Catedral de Málaga |
Juan Manuel Sánchez La Chica, nuevo arquitecto de la Catedral
de Málaga, ha sido miembro del equipo responsable del Plan Director de la
Catedral y de las actuaciones de acondicionamiento de sus cubiertas para
permitir la subida del público. Juan Manuel fue profesor de la Escuela de
Arquitectura de Madrid desde el año 2000 al 2003 y es profesor de Proyectos
Arquitectónicos de la Escuela de
Arquitectura de Málaga desde el año 2007, donde actualmente ostenta el cargo de
Coordinador de Grado y presidente del tribunal Fin de Carrera. En el año 2016
consiguió el título de doctor arquitecto y formó parte del equipo que realizó
la primera fase de la rehabilitación de los edificios del Seminario Diocesano y
el proyecto de adecuación de las cubiertas de la Catedral para la visita
turística, proyectos premiados por el Colegio Oficial de Arquitectos.
¿Cómo recibe este encargo? ¿Qué le mueve a aceptar esta
responsabilidad?
La Catedral es el
edificio más importante de Málaga, es el más bello, el mejor construido y el documento vivo más importante de nuestra
ciudad. Pero, sobre
todo, la Catedral es la sede o cátedra episcopal, lugar desde donde el obispo
preside la comunidad cristiana, enseñando la vida de fe y la doctrina de la
Iglesia. Es evidente que recibir este encargo es un gran honor y a la vez, una
gran responsabilidad. Pero el ejercicio de la arquitectura siempre implica
responsabilidad; proyectar, construir o reformar una casa para una familia, por
muy humilde que sea, también lo es. Pero esta es lógicamente mayor porque
estamos en la casa donde la Diócesis acoge a todos sus feligreses y en el
edificio con mayor valor patrimonial de nuestra ciudad. Aún disfrutando de la
felicidad que implica esta tarea, ésta no debe distraernos ni un solo día en la principal tarea que en
este momento nos compete, que no es otra forma que la de trabajar en la puesta
en valor del principal templo de la ciudad.
¿Qué significa ser arquitecto de un edificio como la
Catedral?
Este trabajo implica un importante compromiso personal con la
Catedral y con aquellas personas que han depositado su confianza en ti.
Trabajar en la Catedral es un verdadero privilegio, día a día te acompañan en
tu labor arquitectos como Diego de Siloé, Pedro López, Diego de Vergara, Pedro
Día de Palacios, José de Bada, Antonio Ramos y José Martín de Aldehuela. Como
profesor de la universidad, también será un privilegio poder transmitir a los
alumnos la sabiduría de estos grandes maestros de la arquitectura.
Cuando habla de la Catedral se le nota que le unen muchas
cosas a este edificio… ¿Qué ha aprendido desde que tiene la suerte de trabajar
en él?
Durante los seis últimos años hemos trabajado en el Plan
Director de la Catedral y en las obras de acceso a las cubiertas. Estos
trabajos han requerido de un esfuerzo que va más allá de una interpretación
histórica. Al trabajar directamente sobre la fábrica de la Catedral, nos están
hablando aquellos canteros, arquitectos, cabildos y obispos que entregaron su
vida en el empeño de levantar el templo. Trabajando en la Catedral comprendes
que no quedan tan lejos estas personas, que como nosotros, se planteaban
problemas similares. La búsqueda de la belleza, de la utilidad y la necesidad
de transmitir un significado es un invariante que desde siempre se ha deseado
alcanzar a través de la arquitectura.
¿Qué importancia tiene la Catedral de Málaga para la ciudad y
para la arquitectura religiosa española?
La Catedral de Málaga es, vista desde la historia del arte,
el edificio más valioso de la ciudad. Es un complejo monumento resultado de un
esfuerzo colectivo y prolongado durante siglos. La Catedral de Málaga contiene
una información fundamental para quien quiera conocer la forma y desarrollo en
el tiempo de la ciudad, la historia de la Iglesia, incluso la evolución del
pensamiento eclesiástico y artístico en los años que duró su construcción. Sus
piedras labradas, los manuscritos, partituras, esculturas, ropa, cuadros y
reliquias que guarda nos revelan que la Catedral es monumento y a la vez un
valioso documento. No obstante, la Catedral es un edificio vivo y contemporáneo
que se ha ido modelando y transformando a lo largo de la historia según sus
necesidades.
