domingo, 11 de abril de 2010

La primera procesión en glorioso blanco y negro

La Filmoteca de Andalucía restaura una película muda sobre la Semana Santa, que fue rescatada de la basura por un operador de cine
26.03.2010 - FRANCISCO GRIÑÁN.SUR
Siempre tuvo olfato para el cine. Hizo de las cabinas de exhibición su hábitat natural. Fue proyeccionista de los cines Astoria, Victoria, Echegaray y Goya, jefe de operadores de la Semana Internacional de Cine de Benalmádena y cámara y realizador para televisión. Con esos créditos no es extraño que Miguel González Navajas tuviera buen ojo para las películas. Pero la vista no fue precisamente el sentido que lo convirtió en un descubretesoros a lo Indiana Jones. Fue el olfato. Se encontraba en un pueblo de Málaga de cuyo nombre quiere acordarse -«Es que han pasado más de veinte años», se disculpa- para realizar una proyección en una antigua sala que, con la modernidad de los ochenta, se había disfrazado de discoteca. Necesitaba un trozo de película para hacer un empalme y le indicaron un cajón con trozos de cintas para la basura. Al fondo vio una lata, la sacó y la abrió. No le hizo falta ver los fotogramas para saber que aquello era antiguo, una pieza de arqueología cinematográfica. «El olor era intenso y característico de las películas de nitrato de la época muda. Aquello nada tenía que ver con las modernas películas de acetato», explica el descubridor que rescató aquella lata oxidada de un yacimiento de fotogramas deshauciados que un día sedujeron con su magia a los espectadores hasta que perdieron su brillo y novedad.
Fue después cuando el descubrimiento obtuvo carácter de acontecimiento. Eso sí, Miguel González cambió el olfato por el tacto para proyectar la cinta en la intimidad de su propia casa. Y es que el tacto es fundamental para manipular las películas de nitrato ya que eran muy inestables y podían entrar en combustión espontánea a cuarenta grados centígrados, una temperatura fácil de alcanzar por los aparatos de proyección. Con la inestimable compañía de un extintor, González pudo confirmar sus sospechas ya que, a pesar del mal estado de la copia y de las ralladuras de la emulsión, los primeros fotogramas anunciaban en los títulos de crédito que se trataba del filme 'Procesiones de Semana Santa en Málaga 1930', lo que convertía aquel filme en el más añejo que se conservaba sobre los desfiles procesionales de la capital. Un intertítulo posterior anunciaba además un mayor valor histórico en aquel material: «Las imágenes de las diferentes cofradías que figuran en esta procesión fueron destruidas por el fuego en mayo de 1931». Aquel patrimonio religioso consumido por las llamas renacía de nuevo como personaje de cine en esta película que, a finales de los ochenta, volvía a ver la luz...
El exhibidor cinematográfico y 'arqueólogo' ocasional cedió la custodia del filme a su hijo, Miguel Damián González Pozo, gran aficionado a la Semana Santa y creador de la página web La Cámara Cofrade. Su objetivo era poner en valor aquel fragmento de cine de sólo 7 minutos, pero de gran trascendencia al mostrar imágenes inéditas de tallas y tronos desaparecidos, como el del Cristo de la Sangre, e incluso imágenes de edificios que ardieron en aquellas encendidas jornadas del 31, como la malograda iglesia de la Merced. «Ofrecí la película a algunas cofradías, pero incomprensiblemente no le vieron el interés», confiesa González Pozo que, junto a su padre, acabó tomando la mejor decisión para la conservación y recuperación de la película: ceder el nitrato original a la Filmoteca de Andalucía en 1996. La institución cinematográfica sometió aquel metraje a un laborioso proceso de restauración, que culminó una década después con una copia de seguridad de la película que permite ver hoy los fotogramas como si se tratara del día de su estreno.
Imágenes inéditas
La recuperación nítida de las imágenes de 'Procesiones de Semana Santa en Málaga 1930' ofrece no sólo un retrato de las cofradías y desfiles, sino que también testifica la repercusión social de la Semana de Pasión. Así, la película muestra grandes escenas de masas en las escalinatas de la Catedral de Málaga, un río de personas en la salida de los toros el Domingo de Resurrección y desfiles procesionales por la calle Larios, la Alameda, el puente de Tetuán y la plaza de la Merced, además de vistas panorámicas del conjunto monumental Gibralfaro-Alcazaba y de la zona este de la ciudad. Los rótulos de la película informan de las procesiones de las cofradías de la Sangre y de la Esperanza, de las que se ofrecen detalles de los desfiles -nazarenos, bandas de cornetas y autoridades-, sus respectivos tronos y los portadores ataviados con túnica y capirote.
Pero el retrato de la Semana Santa alcanza a más cofradías. En las imágenes se pueden identificar también los tronos de Jesús Nazareno del Paso (compañero de la Virgen de la Esperanza), la Humillación y el Resucitado. Esta última procesión es la que ocupa un mayor metraje en la cinta y ofrece planos largos de nazarenos de «todas las cofradías por la Alameda». Además, en el capítulo identificado bajo la Cofradía de la Sangre, se observan ingredientes que pertenecen a la vecina Hermandad de los Gitanos (que también tenía su titular en la desaparecida iglesia de la Merced), como sus característicos nazarenos con capillo en lugar de capirote y una breve secuencia de unas mantillas cantando y tocando las palmas, la habitual penitencia gitana de Jesús de la Columna.
El metraje también ofrece escenas curiosas como la de Nuestro Padre Jesús de la Humillación regresando a su templo por la calle Larios y pasando ante el hotel Reina Victoria, o el encierro del Nazareno del Paso y la Virgen de la Esperanza en la iglesia de Santo Domingo, una vez que ya había amanecido el Viernes Santo. Junto a estos retratos documentales, la película incluye algunos pasajes que contrastan con el estilo visual del resto del filme, como es el caso del capítulo 'Saeta', en la que una mujer con mantilla canta en un decorado, o los fotogramas del interior de una iglesia poco familiar.
Mirada curiosa
La respuesta a la falta de unidad visual en el metraje del documental se debe, según explica el especialista de la Filmoteca de Andalucía Ramón Benítez, a que «la cinta presenta hasta cuatro tipos diferentes de marcas de películas», lo que apunta a que el filme encontrado procede de un montaje realizado en los años treinta a partir de fotogramas preexistentes de distintas fuentes.
Lo cierto es que 'Procesiones de Semana Santa en Málaga 1930' esconde muchas incógnitas sobre su origen, aunque lo más relevante es que se han recuperado y se conservan siete minutos de su desconocido metraje original. Imágenes más que suficientes para comprobar tradiciones que vienen de lejos, como la presencia de militares en los desfiles, o el fervor popular de un evento que, ya entonces, revolucionaba la ciudad superando las fronteras de la manifestación religiosa para convertirse en un acontecimiento social que atraía la mirada curiosa de los cineastas.
Miguel Damián González no duda en subrayar el «gran valor histórico» del filme mudo sobre la Semana Santa, con el que además siente una vinculación muy personal ya que le permitió revivir algunos pasajes de su película favorita, 'Cinema Paradiso'. «Como su protagonista, el pequeño Totó, eché mis dientes junto a proyectores, trozos de película y olor a acetona. Por eso, ceder la cinta a la Filmoteca de Andalucía era un acto de amor al cine y, sobre todo, un reconocimiento a mi padre y a toda a una vida dedicada a los fotogramas».

No hay comentarios: