad, eliminar la verja, e integrarlo en la ciudad”. “Firmé el manifiesto como malagueño, de manera libre. No soy ningún experto en el tema. Si hubiera una reunión, no iría, debería ir otro”.



PABLO Aranda, escritor: “Cualquier tipo de protesta ciudadana hecha con rigor como es el caso debe ser al menos observada por la autoridad. Me parece positivo y es estupendo que el alcalde haya rectificado, y del mismo modo me parece negativo que la Autoridad Portuaria se niegue a rectificar”; “Opino que sí que se podría hacer una reunión, si se quiere informal, con los primeros 40 firmantes, o si se quiere, con los redactores del manifiesto”.



ROSARIO Camacho, historiadora del Arte: “A mí me parece que está bien reflexionar”. “El manifiesto ya dice lo que hay que hacer, a ver qué dice ahora el alcalde, y en función de lo que diga, podría haber una reunión”.



JOSÉ Damián Ruiz Sinoga, geógrafo: “No se puede estar reflexionando toda la vida. Lo que hay que hacer es decidir. El edificio cultural tiene un impacto ambiental y paisajístico innegable. No se debe tocar algo que estaba consensuado”; “Más que una plataforma estamos ante una convergencia de ideas en torno a un tema. Aún así, creo que la reunión es posible”.

Publicado por El Observador

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