Son muchos
los vecinos del centro histórico y miembros de la oposición municipal que se
quejan del estado de dejadez de esta zona de la capital malagueña. Recuerdan el
incendio que sufrió un edificio abandonado de la calle Coronado a principios
del pasado mes de julio, lugar del que la Asociación de Vecinos del Centro
Histórico se queja por su estado de "descuido extremo". Esta entidad,
según su presidenta, María José Soria, muestra su preocupación por la
posibilidad de que suceda una desgracia: "Muchos estamos asustados por que
pueda haber algún tipo de desprendimiento, ya que este año se prevé que sea
bastante lluvioso" y se queja de la suciedad que se acumula en esos
lugares, resaltando que algunos habitantes de una finca cercana a un inmueble
abandonado en la calle Beatas han sufrido plagas de ratas. Pero sus
preocupaciones no acaban aquí, la cuestión estética sería su otro quebradero de
cabeza: "También nos preocupamos por la imagen de Málaga, no es buena si
esos edificios del centro llevan años y años abandonados".
Por esta
razón este periódico ha realizado un recorrido por algunas de las edificaciones
en estado de abandono en compañía de Nicolás
Sánchez, administrador del blog Salvemos Málaga, que tiene como objetivo la
conservación y la difusión del patrimonio arquitectónico de la ciudad. La
primera parada es en la calle Granada
61, el Palacio de Solesio, popularmente conocido, de forma errónea, como
Palacio de los Gálvez o del Marqués de la Sonora. Este edificio de finales del
siglo XVIII fue adquirido por la sociedad Azucarera Larios con el objetivo de
convertirlo en un hotel de cinco estrellas, para lo que demolieron el interior
en 2006, dejando sólo las fachadas. Pero la aparición de restos arqueológicos y
diversos asuntos legales por el derribo interior hacen que "uno de los
mejores edificios de la arquitectura civil malagueña", según Nicolás, esté
"en el cascarón" seis años después. Este fenómeno, explica, se
denomina "fachadismo" y es bastante común en el centro de Málaga.
El siguiente
lugar que visitamos son las casas de la calle
Tomás de Cózar, donde según Sánchez existía una muralla a la que a finales
del siglo XVII se fueron adosando casas "con patios preciosos, que se
conservaron hasta hace pocos años, pero que se encuentran ya abandonadas y
muchas derribadas".
La tercera
etapa del itinerario son las edificaciones de la Plaza del Teatro. Dos grandes edificios de viviendas del siglo XIX.
En ellos se da también el fenómedo del fachadismo desde hace unos cuatro años y
es que "los propietarios se quitaron de en medio", asegura el
bloguero. Además, los vecinos se quejan de que "se han formado unas
especie de balsas de agua estancada convirtiendo la zona en un foco de
mosquitos e insalubridad" y, por otra parte, "aunque la fachada está
estabilizada existe la posibilidad de que caigan trozos de cornisa".
Sánchez además teme que las estructuras se sigan deteriorando y pide al
Ayuntamiento que "los expropien o hagan algo" para evitarlo.
En la calle Comedias número 13 se encuentra
otra de estas edificaciones. Nicolás asegura que a este edificio le retiraron
la cubierta "de forma de que cuando lloviese las humedades lo
arruinasen" y aunque le han tenido que poner un techo de chapa, tiene
abiertas las ventanas, lo que permite la entrada de animales como palomas que
contribuyen a su deterioro.
En la quinta
parada llegamos a la calle Carretería,
en concreto al número 68. Aquí
Nicolás resalta que se trata de un edificio "magnífico", y añade que
"las rejerías y el cierre son estupendos". El problema es que lleva
varios años en venta y, aunque esté cerrado está lleno de humedades y las
alimañas campan a sus anchas en el interior.
Desde aquí
llegamos a dos edificios colindantes que se levantan en Carretería 51 y la calle Andrés
Pérez número 22. Es un edificio del siglo XIX "achaflanado, de muy
buena calidad, con impresionantes rejerías y molduras y un buen cierre de
madera" pero con grietas y humedades por todos lados. La finca colindante,
la de Andrés Pérez número 22, es de similares características, pero además
"tiene agujeros en las plantas superiores que permiten el acceso de
animales", explica el bloguero de Salvemos Málaga. Siguiendo en la calle Carretería, esta vez, en el
número 31, nos encontramos con un
inmueble del siglo XVIII abandonado y tapiado, pero con los mismos butrones que
las otras edificaciones.
En la calle Coronado número 3 nos topamos con el edificio donde el pasado mes de julio se
produjo el incendio. Éste, aseguraNicolás, es "un buen ejemplo de la
arquitectura burguesa del siglo XIX de Málaga, con balcones volados y balcones
antepechados, una rejería de mucha calidad y los cierres típicos de los
balcones de Málaga". Debido a los daños del fuego, el ayuntamiento se vio
obligado a apuntalar toda su estructura.
En la calle Mártires 10 se levanta un edificio de
los siglos XVIII y XIX, que tiene "unos balcones muy buenos", pero
que ya carece de tejado y donde "las humedades afloran por todos
sitios". Está tan deteriorado que el Ayuntamiento lo ha declarado en
ruinas y pueden demolerlo, pero como se sospecha que la fachada que da a Calle
San Telmo puede contener pinturas murales del siglo XVIII, es posible que esa
parte tenga que ser conservada.
Y en Hoyo de Esparteros, a la espera de que
se construya el hotel Moneo, todavía se mantiene en pie el último edificio de
esa zona de la ladera oriental del río Guadalmedina. Es un edificio protegido
del siglo XIX, del que Sánchez se lamenta que en el Ayuntamiento, al degradarle
la protección arquitectónica, será demolido para la construcción del
establecimiento de hostelería. Así, se queja de que el proyecto es construir un
inmueble de diez plantas "con unos volúmenes gigantescos para la zona en
la que está".
Por J. M.
BOTELLO, publicado en Málaga Hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario