El proyecto del primer hotel gran lujo de la capital
malagueña se reactiva y despierta de un letargo de varios que culminará
con el inicio de las obras del Miramar como pronto para finales de año.
La cadena Hoteles Santos, propietarios de este edificio adquirido en
subasta pública en 2008 por 21,5 millones, mantiene su firme propósito
de que este inmueble recobre su época de esplendor de principios del
siglo pasado para 2015, un plazo que tras las continuas demoras se
presenta como complicado de cumplir. Por eso se han iniciado ya los
contactos previos a la tramitación técnica y presentación del proyecto
básico del Gran Hotel Miramar, que se realizará en el Ayuntamiento de
Málaga, para posteriormente proceder a las peticiones de licencia de
obra a esta administración local y a la Consejería de Cultura, que es la
que tiene competencias dado que se trata de un edificio catalogado con
valor arquitectónico, según fuentes oficiales.
En la actualidad lo que se está realizando y se pretende
llevar a cabo en los próximos meses son todos los permisos necesarios
para acometer un proyecto de gran envergadura, que supondrá una
inversión de entre 35 y 40 millones y con el que este inmueble rescatará
los elementos originales que se destruyeron para convertirlo en 1978 en
la Audiencia Provincial. Cabe recordar que desde algunos árboles de los
jardines hasta la fachada y el interior del edificio están protegidos.
De hecho, los dos primeros años de trabajo se centraron en el estudio de
la documentación técnica del proyecto original del arquitecto Fernando
Guerrero Strachan, que ha llevado a cabo el Estudio Seguí, encargado del
proyecto para este gran lujo de 191 habitaciones dobles, nueve suites y
catorce junior suites.
El impacto de la crisis
Después llegó el impacto de la crisis económica en el
sector turístico, pese a lo que los propietarios mantenían que las obras
estarían terminadas para 2012, tal y como se contemplaba en el contrato
de compra. Sin embargo, la consolidación de la recesión provocó que las
cuentas de resultados de los grupos hoteleros y del conjunto de esta
industria se resintieran, por lo que la familia Santos optó por ampliar
la fecha de puesta en marcha del hotel a 2015. Así durante estos dos
años, el proyecto del Miramar quedó adormecido, surgiendo en distintas
ocasiones la sombra de la duda sobre la ejecución de esta iniciativa.
Una incertidumbre que han despejado con contundencia en cada momento los
propietarios, que consideran que el Gran Hotel Miramar será la obra
estrella de un grupo, que preside José Luis Santos. En esta última
etapa, Hoteles Santos ha procedido al mantenimiento a diario tanto del
inmueble como de los jardines, en los que se ha realizado una ardua
labor para proteger a las palmeras de la plaga del picudo rojo.
El inicio de 2013, con las previsiones que barajan de que
en el segundo semestre comenzará la recuperación de la economía, traerá
la reactivación de un proyecto, que aún no se visualizará más que en
los despachos por los imprescindibles trámites para que entren las
máquinas a este recinto.
En este sentido, cabe señalar que el anteproyecto recoge
actuar sobre un solar de 12.883 metros cuadrados, de los que el edificio
ocupa 3.800 y la zona ajardinada 9.083 metros. Sobre rasante, la
superficie construida será de 21.289 metros cuadrados y bajo rasante se
ha proyectado un aparcamiento de 3.336 metros, para 109 coches, que irá
en la parte del hotel que pega a la playa.
En la planta baja se situará el acceso principal desde
una plaza creada en la zona de jardines, recuperando la recepción en el
espacio de doble altura que conforma el vestíbulo principal. El patio
central funcionará como eje de todos los salones de la planta noble. A
ello se sumará la gran terraza de la fachada trasera, que se comunicará
con la piscina, que volverá a su ubicación original y que será
climatizada.
Inversión. Entre 35 y 40 millones, más los 21,5 millones pagados para hacerse en subasta con este edificio.
Plazas. El hotel contará con 191 habitaciones dobles, nueve suites especiales y catorce junior suite.
Servicios. Bajo rasante se ha
proyectado un aparcamiento de 3.336 metros para 109 coches. Además
contará con salones de celebraciones, un gimnasio, spa, y posibilidad de
conectar con un paso subterráneo con la playa.
Plazos. El hotel tiene que estar terminado en 2015.
Pilar Martínez. Diario Sur
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