Jardines del Retiro en Málaga |
“ El Retiro
de Churriana es un Bien de Interés Cultural (BIC) protegido en la categoría de
Jardín Histórico. Sin embargo sus actuales propietarios no facilitan la entrada
al mismo a pesar de que así lo obliga la Ley de Patrimonio andaluz. Creo que es
necesario que se pueda visitar el jardín, tanto por los especialistas como por
el público en general. Aparte de esta petición vía on line, también podéis
hacerla por escrito dirigiéndose a
Delegación
Territorial de Educación, Cultura y Deportes en Málaga.
Servicios de
Bienes Culturales.
Avenida de
la Aurora nº 47. Edificio Servicios Múltiples.
29071.
Málaga.
CARTA A
Consejeria
de cultura junta de Andalucía área territorial de Málaga
Habilitar
horarios y días de visitas en el jardín históricos "El Retiro de Churriana"
de Málaga para que sea visitable.
Pinchar enlace con la petición:
Pinchar enlace con la petición:
Jardines del Retiro de Churriana en Málaga |
Descripción de los
Jardines del Retiro:
La
organización de los jardines de esta finca que han llegado hasta nosotros es
complicada, pudiéndose distinguir tres grupos o zonas, de las que la primera
respondería al obispo dominico Fray Alonso de Santo Tomás, durante el siglo
XVII:
-Jardín
Huerta: Constituye el único resto de esa centuria, es decir, de lo llevado a
cabo por Fray Alonso. Es un jardín cubierto en forma de cruz, llamado el
Emparrado, con cuadros frutales, en cuya intersección hay una fuente octogonal,
la de las Batallas, con un curioso juego de agua. A través de una doble
escalera con gruta y fuente con un delfín, se llega a un estanque cuadrado con
islote central plantado de adelfas. En el nivel más alto de la finca siguen
altas alamedas, bancales de huertas y frutales, así como el laberinto de ciprés
que se construyó en el siglo XIX, y una extraña sala cubierta con bóveda vaída
llamada Tumba del Obispo, donde parece que estuvo enterrado Fray Alonso. En
esta parte del jardín estaba situado uno de sus elementos más llamativos y
originales, un reloj de sol, escudo e insignias del Obispo dominico, con más de
trescientos cuadrantes y emblemas de órdenes militares, como la de Malta y
Montesa.
-Jardín
Patio: Se encuentra inmediato al edificio. Es de forma rectangular y los
caminos, así como la parte alrededor de la fuente central están enlosados con
baldosas de barro rojo. Esta zona se encuentra limitada en dos laterales por
alto cerramiento vegetal, en otro por el propio palacio y el cuarto se abre
sobre una vega. El centro, inscrito en un octógono, está ocupado por la Fuente
de la Sirena, también llamada de Génova. Es de mármol y presenta un tritón y
una nereida cabalgando sobre delfines. Sobre el borde de la taza de esta
fuente, se disponen amorcillos que arrojan surtidores a un estanque que lo
rodea a ras del suelo. El tema tratado es frecuente en los jardines de villas
italianas del setecientos y se puede llegar a suponer que incluso las piedras
vinieron ya labradas de allí o fueron tratadas aquí por artistas italianos.
Pequeños setos de boj recortado encierran palmeras, camelias, bambúes, plátanos
y diversas especies vegetales que al crecer han hecho perder a este jardín su
estricto sentido geométrico. En el centro encontramos plantas aromáticas como
rosas, albahaca, calas y azucenas. Corren a lo largo de los paseos, con los altos
setos como telón de fondo, estatuas de mármol blanco de Carrara sobre altos
pedestales, alternando elegantes figuras de estilo italiano con la nota
andaluza de las macetas y los poyos para sentarse blanqueados por la cal, sin
olvidar el blanco muro del cortijo.
-Jardín
Cortesano: En primer lugar habría que destacar la Ría o ancho estanque, que
hace las veces de depósito para los juegos de aguas. Está bordeado por doble
seto a dos alturas y centenarios cipreses. El jardín está escalonado en
terraza, encontrándose en su parte superior una alberca cuadrada con un
surtidor en el centro. Adosada a ésta, un león de barro sentado lanza un chorro
por la boca. De este nivel baja una ancha escalera, que en la parte superior de
los laterales tiene dos búcaros con surtidores que vierten el agua en una
atarjea escalonada. En el centro de la escalera hay una fuente con taza
gallonada y con gran surtidor. Al pie de la escalera se encuentra una primera
explanada. En la parte central hay un gran estanque también con surtidor. La
doble escalera, con bordes por los que cae el agua, enmarca un pilón y un
estanque. Se encuentran aquí dos estatuas de barro que representan ríos, al
estilo italiano, en la que desemboca la magnífica doble escalera, llena de
canales y fuentes. Este jardín estaba limitado por altos setos de vegetación,
que completaban el marco con su dibujo recortado. En él toman parte numerosos
elementos decorativos, como las conchas, estalactitas, macetas, etc.
Todo el
conjunto de la cascada, con sus rellanos y escaleras, surtidores y estanques
están tratados a la manera italiana, convirtiendo el jardín en un escenario. Se
puede decir que los detalles de este jardín están tomados de jardines barrocos
italianos, pero la traza parece ser de estilo clasicista francés.
En la finca
queda perfectamente delimitada la zona de recreo y la de cultivo, al igual que
en los edificios construidos, separando un amplio patio la vivienda del
administrador, los molinos de trigo y aceite. La casa-palacio en forma de T,
ampliada por el conde de Villalcázar presenta una proliferación de vanos y
miradores, seguramente para la contemplación de los jardines. Únicamente quedan
los muros.
Datos Históricos
En las
estribaciones de la Sierra de Javalcázar, a unos 8 Km del Centro de Málaga, se encuentra el jardín conocido con el
nombre de "Retiro de Santo Tomás", pues la fundó Fray Alonso de Santo
Tomás, Obispo de Málaga desde 1664 a 1692, aprovechando una antigua casa fuerte
que amplió y rodeó de jardines. Utilizó la finca como lugar de retiro, de ahí
su nombre, y la donó, tras su muerte a su convento de Santo Domingo de Málaga.
Los jardines actuales son mucho mayores que los realizados por el obispo, pues
en 1754 la finca pasó a propiedad de don Juan Longinos de Echeverri, séptimo Conde
de Villacázar, quien en 1771 la amplió con 120 fanegas, dedicándola en parte a
finca de labor y a finca de recreo. Parece ser él el auténtico autor de los
jardines actuales, que mandó diseñarlos al arquitecto J.M. Martín de Aldehuela.
Dicho
espacio verde y sus esculturas constituyen el más hermoso jardín de Andalucía y
quizá de España, aunque su situación apartada y para deleite exclusivo de sus
propietarios, le impidieron influir en la fisonomía urbana, como ocurre con
otros jardines privados de la misma centuria. Hay, sin embargo, partes de la
casona de la finca y parte de los jardines que proceden del siglo XVII.
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