jueves, 7 de marzo de 2013

Se desprende parte de la cornisa del Palacio de Trinidad Grund a los 4 años de su restauración



A sus casi 80 años, hay pocas cosas que le hagan temblar el pulso a doña Mercedes. Entre ellas no están los diez metros de la cornisa superior del edificio en el que vive que se desplomó ayer arrastrando un paño de tejas de la cubierta. Los escombros aplastaron tres vehículos aparcados en la zona azul de la calle Vendeja, perpendicular a la calle Córdoba. Viuda desde hace años, esta mujer es la única vecina del antiguo Palacio de Trinidad Grund en el que vive desde los cinco años, cuando dice que su padre alquiló el piso por 125 pesetas. Pero no vive sola en la última planta. «Vivo con Dios, que es el mejor amigo que hay», espetó mientras mantenía a raya a periodistas, bomberos y policías, de los que rechazó toda asistencia. A doña Mercedes sólo le extraña que haya pasado apenas un año y pico después de que el edificio, del siglo XVIII, fuera rehabilitado por su propietario, al que las autoridades localizaron un par de horas después del suceso para solicitarle el seguro de responsabilidad civil y exigirle que reparara la cubierta lo antes posible.

Bastante más afectado que Mercedes llegó José Antonio, quien, tras 30 minutos buscando aparcamiento, consiguió colocar en zona azul su Audi A4 blanco justo debajo del edificio para ir al dentista. Aunque tiene el coche asegurado a todo riesgo, su cara se estremeció al ver cómo un bombero comenzó a quitar los escombros del capó con una pala. «Tiene siete años, pero estaba como nuevo. Lo pinté hace más o menos un año», explicó el propietario nada más llegar al lugar de los hechos alertado por su hermana, que trabaja muy cerca de allí.

La calle Vendeja quedó acordonada desde la calle Córdoba hasta la plaza Poeta Alfonso Canales, desde donde se asomaron las otras dos propietarias de los vehículos más afectados para comprobar los daños. El destino quiso que las dos sean compañeras de trabajo.

La peor parte se la llevó el Citroën Sara de siete años de Laura Calvo, completamente aplastado por los escombros. Laura, que es geógrafa y sólamente tiene seguro a terceros, aseguró que suele aparcar por la zona porque trabaja en un edificio de la plaza de la Marina y que no podía creerse lo que había pasado porque «el edificio parece nuevo». «Nos hemos enterado por las fotografías que la prensa estaba colgando en internet. Cuando he comprobado que era el mío he roto a llorar. Quedarte sin coche con la que está cayendo...», añadió la joven.

Su compañera Francisca Escorza es la dueña de un Citroën C4 de apenas tres años que aparcó sobre las 7.00 horas y que ha quedado muy dañado en la zona trasera: «Es un milagro que no pasara nadie en ese momento. Pase lo que pase saldremos perdiendo, ya que seguramente recuperemos el valor del coche por la fecha de su matriculación».

Los técnicos de Urbanismo estudian las causas del siniestro. Aunque la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga investiga las causas del suceso, el Área de Seguridad comunicó ayer que la propia Gerencia dictó en 2007 «una orden de ejecución para tareas de conservación del edificio que fueron ejecutadas por la propiedad en 2009». Las mismas fuentes añadieron que en dichos años «se llevaron otras actuaciones de mantenimiento con su correspondiente licencia de obra menor». En todo caso, los técnicos municipales contactaron con la propiedad para que acometieran a la mayor brevedad la reparación y restitución de la cubierta. Por su parte, el concejal socialista Sergio Brenes anunció que pedirá explicaciones en el Consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo de hoy sobre el desprendimiento y «conocer el estado en el que se encuentra la estructura de este edificio del siglo XVIII».
JOSE TORRES La Opinión de Málaga

El Ayuntamiento de Málaga no descarta que el edificio de la calle Vendeja, del que este miércoles se desprendió parte del faldón de la cubierta, pudiera tener algún vicio oculto que, con las intensas lluvias, hubiera favorecido este derrumbe.

De hecho, el delegado municipal de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, ha solicitado a los técnicos un informe con el que tener un diagnóstico más exacto de las causas que provocaron el desprendimiento, por el que tres coches que estaban estacionados resultaron destrozados y por el que la única inquilina del inmueble tuvo que ser desalojada de forma preventiva.

A priori, el Ayuntamiento no descarta ese defecto oculto, que habría aparecido por las intensas lluvias. Asimismo, el derrumbe habría estado facilitado por "la estructura del propio tejado, que es muy vertical", según ha señalado a Europa Press Maldonado.

Por su parte, el propietario de este palacio, situado en el número 1 de calle Vendeja y el 9 de Trinidad Grund --por la que se accede--, ha iniciado ya las obras para la reparación y restitución de la cubierta.

Maldonado ha recordado que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) se había dictado una orden de ejecución en 2007 relativa a realizar tareas de conservación del edificio, las cuales fueron ejecutadas por la propiedad en 2009. También consta que se llevaron a cabo otras actuaciones de mantenimiento del inmueble con su correspondiente licencia de obra menor.

Por tanto, el delegado municipal ha manifestado que "la actuación realizada indicaba que el edificio, salvo situaciones justificables por algún tipo de vicio oculto, estaba en buen estado y no tenía problemas aparentes".

El desprendimiento a la vía pública de parte de la cubierta que da a calle Vendeja se produjo sobre las 12.15 horas, cayendo un paño de tejas de una extensión aproximada de unos 10 metros lineales.

Tras producirse el desprendimiento, varias dotaciones de la Policía Local y del Real Cuerpo de Bomberos, así como técnicos de la Gerencia de Urbanismo, se personaron en el lugar para coordinar las actuaciones a seguir.

En primera instancia, se procedió a la evacuación del edificio y a acordonar debidamente la zona, así como a comprobar que no había ninguna persona lesionada.

Los efectivos de Bomberos se encargaron de evaluar los daños y de investigar la posible evolución de los mismos, llevando a cabo, concretamente, el balizamiento de la zona, la inspección de las lesiones de la edificación, el saneamiento de los elementos constructivos susceptibles de caer a la vía pública y, en colaboración con la Policía Local, la retirada de los vehículos siniestrados, que quedaron semisepultados.

En general, se llevaron a cabo medidas de saneamiento y prevención para garantizar la seguridad y se procedió al desalojo preventivo de la inquilina de la vivienda situada en la cuarta planta mientras se lleva a cabo la reparación de la cubierta. Al respecto, Maldonado ha informado de que se ofreció el realojo correspondiente a esta mujer, que optó por irse a casa de una amiga. Europa Press

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