Villa Fernanda, de Daniel Rubio ,en El Limonar |
A principios de la década de
los años veinte, se empezó a urbanizar esta zona en la que se fueron
construyendo una serie de chalés (denominados en aquella época hoteles) y, al
consultar la documentación depositada en los archivos –Municipal y Provincial–,
hemos ido comprobando que Daniel Rubio fue el autor de cuatro de ellos, los
cuales iremos describiendo a continuación:
Villa Francisca
El 18 de julio de 1922 Rubio solicitaba permiso para construir
un hotel, con arreglo a los planos del arquitecto, Arturo de la Villa, en un
solar de su propiedad, situado en el interior de una manzana de Miramar, 2. Los
planos, pese a no ser de Rubio, curiosamente, tienen todos los elementos que él
solía utilizar ¿Seguiría De la Villa las indicaciones de Rubio o sería el autor
Daniel Rubio y, firmaría los planos De la Villa?
El 17 de julio de 1926 Daniel Rubio dirigía otro escrito al
arquitecto jefe del Catastro diciéndole que, habiendo terminado un hotel de
nueva planta destinado a vivienda, deseaba acogerse a los beneficios de la
exención temporal de contribución durante el primer año, con arreglo a las
disposiciones vigentes.
A dicho chalé, denominado Villa Francisca, el 3 de noviembre de
1928 se le concedió la exención de un año. Deducimos que Rubio tendría el
inmueble alquilado, puesto que, el oficio le fue entregado en el hotel Londres,
donde en esos momentos residía.
Constaba el inmueble de tres plantas: bajo y principal (hotel
vivienda); segundo (ático). Estudio y azotea; planta única (sótano), lavadero y
jardín. La superficie total era de 1.365 m2.
El hotel que construyó Rubio, fue adquirido por Leo Hermann, el
30 de enero de 1931, por escritura otorgada ante el notario, Juan Barroso;
incorporándolo aquél a su finca Villa Fernanda.
Villa Fernanda
En 1925 Francisco Ojeda Suárez estaba construyéndose dos hoteles
(chalés) en la mencionada Avenida de Miramar: el hotel principal estaba situado
en el mismo centro del solar, y el otro, destinado a garaje y vivienda del
personal de servicio, en la parte Sur, lindando con la calle San Vicente de
Paúl.
El 27 de mayo de 1928 estas dos casas estaban ya terminadas,
pues Francisco Ojeda reclamó por la liquidación que le había practicado el
Ayuntamiento. La familia del Sr. Ojeda no llegó a residir en estas casas,
puesto que se las vendió, ya construida, a Leo Hermann.
En el número 8 y 10 antiguo –actual 16–, del Paseo de Miramar,
está situada la denominada Villa Fernanda. Consta de planta baja, principal
(vivienda), segundo (ático) y, terraza; planta baja, garaje, lavadero y jardín.
En la actualidad, ocupa una manzana casi entera, lindando por el
Sur con la calle San Vicente de Paúl, por el Norte con la calle Ramos Carrión,
por el Oeste con el Paseo de Miramar, y por el Este, con La Era y, terrenos que
fueron del castillo de Santa Catalina.
Leo Hermann, el 14 de abril de 1927, adjuntaba instancia de
Daniel Rubio solicitando exención temporal de la contribución del primer año.
Rubio certificaba, el 19 de abril, que se había terminado la construcción de la
casa propiedad del Sr. Hermann, cuyo solar medía un total de 6.100 m2.
Posteriormente, Leo Hermann le compró al Sr. Ojeda el solar, en
una casa de reciente construcción, con escritura otorgada el 3 de enero de
1927, ante el notario, Juan Barroso Ledesma.
Por lo tanto, con estos datos, deducimos que las tres casas que
se encuentran dentro de dicho recinto de la denominada Villa Fernanda, fueron
construidas por Daniel Rubio; aunque la nº 2, de dicho Paseo de Miramar,
propiedad de Rubio, los planos aparezcan firmados por Arturo de la Villa, como
sabemos.
En una hoja de Registro Fiscal, comprobamos que, en los años:
1935, 1941 y 1955, la casa seguía perteneciendo a Hermann, y éste pagaba 15.000
de renta y 11.250 pesetas de líquido imponible.
