domingo, 24 de enero de 2016

El Centro ha perdido uno de cada cuatro edificios históricos en 15 años.De los 800 inmuebles que había en el año 2000, se han derribado 205 inmuebles construidos antes del año 1900


205 edificios históricos perdidos entre 2000 y 2015
La plataforma Torrevigía data en 205 los edificios con más de 100 años perdidos en el Centro desde el año 2000, uno de cada cuatro de los 800 censados.
1.008 órdenes de conservación de Urbanismo desde 2008
Urbanismo se defiende con que desde 2008 se han emitido 1.008 órdenes de conservación en el Centro Histórico, a lo que habría que sumar sólo 73 expedientes de ruina desde ese año.
27 edificios perdidos por los museos Picasso y Thyssen
Estos proyectos supusieron el derribo de 27 edificios históricos.
Los proyectos del Picasso, el Thyssen, y los entornos de Camas y Beatas, donde más se han perdido


El Centro Histórico ha dejado de ser un poco menos histórico en los últimos quince años, en los que se ha datado la pérdida de 205 edificios construidos antes del año 1900, lo que ha supuesto uno de cada cuatro que se conservaban en el año 2000. La época del boom inmobiliario, grandes proyectos de equipamiento y el abandono de edificios durante décadas ha propiciado la pérdida de este patrimonio inmobiliario.
El censo de pérdida de edificios, fruto de un concienzudo estudio del empresario malagueño Antón Ozomek, perteneciente a la plataforma por la defensa del patrimonio Torrevigía, muestra la continuada desaparición de edificios históricos pese a la existencia de una amplia protección en el núcleo histórico de la ciudad.
Los grandes proyectos de equipamientos en el Centro Histórico –Museo Picasso y Museo Thyssen– están detrás de una parte importante de la pérdida de estos edificios, la mayoría viviendas de la burguesía malagueña del siglo XIX, aunque también hay un número importante de inmuebles del siglo XVIII que han desaparecido y que estaban en el entorno de Beatas y en la antigua Judería.
Estos museos fueron la palanca legal para eliminar a un buen puñado de inmuebles y reordenar zonas del Centro Histórico. En concreto 19 cayeron por el Museo Picasso y la reordenación del entorno de la Judería y 8 por el Museo Thyssen, para la zona administrativa y la ampliación trasera del museo hasta la calle San Telmo.

En el caso del Museo Picasso y la Judería es cierto que gran parte de los edificios estaba en muy mal estado de conservación, pero además se aprovechó para reordenar la trama de calles estrechas que era el último vestigio del antiguo barrio judío de la ciudad y que desapareció.
Otros espacios muy castigados por la pérdida de edificios con más de 125 años de antigüedad son los entornos de Camas y Beatas. En el primero se eliminó parte del trazado para crear la actual plaza. Además, se han producido diversas actuaciones que conllevaron la pérdida de edificios históricos, como la construcción del hotel Posada del Patio, con el derribo de diez edificios del siglo XIX de los que sólo se conservaron las fachadas en dos de ellos.
Precisamente este hotel no ha sido el único que se ha construido a costa de edificios históricos, el hotel Molina Lario, el Ítaca, el Tribuna y el proyectado de Moneo en Hoyo de Esparteros se han realizado a costa de eliminar inmuebles con más de un siglo de vida. En algunos casos, al menos, se ha conservado la fachada para dar un revestimiento histórico a un interior moderno. Aquí también habría que incluir el antiguo Palacio de Solesio, en la calle Granada, que fue un fallido proyecto de hotel de Salsa que arrasó con toda una manzana histórica aprovechando el mal estado de uno de sus inmuebles. Y ahí sigue el solar, desde 2006 sin movimiento, aunque ahora parece que hay una empresa interesada en retomar el proyecto.
Beatas y casos singulares. El entorno de Beatas es más sangrante. Gran parte de la pérdida de edificios históricos, muchos del siglo XVIII en Tomás de Cózar, es fruto del abandono y la ruina. Los problemas legales de algunas edificaciones o las dificultades por localizar a los dueños, con propiedades muy fragmentadas por los repartos de herencias, han ocasionado verdaderos problemas para el seguimiento y exigencia de conservación.
Hay casos llamativos por la pérdida de carácter histórico en las actuaciones realizadas. Ocurre con el Pasaje de Heredia, en la esquina de la plaza de la Constitución con la calle Granada, que es el pasaje comercial más antiguo de España, originario de 1836. Las distintas modificaciones a lo largo de la historia y la última rehabilitación sufrida le han hecho perder esa imagen, para quedarse como un pasaje comercial moderno y sin carácter histórico.
La apertura del Pasaje Gordon en Pozos Dulces y la construcción de un centro social, así como la casa hermandad de las Penas también supusieron la sustitución de edificios históricos, sacrificados para revitalizar ese entorno.
Más duro fue el derribo de los grandes edificios de la Plaza del Teatro, de 1851, de los que solo se conserva la fachada que envuelve un gran solar en su lugar



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