El busto ha sido realizado en bronce. Tiene un peso de 650 kilos de peso y representa a Pedro de Mena con las herramientas en la mano observando el boceto del futuro Cristo crucificado. Se ha realizado en fundición de bronce con molde de cera perdida. La pieza escultórica se posa en un pedestal de mármol de color crema Loja con unas dimensiones aproximadas de 0,70 x 0,50 x 1,80. El volumen es de 630 litros y tiene un peso de 1500 Kg. La leyenda está tallada al chorro de arena.
Cabe recordar que este busto se encuentra en las proximidades de la Catedral, al final de la antigua y estrecha callejuela de Afligidos, donde tuvo su casa y su taller el célebre escultor Pedro de Mena y Medrano. Allí vivió el último periodo de su vida, hasta su muerte en 1688.
PEDRO DE MENA
El escultor Pedro de Mena llegó a Málaga en 1658 procedente de Granada de donde era natural, para hacerse cargo de ejecutar la imaginería de la sillería del coro de la Catedral malacitana. Con este motivo, con treinta años de edad y en el ecuador de su vida, se instaló en la ciudad. Permaneció en ella su familia y taller, mientras el escultor viajó a Madrid y a Toledo, donde en 1663 fue nombrado escultor de su catedral. Después, regreso a Málaga. En marzo de 1679 compró unas casas situadas en la calleja sin salida que estaba frente a la desaparecida plazuela del convento del Cister, en la que hoy, ensanchada, se conoce como calle Afligidos, donde tuvo su casa y taller. Mena es nombrado teniente de alcaide del Castillo y Fortaleza de Gibralfaro. Cayó poco después gravemente enfermo y murió el 13 de octubre de 1688 en su casa de calle Afligidos, quedando su discípulo Miguel de Zayas al frente del taller, a la vez que su viuda se ocupaba de los asuntos económicos del mismo.
Fuente: Ayuntamiento de Málaga
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