Esta villa parece fue vendida en el 2005, con el objetivo de
construir en su solar veinte viviendas y, la Gerencia de Urbanismo le concedió
la licencia de obras para ello. Ante la protesta de la comunidad de vecinos de
la villa La Era, cercana a la finca, se paralizó, de momento, la demolición de
estos tres chales y del espléndido jardín que ocupan todo el entorno de Villa
Fernanda. El 18 de junio de 2009, la Sala de lo Contencioso Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) emitió una resolución por la
que acepta la suspensión cautelar del estudio urbanístico que amparó la
licencia de obras para las casas, concedida por silencio administrativo por el
Ayuntamiento a finales de mayo.
La suspensión fue solicitada en diciembre de 2008 por dicha
comunidad de vecinos, representada por Javier Such Martínez. Este aplazamiento,
supone una demora de varios años en la ejecución del proyecto del propietario
de Villa Fernanda. A partir de ese momento, los vecinos tendrían que formalizar
su demanda, tras lo que el TSJA dará traslado a las partes implicadas –el
Ayuntamiento y el promotor–, para que se abra la fase de pruebas. En la
actualidad –2014– no se ha resuelto todavía este caso.
Villa Dolores, Paseo de Miramar nº 12 y 14; hoy Miramar, 28
El 6 de septiembre de 1927 existe un informe del arquitecto
municipal, por el que indica que Javier Amillo solicitaba permiso para erigir
una casa de nueva construcción en la Alameda Miramar, pidiéndole al solicitante
que remitiera plano de planta y alzado de la cerca que debe construirse en la
parte de fachada que lindase con la vía pública.
El 24 de mayo de 1929 Javier Amillo y Alfaro, como propietario
de dicha villa, informaba que, el 15 de mayo se habían terminado las obras de
nueva planta de una casa sita en el Paseo de Miramar. Adjuntaba certificación
del arquitecto director de las obras, Daniel Rubio, quien expresaba la
superficie, valor en costo de la misma y demás detalles y, el recibo del
Ayuntamiento de haber solicitado el permiso para habitar la casa indicada. Todo
ello, con el fin de que le fuese concedida la exención temporal de un año de
contribución.
La distribución de la finca era: parte del sótano de 72 m2
destinado a vivienda de los porteros, garaje y almacén; planta baja y piso
principal, compuesto de cinco dormitorios y cuarto de baño.
Javier Amillo Alfaro, casado con María Dolores Durán Pulis –de
ahí el nombre de la villa–, fue el hombre de confianza del marqués de Urquijo
y, ocupó el cargo de director del Banco Urquijo en Madrid. Al marcharse
definitivamente los Amillos a Madrid, en los años cuarenta le alquilaron la
casa a la familia Peralta. A mediados de los setenta, los Amillos cedieron la
villa a la Prelatura del Opus Dei; en esos años se hicieron obras de reformas y
adaptación y, a partir de entonces se convirtió en un Centro de Mujeres del
Opus Dei, llamado desde entonces Miramar. Parece ser que, en el año 2004, se
terminaron las reformas que, de nuevo, habían estado haciendo en la mencionada
villa.
Villa Santa Ana, Paseo de Miramar nº 14
El 19 de enero de 1929 Agustín Tonda Tuy enviaba, como
propietario de la casa número 14 del Paseo de Miramar, con el nombre de Villa
Santa Ana, un escrito al arquitecto jefe del Catastro, comunicándole que, con
fecha 5 de enero se habían terminado las obras de construcción de nueva planta
de dicha villa. Adjuntaba certificación del director de las obras, Daniel
Rubio, solicitando exención temporal de un año de contribución.
Rubio expresaba en la certificación, fechada el 15 de enero,
que, bajo su dirección facultativa se habían terminado las obras de dicho
inmueble. Constaba de planta baja y principal, más un mirador cubierto. Rubio
terminaba su escrito valorando que la renta no debía de ser superior a 2.800
pesetas.
En la actualidad, dicha villa no existe, fue demolida y, en su
solar, construyeron un bloque de pisos.
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