LA OPINIÓN. A partir de finales del XVIII llegaron a Málaga personas de lugares tan dispares como La Rioja, Francia, Estados Unidos, la antigua Prusia, Suecia o Italia que han dado nombre a calles, jardines, palacios, asilos, hospitales y barrios. La Mirada de Málaga, del periodista de La Opinión Alfonso Vázquez, cuenta la historia de muchos de ellos.
La portada muestra a un grupo de jóvenes malagueños patinando en los Baños del Carmen hacia el año 1925, con la Catedral al fondo. Durante año y medio, el periodista ha recopilado información y se ha entrevistado con cerca de 60 personas, la mayoría de ellas descendientes de las familias protagonistas de esta obra, que han compartido con el autor historias y recuerdos, además de las fotos más representativas de sus respectivos álbumes familiares, muchas de ellas nunca publicadas y que han sido reproducidas por el fotógrafo Francis Silva.
A lo largo de algo más de 200 páginas, La Mirada de Málaga cuenta la historia de las familias Bolín, Caffarena, Cánovas del Castillo, Creixell, Crooke, Gálvez, Gross, Grund, Heredia, Huelin, Krauel, Larios, Loring, Muñoz Rojas, Oliva, Pérez Estrada, Scholtz, Souviron, Taillefer y Temboury.
Hablan los Larios
Entre las novedades que aporta la obra se encuentra la colaboración de la familia Larios, que por primera vez participa en un libro de estas características. El nieto del IV marqués de Larios, Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna, marqués de Paúl, ha sido la persona que ha compartido muchos de los datos de la saga familiar.
También hay sorpresas como una foto de estudio original de Hans Christian Andersen, aparecida en un viejo álbum de la familia Scholtz, que aunque ya no cuenta con personas que en Málaga lleven su apellido, sí tienen descendientes en la familia Loring, que ha aportado el álbum. Es muy probable que la foto fuera un regalo directo del escritor a la familia, dado que cuando el danés visitó Málaga en 1862, el cónsul de Suecia y Dinamarca, que le acogió de forma muy cálida, era Enrique Scholtz Caravaca. Esta familia malagueña contribuyó sin duda a que Andersen se llevara tan buena impresión de la ciudad.
Además, de la familia Heredia se da a conocer la vida del hermano menor de Manuel Agustín, Martín Heredia y la de sus descendientes. Aunque siempre estuvo a la sombra del poderoso industrial, Martín Heredia hizo una importante carrera y su azucarera de La Malagueta se encuentra plasmada en el techo del Cervantes. Sus herederos cedieron parte de los terrenos de la Azucarera en 1969 para la parroquia de San Gabriel.
Y es que La Mirada de Málaga está llena de historias, algunas no muy conocidas. Y así, mientras se ha hablado mucho de Luis Antonio Bolín, que contrató con Juan de la Cierva el avión Dragón Rapide que transportó a Franco de Canarias a Marruecos, pocos conocen la vida de Lourdes Bolín de la Mora, hijastra del jefe de la Aviación Republicana, enviada durante diez años a Rusia y en estrecho contacto con La Pasionaria.
Y si de don Antonio Cánovas del Castillo, el gran estadista, conocemos casi toda su vida y obra, en su familia también encontramos a Antonio Cánovas del Castillo Vallejo, que en 1904 fundó en Madrid un estudio fotográfico por el que pasaron los grandes personajes de la época y la Familia Real. O qué decir de Antonio Cánovas del Castillo Rey, el primer español en ganar un Oscar de Hollywood por el vestuario de la película Nicolás y Alejandra, de 1971.
En el libro aparecen otros personajes entrañables cargados de historia como el senador Ignacio Huelin Vallejo; el orfebre José Rafael Caffarena Ambroggio; Rafaela Campos Torreblanca, la hija de los marqueses de Iznate; el famoso doctor Gálvez; don Juan Temboury, el salvador de la Alcazaba; Teodoro Gross Gayen, el propietario de Villa Clara, una mansión antisísmica; la benefactora Trinidad Grund; Carlos Krauel Molins, el protector de los jesuitas; el médico y alcalde de Málaga Manuel Pérez Bryan; el ginecólogo José Luis Oliva Marra-López; el poeta José Antonio Muñoz Rojas; la emprendedora María Eugenia Gross Loring; Sebastián Souviron, el alcalde de la calle Larios o Augusto Taillefer Panyagua, un genio de los negocios.
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