Al año, los temores se han confirmado según informan “La Opinión de Málaga “ y el Diario “Sur”. El Ayuntamiento de Málaga justifica el cierre en los ingresos escasísimos recabados por la institución desde su apertura. Tanto la Hermandad de la Orden de los Caballeros y Damas del Císter que gestionaba el patrimonio del Museo , como una trabajadora y el director del mismo el historiador del arte y profesor de la Universidad de Málaga , Juan Antonio Sánchez López se han mostrados sorprendidos y molestos ante la falta de información y lo precipitado de la actuación.
Según cuenta Diario sur “A las puertas del museo, la tristeza y la preocupación eran palpables en las caras de los trabajadores, que no sabían qué iba a pasar con las obras que se encontraban en su interior. En este sentido, conviene recordar que hasta el día de ayer, el Museo de Arte Sacro mantenía en exposición un conjunto de unas 70 obras de arte. Entre sus fondos figuran las pinturas 'Santo Tomás de Aquino' (1712-1813) de Antonio Palomino o 'Verónica de la Virgen' (1575-1600) y la 'Virgen de la Rosa' (1604-1607) de Segismundo Leire. Asimismo, el museo ofrecía la obra de arte de mayor antigüedad de la provincia: 'Virgen de los Peligros', datada en torno a 1230.”
Pero sin duda lo que hace único al Museo a la Abadía de Santa Ana del Císter es su vinculación con Pedro de Mena , destacando los magníficos bustos de la Dolorosa y el Ecce Homo de 1676.
La Abadía de Santa Ana del Císter – Museo de Arte Sacro junto a la Sillería del Coro de la Catedral y la casa taller de Pedro de Mena, hoy incongruente Museo Revello de Toro forman un gran circuito de la escultura barroca al que Málaga no puede renunciar. Seguro que existen fórmulas para mantener el museo del Císter, ¿ o es que la oferta turístico-cultural de Málaga ha tocado techo? Por supuesto que no. Confiamos en una reacción contundente de la sociedad malagueña que haga posible la reapertura inmediata y el futuro éxito del Museo de Arte Sacro de la Abadía de Santa Ana del Cister.
1 comentario:
Y luego a la gente se le cae la boca de presumir de cultura cofrade y sensibilidad artística religiosa. ¡Qué catetos semos!
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