. Ya se ha retirado el recubrimiento, fallido , de ladrillos que se aplicó al exterior de la cubierta hace 16 años . La actividad de la obra que el Obispado inició el pasado mes de abril tomará un nuevo ritmo a partir del mes que viene, cuando está previsto que se inicie la construcción como tal del nuevo tejado, proyectado por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto, según las trazas que dejo plasmadas Ventura Rodríguez en 1764.
Para principios de septiembre está previsto
que la enorme grúa instalada en la calle Postigo de los Abades empiece a subir
las primeras cerchas de madera, que ya están siendo fabricadas por la empresa Egoin Wood Group, con sede en Vizcaya. Se
trata de una firma especializada en la ejecución de este tipo de piezas de
madera en gran formato, a medida para diferentes construcciones. En el caso del
tejado para la Catedral, que ocupa una superficie de 3.600 metros cuadrados,
Egoin empleará unos 1.400 metros cúbicos de madera de pino radiata, procedente
de bosques certificados del País Vasco.
Así, en un mes, podrá
observarse la complejidad de una operación que requiere elevar con una grúa de
65 metros de altura unas cerchas de madera laminada de 37 metros de ancho y más
de ocho de largo.
Las obras ya han
retirado el recubrimiento de ladrillos que se aplicó hace 16 años. Isidro González
Hasta ahora, la unión
de las constructoras Hermanos Campano y Grupo ORP ha llevado a cabo la retirada
de la 'piel de ladrillos' que se aplicó al exterior de las bóvedas en 2008 a
raíz de una iniciativa de la Junta de Andalucía que no dio el resultado
esperado, ya que el monumento ha seguido padeciendo goteras. Así, se han
eliminado las capas de ladrillos que se aplicaron entonces y se han dejado por
ahora las láminas de plomo que se colocaron como primera base de aquella
intervención para proteger el edificio en caso de que se produzcan lluvias. Una
vez que la estructura y el tablero de la nueva cubierta garantice que las
lluvias no van a producir deterioro en la zona inferior, se retirarán esas
láminas de plomo y se acometerán los cerramientos verticales, revestimientos y
acabados del tejado, que ha experimentado un encarecimiento a raíz de los
últimos cambios introducidos por el Cabildo de la Catedral.
En concreto, las
modificaciones al proyecto inicial que fueron aprobadas por la delegación de la
Consejería de Cultura el pasado mes de julio tienen un presupuesto inicial de
unos 800.000 euros que se suman a los 17,5 millones apuntados desde la
diócesis. Hasta ahora, el Cabildo ha recabado para estas obras unas ayudas de
4,5 millones de euros por parte del Ayuntamiento, 5,3 millones de la Junta de
Andalucía; 3,2 millones de la Diputación Provincial; y 1,5 millones de la
Fundación Bancaria Unicaja, lo que hace un total de 14,5 millones.
Restauración de la portada
principal del templo
Esas variaciones se
han concretado en dos expedientes validados por la Junta. Por un lado, uno
consiste en la restauración de la portada de la fachada principal de la
Catedral, que presenta un estado deficiente de conservación en varias zonas
según los informes aportados por la diócesis, y en la culminación del frontis
central que dejó diseñado el arquitecto Antonio Ramos en 1784, y que encaja con
la cumbrera del tejado a dos aguas que plasmó Ventura Rodríguez veinte años
antes.
Inicialmente, el
Cabildo Catedralicio planteó en esta zona un retranqueo del nuevo tejado para
evitar su impacto visual. Sin embargo, en sus últimos informes presentados ante
Cultura admite que «aunque se hizo todo lo posible para que la cubierta no fuera
visible desde el nivel de la calle, con la solución actual se percibe la
cubierta sobre todo desde niveles intermedios, como son las terrazas de los
edificios, que tienen una gran afluencia de personas porque muchos de ellos se
han convertido en los últimos años en locales de pública concurrencia».
Con todo, este
proyecto reformado del tejado sí mantiene el retranqueo de la nueva cubierta a
dos aguas en las zonas laterales del frontis, para minimizar su impacto en la
fachada principal del monumento.
El frontis de la
fachada principal será culminado como lo diseñó Antonio Ramos en el siglo
XVIII. Sur
Por otro lado, el
segundo reformado validado por Cultura introduce varios cambios en el tejado en
sí. En concreto, se cambia el tipo de madera de las cerchas, que pasa de abeto
douglas a pino radiata; se mejora la resistencia contra el fuego de la
estructura según los informes del Cuerpo de Bomberos, que limita el aforo de
las visitas que tendrá la cubierta a un máximo de 50 personas; se diseñan
nuevos apoyos intermedios en el crucero y la girola; se suprimen tirantes
interiores de acero; se retranquea la estructura en los brazos del crucero para
minimizar su impacto visual desde la calle; se revisten de cobre los frentes de
madera exteriores; se realiza una columna seca en la fachada a Postigo de los
Abades a petición de Bomberos; y se concreta el tipo de teja que se va a
utilizar.
Las tejas van a ser
realizadas por la empresa catalana Cerámica Cumella. Inicialmente se planteó su
fabricación de forma artesanal, pero el Cabildo ha concluido que «no era
posible fabricar de forma manual tal cantidad de tejas», por lo que ha optado
por un proceso industrializado al que, no obstante, se van a introducir
diferentes tonos crema y miel para «conseguir la vibración de los faldones» del
tejado, según se apunta en los informes de los arquitectos. Además, se va a
emplear un barro gresificado, en vez de barro cocido, porque es un material más
duro y que requiere un menor mantenimiento. Cumella, que inició su actividad a
finales del siglo XIX, participó en las obras de la Sagrada Familia, del parque
Güell, y en el centro Botín de Santander, entre otros proyectos singulares.
Desde la delegación de
Cultura se ha pedido al Cabildo Catedralicio que se marque la unión de la
culminación del frontis de la portada principal del templo con las partes ya
existentes, mediante el rehundido de la junta de mortero o una lámina metálica
de cobre; que las tejas se dispongan de forma que no se vean afectadas por las
dilataciones y contracciones que puedan experimentar con el paso de los años
como consecuencia de los cambios climatológicos; y que las nuevas carpinterías
de la crestería de la fachada central se hagan «mediante cuarterones de manera
que mantengan un diseño similar al de las carpinterías existentes actualmente
en la Catedral», señala el informe que fue validado por la Comisión Provincial
de Patrimonio Histórico.
Fuente : Diario Sur
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