Desde el punto de vista de su arquitectura, la Catedral de
Málaga es realmente un edificio singular. Verdaderamente
su seña de identidad no reside en su estado inacabado y menos aún en que falte
por terminar la torre sur. La
Catedral de Málaga demuestra la valentía de aquellos obispos que la iniciaron
en un estilo renacentista, importado de Italia y absolutamente trasgresor en
aquellos tiempos. También demuestra el empeño de los que les sucedieron en
llevar a cabo la difícil tarea de, siendo fieles a los estilos de su tiempo,
continuar la Catedral siguiendo las trazas con las que fue ideada en su inicio.
Para aquellos que piensan que la ausencia de la torre sur es
la seña de la identidad de nuestra catedral les animaría a admirar la magistral integración entre la fábrica
renacentista y la barroca. No deja de sorprenderme cómo sobre un
edificio renacentista con un fuerte carácter de fortaleza se levanta una
arquitectura palaciega que quiso estar repleta de torres con grandes balcones y
decorada con alegres motivos ornamentales. Pero sin lugar a dudas el espacio interior de la Catedral está
concebido a través de la repetición de una columna que es única en la historia
de la arquitectura. Nuestro pilar compuesto
por un primer cuerpo de columnas corintias sobre el que se superpone una
esbelta pilastra hace que la Catedral alcance la altura de un templo gótico.
Una característica única y que solo está en nuestra Catedral.
Se trata de un edificio vivo, en continua evolución. ¿Cuáles
son sus necesidades actuales?
Es evidente que la Catedral es un edificio vivo y, como
templo que es, se ha adaptado paulatinamente a sus necesidades funcionales. En
el Plan Director, recientemente presentado a las administraciones públicas, se
estudian aquellas necesidades de la Catedral, algunas de ellas atañen a la
adaptación a las nuevas necesidades litúrgicas y otras a necesidades que nunca
quedaron resueltas por el estado inacabado del edificio. También es evidente
que la Catedral necesita actuaciones periódicas de mantenimiento y de
restauración, pero más aún la nuestra, la cual adolece de graves problemas por
su estado inacabado. Tras innumerables e infructuosos intentos por solucionar
los problemas de entradas de aguas en la Catedral, es evidente que se hace
necesario el estudio de una solución definitiva. Es absolutamente necesario
evitar la entrada de agua si queremos que nuestra Catedral permanezca en pie
otros quinientos años. Poco a poco, esta entrada de agua está provocando que
perdamos los yesos y tallas ornamentales que cubren las bóvedas. Pero más preocupante
es aún cómo el agua está meteorizando la piedra de las bóvedas de este
maravilloso espacio. Sin lugar a dudas y como todos sabemos, para mantener
adecuadamente cualquier edificio es prioritario evitar la entrada de aguas
pluviales.
Pero también es cierto que más allá del problema de las
humedades, el estado inacabado de la Catedral impide la capacidad del templo de
cumplir su función significante e inevitablemente no alcanza la belleza que nos
revelan los magistrales e históricos dibujos de la Catedral que realizaron los
grandes maestros que en ella intervinieron.
¿Es para eso para lo que se elabora un Plan Director? ¿Qué es
exactamente?
Un plan director es un documento que fija un criterio y sirve
de guía para todas las acciones necesarias para la conservación, adecuación y
promoción del monumento. Para ello son necesarias tres fases de trabajo:
conocimiento del monumento, interpretación de su significado y diagnóstico de
lo necesario para su conservación, y propuesta de acciones.
Como desarrollo de la primera fase, este Plan Director recoge
el conjunto de estudios que definen el estado actual del conocimiento de la
Catedral de Málaga, y promueve nuevos estudios para conocer mejor aspectos
imprecisos. Tras analizar estas aportaciones en la segunda fase, propone en la
tercera las intervenciones necesarias para, conservando sus valores históricos
y culturales, promover su uso y conservación futuros.
Un Plan Director es un documento administrativo muy distinto
a un Proyecto Arquitectónico. Éste propone una forma constructiva final. Muy al
contrario, un Plan Director no debe proponer una forma final. Este Plan
Director no propone siquiera una imagen final, el objetivo de este Plan es
plantear una línea de actuación, un vector, que permita conducir a la Catedral
a su mejor conservación y uso.
Hasta ahora el templo no disponía de esta útil herramienta,
pero gracias al empeño de nuestro obispo, don Jesús Catalá, y del cabildo
catedralicio, ya dispone de la misma, primera piedra en esta nueva etapa de la
Catedral de Málaga.
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