lunes, 18 de octubre de 2010

Junta y Obispado negocian convertir el Episcopal en Museo de Arte Sacro

Con el Bellas Artes en la Aduana, Cultura quiere dar continuidad a las salas del Palacio del Obispo

18.10.2010 - FRANCISCO GUTIÉRREZ .DIARIO SUR


Fue uno de los edificios que en su día se ofrecieron a Christine Picasso para instalar el museo que el artista quería para su ciudad. La nuera de Picasso se decantó por el Palacio de Buenavista, pero el Episcopal tuvo el honor de protagonizar, en 1992, el reencuentro del artista con su Málaga natal. Fue con 'Picasso Clásico', una gran exposición que, además de descubrir a malagueños y visitantes la obra del genial artista, supuso el inicio de una fructífera colaboración entre la Junta de Andalucía y el Obispado de Málaga. Una cooperación que puede asentarse para el futuro si fructifican las negociaciones que ambas instituciones han iniciado para convertir el Palacio Episcopal en el gran museo de Arte Sacro que la capital reclama.

Según ha podido confirmar SUR de fuentes cercanas a la negociación, responsables de la Junta y del Obispado han mantenido ya algunos encuentros informales y tienen pendiente para fechas próximas una nueva reunión en la que avanzar en la materialización de este nuevo proyecto cultural para la ciudad.

Para aquella primera gran exposición de Picasso en Málaga la Consejería de Cultura y el Obispado firmaron un convenio de cesión a la Junta de determinadas dependencias del palacio -la planta baja, con entrada desde la plaza del Obispo, la planta primera y la capilla, situada también en este primer nivel-, al tiempo que la Administración autonómica se comprometía a financiar las obras de restauración y rehabilitación de todo el edificio. Cultura invirtió entonces -durante 1991 y 1992- casi 400 millones de pesetas en la rehabilitación del palacio y la adecuación de las dependencias para salas de exposiciones, con unas instalaciones que en su día se consideraron modélicas. Las obras de restauración, dirigidas por los arquitectos malagueños Rafael Martín Delgado e Isabel Cámara, sacaron a la luz restos de época romana bajo el palacio.

La exposición 'Picasso Clásico' fue todo un acontecimiento cultural a nivel nacional, con más de 100.000 visitantes en los tres meses que permaneció abierta al público. Poco después de terminada la exposición, en marzo de 1993, la Consejería de Cultura y el Obispado de Málaga suscribieron un convenio para la cesión de las instalaciones durante un plazo de 15 años. De esta manera, la cesión de la planta baja y primera del Palacio Episcopal expiró en marzo de 2008. Automáticamente el acuerdo se prorrogó por tres años más. Las partes negocian una nueva ampliación que ya sería la última.

Con el Museo de Bellas Artes en la Aduana -si no sufre retrasos, la apertura está prevista para 2013- la Consejería de Cultura no tendrá ya necesidad de utilizar estas salas, puesto que el nuevo museo cuenta con dependencias destinadas a exposiciones temporales. De esta manera, el Obispado recuperaría el control de estas dependencias. El debate radica en estos momentos en cuál sería el mejor uso para las mismas.

En principio, las dos instituciones han coincidido en que el Palacio Episcopal sería el lugar más apropiado para instalar un gran museo de Arte Sacro, una de las carencias de la ciudad. Un reciente inventario de los bienes de la Diócesis de Málaga ha puesto de manifiesto la existencia de más de 11.000 piezas de gran valor artístico, de ellas unas dos mil en la Catedral. El templo mayor de la capital cuenta con un pequeño museo, pero insuficiente para todo el legado artístico que atesora el monumento.

Antecedentes

La idea de convertir las salas del Palacio Episcopal en Museo de Arte Sacro tiene un claro y exitoso antecedente, la exposición 'El esplendor de la memoria (El arte de la iglesia de Málaga)', que entre marzo y mayo de 1998 sacó de iglesias y conventos un centenar de piezas de gran valor. La organización de esta exposición era una de las cláusulas del convenio de colaboración entre Cultura y Obispado de Málaga.

La propuesta de la Junta es ayudar al Obispado a montar este museo que se nutriría tanto el patrimonio eclesiástico como del que pertenece a las administraciones públicas en virtud de la desamortización de bienes eclesiásticos del siglo XIX.

Desde el Obispado, por su parte, se ha acogido favorablemente la idea del museo, aunque desde la Comisión de Patrimonio se ha visto también la posibilidad de destinar algunas de sus salas a los archivos Histórico Diocesano y Catedralicio. Ya se ha encargado un proyecto para este traslado, pero las autoridades eclesiásticas están abiertas a cualquier otra propuesta para el mejor uso de las salas y las instalaciones del Episcopal.

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