-¿Qué rasgos fundamentales ofrece la evolución de la Historia del arte en Málaga?
-Se trata de una evolución riquísima que ofrece multitud de miradas posibles. En este trabajo hemos tratado esta evolución por periodos y nos hemos centrado en Málaga y su provincia. Dentro de estos periodos, en determinadas épocas hay piezas y maestros que destacan y así aparecen en la enciclopedia.
-¿Cuáles serían, en su opinión, esos hitos del patrimonio histórico-artístico de la provincia?
-Por ejemplo, tenemos una magnífica Catedral que se empieza a construir en el siglo XVII y cuya edificación se prolonga en el XVIII. Sin salir del ámbito de la arquitectura, en el siglo XVII, después de la crisis, por promoción de determinadas personas nobles de la ciudad se realiza el camarín-torre de la iglesia de La Victoria que es una pieza señera, la gran aportación de Málaga al Barroco. En ese mismo periodo, la escultura surge con fuerza debido al empuje que van a tener las hermandades de pasión en Málaga. Esas entidades realizan encargos muy importantes y figuras como Pedro de Mena se trasladan a Málaga para llevar a cabo esos encargos, sin olvidar su majestuoso Coro de la Catedral. De esta forma, Málaga se convierte en un taller que 'exporta' obras al resto de España. Además, en el siglo XVIII aparece una figura muy importante como Fernando Ortiz, que conecta con la Corte. Ya en el siglo XIX conviene resaltar la renovación arquitectónica que se produce en Málaga, debido a la desamortización que destruyó casi todos los conventos del Centro Histórico. Entonces llega un plan de reforma interior y surge la Málaga del siglo XIX, que hasta hace no demasiado se valoraba más bien poco, aunque por suerte esta apreciación está cambiando. Tampoco conviene olvidar la notable escuela de pintura del siglo XIX y el auge del monumento público. Ya en el XX hay movimientos culturales como la Generación del 27 o pintores muy significativos, de Moreno Villa a Picasso.
-Ha comentado que la arquitectura malagueña del XIX no era muy valorada hasta hace poco tiempo. ¿Cree que ha sucedido lo mismo con otros periodos de la Historia del Arte de la provincia?
-Ahora hay una conciencia del patrimonio, aunque se trata de un fenómeno todavía reciente. Quizá la arquitectura del XIX, por estar muy próxima a nosotros y considerarse desde el punto de vista utilitario, no se ha valorado demasiado.
-¿Considera que esa conciencia sobre la riqueza del patrimonio histórico de la provincia está ahora más asentada?
-Creo que sí. Además, obras como esta enciclopedia ayudan a tomar esa conciencia. Al menos ese ha sido el objetivo con el que hemos trabajado en ella. He insistido en ofrecer al público un alto nivel de conocimiento para que valoren este patrimonio extraordinario que nos rodea. Por ese motivo, a la enciclopedia se le ha querido dar un marcado carácter didáctico. Unos volúmenes se quedan en la época que tratan, pero otros ofrecen un recorrido cronológico más amplio.
-Además de esa búsqueda de la versatilidad, ¿cuál ha sido el armazón conceptual de la enciclopedia?
-Hemos querido ofrecer un planteamiento muy esquemático. Ver una evolución del arte en Málaga desde la Prehistoria hasta hoy y, dentro de cada periodo, abordar la arquitectura, la pintura, la escultura, sin olvidar un volumen general dedicado a las artes menores en cada periodo. También hay otros dedicados a las artes efímeras o las artes escénicas...
-Estas últimas son disciplinas que a menudo no incluyen las enciclopedias tradicionales.
-Así es. En este trabajo hemos querido abrir el abanico para ofrecer una mirada seria y rigurosa sobre estos campos.
Velar por la conservación
-La enciclopedia se centra además en el patrimonio histórico de la provincia que ha desaparecido.
-Sí, nos parecía un asunto muy importante. Málaga ha perdido mucho patrimonio. Siempre se ha dicho que Málaga perdió mucho durante la Guerra Civil, pero no fue solo en este periodo. Antes, en el 31, antes con la desamortización... El Centro Histórico de la capital, sin ir más lejos, es casi nuevo, desde el punto de vista histórico. Se perdieron muchos conventos, que encerraban un patrimonio riquísimo. Y antes de la desamortización llegó la ocupación francesa y antes las múltiples revueltas que se han sucedido en la provincia... Málaga ha estado muy azotada en su patrimonio, pero lo que nos queda, debemos conservarlo. Incluso se debería hacer aún más. Por ejemplo, los hornos de cerámica que hay en la calle Chinchilla, al lado del Museo del Vidrio, deberían conservarse. No sólo estudiarlos, documentarlos y luego poner un edificio encima. Si existió un barrio de alfareros y olleros del que apenas queda la toponimia, si están los hornos ahí, vamos a ponerlos en valor porque resultaría muy interesante. En la valoración del patrimonio de la provincia se ha producido un fenómeno curioso: hemos pasado de decir que aquí no había nada a darnos cuenta de que en la provincia hay mucho. Hemos aprendido a valorar el patrimonio artístico de la provincia y eso está contribuyendo a su conservación.
-Un círculo virtuoso que precisa de formación e información.
-Exacto. Y ahí entran trabajos como esta enciclopedia sobre la Historia del Arte en Málaga en que la han trabajo casi treinta especialistas de gran prestigio. Además, esta obra tiene una marcada vocación divulgativa. En este sentido, se ha prescindido de todo el aparato crítico como notas al pie de página y se ha cuidado mucho tanto el lenguaje como el nivel general. Hay aportaciones que son auténticas primicias que se podían haber publicado en otros ámbitos y sin embargo estos compañeros han sido muy generosos, aportando sus trabajos todavía inéditos para darlos a conocer esta obra de divulgación
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