01.06.2010 - IGNACIO LILLOMÁLAGA.
Tras un minucioso proceso de selección de los mejores ejemplares disponibles en los viveros, los tres primeros ficus de la nueva era ya despuntan en la Alameda Principal. Llegaron el pasado domingo y ocupan los alcorques que quedaron vacíos por la acción de las fuertes lluvias del pasado invierno, en un caso; y los huecos que dejaron otros dos árboles centenarios, retirados por encontrarse en mal estado y con peligro de caída.
Se trata de plantas jóvenes, de entre tres y cuatro años, de la misma especie que sus hermanos mayores -laureles de indias o ficus nítida- de unos ocho metros de altura y con copas de dos a cuatro metros de diámetro, según los datos aportados por la concejala de Parques y Jardines, Teresa Porras. Además, tienen cepellones de dos metros de diámetro y 1,20 metros de profundidad de raíces, para garantizar su correcto desarrollo y crecimiento en el que será su hogar durante las próximas décadas.
Mezcla de tierra y piedras
Se han cuidado hasta el último detalle para garantizar el éxito del transplante. En primer lugar, han estado en preparación durante dos meses en un vivero de la provincia, con los cepellones al aire, en unas condiciones óptimas para el crecimiento reticular. A su vez, el hueco se ha rellenado con una mezcla de tierra vegetal de alta calidad y piedras, lo que permitirá que las raíces se puedan extender y asentar el árbol con más facilidad. El perímetro de los alcorques se encuentra vallado para evitar daños.
El operativo comenzó el jueves pasado, con el destoconado y la preparación de las fosas, aunque el grueso del trabajo se desarrolló el domingo, entre las 7.00 y las 9.00 de la mañana, para no afectar al tráfico. Supuso movilizar dos tráilers, maquinaria especial para trasplantes, dos camiones cargados de materiales, un camión pluma y a unos quince trabajadores, bajo la supervisión del especialista en arbolado urbano Gabriel Iguíñiz. El proceso se completará a finales de esta semana con la reposición de los alcorques.
Ejemplares selectos
El Área de Parques y Jardines seleccionó inicialmente una veintena de ejemplares, con la ayuda de este experto, que se mantienen en un vivero. A los tres que ya se han transplantado se unirán el próximo año entre doce y quince, que irán destinados a la sustitución de los viejos plátanos de sombra (en muy mal estado de conservación) las palmeras y una yuca que todavía existen en la Alameda, al objeto de darle homogeneidad y vitalidad a la vegetación de este eje. La retirada se producirá entre febrero y marzo de 2011, y de nuevo se esperará hasta mayo para plantarlos.
La edil destacó que esta iniciativa cumple el compromiso que el Ayuntamiento adquirió en marzo para renovar la emblemática bóveda vegetal. El proceso arrancó en marzo con la retirada de dos ejemplares de gran porte que estaban en mal estado: el ubicado cerca de Puerta del Mar, que estaba sujeto con hierros. Y otro a la altura de la Casa de Guardia. Y la poda de varios árboles, en los que existían ramas horizontales con mucho vuelo y peso elevado.
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