martes, 6 de agosto de 2024

La obra para dotar a la Catedral de Málaga de un tejado a dos aguas ,que termine con el problema de filtraciones que padece, encaran su etapa decisiva

 . Ya se ha retirado el recubrimiento, fallido ,  de ladrillos que se aplicó al exterior de la cubierta hace 16 años . La actividad de la obra que el Obispado inició el pasado mes de abril tomará un nuevo ritmo a partir del mes que viene, cuando está previsto que se inicie la construcción como tal del nuevo tejado, proyectado por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto, según las trazas que dejo plasmadas Ventura Rodríguez en 1764.

 Para principios de septiembre está previsto que la enorme grúa instalada en la calle Postigo de los Abades empiece a subir las primeras cerchas de madera, que ya están siendo fabricadas por la empresa  Egoin Wood Group, con sede en Vizcaya. Se trata de una firma especializada en la ejecución de este tipo de piezas de madera en gran formato, a medida para diferentes construcciones. En el caso del tejado para la Catedral, que ocupa una superficie de 3.600 metros cuadrados, Egoin empleará unos 1.400 metros cúbicos de madera de pino radiata, procedente de bosques certificados del País Vasco.

Así, en un mes, podrá observarse la complejidad de una operación que requiere elevar con una grúa de 65 metros de altura unas cerchas de madera laminada de 37 metros de ancho y más de ocho de largo.

Las obras ya han retirado el recubrimiento de ladrillos que se aplicó hace 16 años. Isidro González

Hasta ahora, la unión de las constructoras Hermanos Campano y Grupo ORP ha llevado a cabo la retirada de la 'piel de ladrillos' que se aplicó al exterior de las bóvedas en 2008 a raíz de una iniciativa de la Junta de Andalucía que no dio el resultado esperado, ya que el monumento ha seguido padeciendo goteras. Así, se han eliminado las capas de ladrillos que se aplicaron entonces y se han dejado por ahora las láminas de plomo que se colocaron como primera base de aquella intervención para proteger el edificio en caso de que se produzcan lluvias. Una vez que la estructura y el tablero de la nueva cubierta garantice que las lluvias no van a producir deterioro en la zona inferior, se retirarán esas láminas de plomo y se acometerán los cerramientos verticales, revestimientos y acabados del tejado, que ha experimentado un encarecimiento a raíz de los últimos cambios introducidos por el Cabildo de la Catedral.

En concreto, las modificaciones al proyecto inicial que fueron aprobadas por la delegación de la Consejería de Cultura el pasado mes de julio tienen un presupuesto inicial de unos 800.000 euros que se suman a los 17,5 millones apuntados desde la diócesis. Hasta ahora, el Cabildo ha recabado para estas obras unas ayudas de 4,5 millones de euros por parte del Ayuntamiento, 5,3 millones de la Junta de Andalucía; 3,2 millones de la Diputación Provincial; y 1,5 millones de la Fundación Bancaria Unicaja, lo que hace un total de 14,5 millones.

Restauración de la portada principal del templo

Esas variaciones se han concretado en dos expedientes validados por la Junta. Por un lado, uno consiste en la restauración de la portada de la fachada principal de la Catedral, que presenta un estado deficiente de conservación en varias zonas según los informes aportados por la diócesis, y en la culminación del frontis central que dejó diseñado el arquitecto Antonio Ramos en 1784, y que encaja con la cumbrera del tejado a dos aguas que plasmó Ventura Rodríguez veinte años antes.

Inicialmente, el Cabildo Catedralicio planteó en esta zona un retranqueo del nuevo tejado para evitar su impacto visual. Sin embargo, en sus últimos informes presentados ante Cultura admite que «aunque se hizo todo lo posible para que la cubierta no fuera visible desde el nivel de la calle, con la solución actual se percibe la cubierta sobre todo desde niveles intermedios, como son las terrazas de los edificios, que tienen una gran afluencia de personas porque muchos de ellos se han convertido en los últimos años en locales de pública concurrencia».

Con todo, este proyecto reformado del tejado sí mantiene el retranqueo de la nueva cubierta a dos aguas en las zonas laterales del frontis, para minimizar su impacto en la fachada principal del monumento.

El frontis de la fachada principal será culminado como lo diseñó Antonio Ramos en el siglo XVIII. Sur

Por otro lado, el segundo reformado validado por Cultura introduce varios cambios en el tejado en sí. En concreto, se cambia el tipo de madera de las cerchas, que pasa de abeto douglas a pino radiata; se mejora la resistencia contra el fuego de la estructura según los informes del Cuerpo de Bomberos, que limita el aforo de las visitas que tendrá la cubierta a un máximo de 50 personas; se diseñan nuevos apoyos intermedios en el crucero y la girola; se suprimen tirantes interiores de acero; se retranquea la estructura en los brazos del crucero para minimizar su impacto visual desde la calle; se revisten de cobre los frentes de madera exteriores; se realiza una columna seca en la fachada a Postigo de los Abades a petición de Bomberos; y se concreta el tipo de teja que se va a utilizar.

Las tejas van a ser realizadas por la empresa catalana Cerámica Cumella. Inicialmente se planteó su fabricación de forma artesanal, pero el Cabildo ha concluido que «no era posible fabricar de forma manual tal cantidad de tejas», por lo que ha optado por un proceso industrializado al que, no obstante, se van a introducir diferentes tonos crema y miel para «conseguir la vibración de los faldones» del tejado, según se apunta en los informes de los arquitectos. Además, se va a emplear un barro gresificado, en vez de barro cocido, porque es un material más duro y que requiere un menor mantenimiento. Cumella, que inició su actividad a finales del siglo XIX, participó en las obras de la Sagrada Familia, del parque Güell, y en el centro Botín de Santander, entre otros proyectos singulares.

Desde la delegación de Cultura se ha pedido al Cabildo Catedralicio que se marque la unión de la culminación del frontis de la portada principal del templo con las partes ya existentes, mediante el rehundido de la junta de mortero o una lámina metálica de cobre; que las tejas se dispongan de forma que no se vean afectadas por las dilataciones y contracciones que puedan experimentar con el paso de los años como consecuencia de los cambios climatológicos; y que las nuevas carpinterías de la crestería de la fachada central se hagan «mediante cuarterones de manera que mantengan un diseño similar al de las carpinterías existentes actualmente en la Catedral», señala el informe que fue validado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

Fuente : Diario Sur



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