sábado, 13 de agosto de 2016

La Feria de Málaga se viene conmemorando desde 1491 según cédula de los Reyes Católicos. Los orígenes de la Feria de Málaga por María Pepa Lara García

Cartel de la Feria de Málaga de 1894 por Martínez de la Vega
Museo de Artes Populares
La Feria de Agosto tiene su origen en la conquista de Málaga por los Reyes Católicos y, con sus alteraciones y variantes, se viene conmemorando desde 1491 por orden expresa de los monarcas
Málaga fue conquistada por los Reyes Católicos el 19 de agosto de 1487. En la Colección de Originales aparecen varios documentos de los RR.CC., uno del 28 de septiembre de 1489 concediendo a la Ciudad: «Un día en cada semana de mercado franco». Con igual fecha se permite que haya feria franca desde el 20 de septiembre hasta el 10 de octubre, todos los años, a partir de 1490. En este mismo sentido, el 21 de diciembre de 1490, los monarcas, «deseando el mayor ennoblecimiento de sus vecinos», se la prorrogan por diez días más perpetuamente. Y en otra cédula de 10 de enero de 1499 se fija en jueves el día de la semana que debería haber mercado franco.
En relación con las fiestas, vamos a ver aquellas que, celebrándose en agosto, son un indudable origen de nuestros festejos. En las Actas Capitulares del 7 de marzo de 1491, ya hay referencia a la fiesta de Santa María de Agosto, y el 6 de abril del mismo año, vemos que acuerda la Ciudad «que en conmemoración de la conquista de Málaga por los Reyes Católicos se haga una fiesta cada año, el día 15 de Santa María de Agosto», en la que participarían la Justicia, regidores y oficiales públicos.
Y el 17 de agosto de 1492 se acordó hacerlo el día 19, día de San Luis, «en que la ciudad se ganó a los moros».
Es decir, que las fiestas de agosto, sin entrar en pormenores de feria y fiesta, que se celebran en nuestra ciudad, tienen su origen en la conquista de la misma. Las alteraciones habidas con el tiempo no cambian estos propósitos. La Feria de Agosto tiene su origen en la reconquista de Málaga por los Reyes Católicos y, con sus alteraciones y variantes, se vienen conmemorando desde 1491 por orden expresa de los monarcas.
Hoy, las cosas son diferentes, ni peores ni mejores: distintas. Por supuesto, que la motivación es otra, la tradición histórica y religiosa se ha perdido, aunque persista la fecha. Aquellos matices militares y religiosos se difuminan en una Feria eminentemente festiva y alegre. Casi nos atreveríamos a decir que nuestra feria es hoy, fundamentalmente, turística.
Como decíamos, a finales del siglo XIX, las fiestas estuvieron vinculadas a la religión –Corpus Christie, Virgen del Carmen, de la Victoria–. Concretamente en 1884 se cambió al 16 de julio –Virgen del Carmen–; antes se había celebrado en junio, Corpus, porque argumentaban que en dicho mes era la mayor afluencia de forasteros a los baños de mar.
Se ha estimado, a veces, erróneamente tomar como punto de partida o génesis de la Feria, la fecha de 1887, fiesta en las que se conmemoró el IV Centenario de la entrada en la ciudad de los Reyes Católicos. Lo que sí es cierto es que aquel IV Centenario propició unos festejos excepcionales, que siguiendo o no la tradición serviría de modelo a las ferias venideras.

En 1884 se instaló por primera vez luz en la feria de Málaga: 16 aparatos, 8 en la Alameda, 4 en la Plaza de la Constitución y 4 en la Plaza de Riego.
Esta luz vendría muy bien, unos años después, para instalar el cinematógrafo denominado Lumière. Éste fue inaugurado en 1898 en los rellenos del muelle, en los terrenos ganados al mar, el 22 de julio, permaneciendo ese año y los siguientes hasta el mes de septiembre.
Años después, en 1902 y 1905, simultaneaban dicha luz eléctrica, con iluminación incandescente y arcos voltaicos.
También estuvo vinculado a la feria, en esa época, los juegos florales. Más tarde, estos certámenes literarios y los cinematográficos desaparecieron de estos festejos. Unos y otros buscaron y encontraron diversos cauces por los que discurrir, ampliando sus horizontes.
Muchos han sido los cambios que ha tenido nuestra Feria de Agosto a lo largo de los años. Hubo período de franca decadencia; algunos años no se celebró por diversos motivos: Guerra de África, Guerra Mundial y Civil; otras veces por carencia de medios económicos, desacuerdos en la organización, falta de motivación, etc.
También ha tenido varios emplazamientos; entre ellos: a comienzos del siglo XX, se instalaba la feria en los terrenos ganados al mar, en los rellenos del Muelle de Heredia, Paseo de Reding, y en el recién creado Parque hasta 1930. A partir de 1932 hasta 1958 en Martiricos –con la excepción de los años: 1936 a 1939 y 1941 que no hubo; y 1940 y 1942 que volvió al Parque–. Desde 1959 hasta 1967 en el Parque; 1968, Paseo Marítimo; después en el Polígono Alameda; Polígono El Viso. Desde 1981 a 1997 Teatinos; Colonia de Santa Inés y, finalmente, a partir de 1998 permanece en el Cortijo de Torres.
Hoy resurge como nunca, también de manera progresiva, ascendente. Todo se conjuga para que nuestra fiesta, haya alcanzado una de sus cumbres, hasta ahora la más elevada, con lo cual podemos decir que la Feria de Málaga es una de las mejores de España.
Contamos, además, con el atractivo que ejerce sobre los turistas nacionales y extranjeros; el incremento y facilidad de las comunicaciones, y la propaganda que aprovecha la difusión que le brinda los distintos medios.

También está creada una infraestructura turística, que le sirve de soporte a estas manifestaciones festivas.

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