A sus casi
80 años, hay pocas cosas que le hagan temblar el pulso a doña Mercedes. Entre
ellas no están los diez metros de la cornisa superior del edificio en el que
vive que se desplomó ayer arrastrando un paño de tejas de la cubierta. Los escombros
aplastaron tres vehículos aparcados en la zona azul de la calle Vendeja,
perpendicular a la calle Córdoba. Viuda desde hace años, esta mujer es la única
vecina del antiguo Palacio de Trinidad Grund en el que vive desde los cinco
años, cuando dice que su padre alquiló el piso por 125 pesetas. Pero no vive
sola en la última planta. «Vivo con Dios, que es el mejor amigo que hay»,
espetó mientras mantenía a raya a periodistas, bomberos y policías, de los que
rechazó toda asistencia. A doña Mercedes sólo le extraña que haya pasado apenas
un año y pico después de que el edificio, del siglo XVIII, fuera rehabilitado
por su propietario, al que las autoridades localizaron un par de horas después
del suceso para solicitarle el seguro de responsabilidad civil y exigirle que
reparara la cubierta lo antes posible.
Bastante más
afectado que Mercedes llegó José Antonio, quien, tras 30 minutos buscando
aparcamiento, consiguió colocar en zona azul su Audi A4 blanco justo debajo del
edificio para ir al dentista. Aunque tiene el coche asegurado a todo riesgo, su
cara se estremeció al ver cómo un bombero comenzó a quitar los escombros del
capó con una pala. «Tiene siete años, pero estaba como nuevo. Lo pinté hace más
o menos un año», explicó el propietario nada más llegar al lugar de los hechos
alertado por su hermana, que trabaja muy cerca de allí.
La calle
Vendeja quedó acordonada desde la calle Córdoba hasta la plaza Poeta Alfonso
Canales, desde donde se asomaron las otras dos propietarias de los vehículos
más afectados para comprobar los daños. El destino quiso que las dos sean
compañeras de trabajo.
La peor
parte se la llevó el Citroën Sara de siete años de Laura Calvo, completamente
aplastado por los escombros. Laura, que es geógrafa y sólamente tiene seguro a
terceros, aseguró que suele aparcar por la zona porque trabaja en un edificio
de la plaza de la Marina y que no podía creerse lo que había pasado porque «el
edificio parece nuevo». «Nos hemos enterado por las fotografías que la prensa
estaba colgando en internet. Cuando he comprobado que era el mío he roto a llorar.
Quedarte sin coche con la que está cayendo...», añadió la joven.
Su compañera
Francisca Escorza es la dueña de un Citroën C4 de apenas tres años que aparcó
sobre las 7.00 horas y que ha quedado muy dañado en la zona trasera: «Es un
milagro que no pasara nadie en ese momento. Pase lo que pase saldremos
perdiendo, ya que seguramente recuperemos el valor del coche por la fecha de su
matriculación».
Los técnicos
de Urbanismo estudian las causas del siniestro. Aunque la Gerencia de Urbanismo
del Ayuntamiento de Málaga investiga las causas del suceso, el Área de
Seguridad comunicó ayer que la propia Gerencia dictó en 2007 «una orden de
ejecución para tareas de conservación del edificio que fueron ejecutadas por la
propiedad en 2009». Las mismas fuentes añadieron que en dichos años «se
llevaron otras actuaciones de mantenimiento con su correspondiente licencia de
obra menor». En todo caso, los técnicos municipales contactaron con la
propiedad para que acometieran a la mayor brevedad la reparación y restitución
de la cubierta. Por su parte, el concejal socialista Sergio Brenes anunció que
pedirá explicaciones en el Consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo de hoy
sobre el desprendimiento y «conocer el estado en el que se encuentra la
estructura de este edificio del siglo XVIII».
JOSE TORRES La
Opinión de Málaga
El
Ayuntamiento de Málaga no descarta que el edificio de la calle Vendeja, del que
este miércoles se desprendió parte del faldón de la cubierta, pudiera tener
algún vicio oculto que, con las intensas lluvias, hubiera favorecido este
derrumbe.
De hecho, el
delegado municipal de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, ha
solicitado a los técnicos un informe con el que tener un diagnóstico más exacto
de las causas que provocaron el desprendimiento, por el que tres coches que
estaban estacionados resultaron destrozados y por el que la única inquilina del
inmueble tuvo que ser desalojada de forma preventiva.
A priori, el
Ayuntamiento no descarta ese defecto oculto, que habría aparecido por las
intensas lluvias. Asimismo, el derrumbe habría estado facilitado por "la
estructura del propio tejado, que es muy vertical", según ha señalado a
Europa Press Maldonado.
Por su
parte, el propietario de este palacio, situado en el número 1 de calle Vendeja
y el 9 de Trinidad Grund --por la que se accede--, ha iniciado ya las obras
para la reparación y restitución de la cubierta.
Maldonado ha
recordado que desde la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) se había dictado
una orden de ejecución en 2007 relativa a realizar tareas de conservación del
edificio, las cuales fueron ejecutadas por la propiedad en 2009. También consta
que se llevaron a cabo otras actuaciones de mantenimiento del inmueble con su
correspondiente licencia de obra menor.
Por tanto,
el delegado municipal ha manifestado que "la actuación realizada indicaba
que el edificio, salvo situaciones justificables por algún tipo de vicio
oculto, estaba en buen estado y no tenía problemas aparentes".
El
desprendimiento a la vía pública de parte de la cubierta que da a calle Vendeja
se produjo sobre las 12.15 horas, cayendo un paño de tejas de una extensión
aproximada de unos 10 metros lineales.
Tras
producirse el desprendimiento, varias dotaciones de la Policía Local y del Real
Cuerpo de Bomberos, así como técnicos de la Gerencia de Urbanismo, se personaron
en el lugar para coordinar las actuaciones a seguir.
En primera
instancia, se procedió a la evacuación del edificio y a acordonar debidamente
la zona, así como a comprobar que no había ninguna persona lesionada.
Los
efectivos de Bomberos se encargaron de evaluar los daños y de investigar la
posible evolución de los mismos, llevando a cabo, concretamente, el
balizamiento de la zona, la inspección de las lesiones de la edificación, el
saneamiento de los elementos constructivos susceptibles de caer a la vía
pública y, en colaboración con la Policía Local, la retirada de los vehículos
siniestrados, que quedaron semisepultados.
En general,
se llevaron a cabo medidas de saneamiento y prevención para garantizar la
seguridad y se procedió al desalojo preventivo de la inquilina de la vivienda
situada en la cuarta planta mientras se lleva a cabo la reparación de la
cubierta. Al respecto, Maldonado ha informado de que se ofreció el realojo
correspondiente a esta mujer, que optó por irse a casa de una amiga. Europa Press
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