jueves, 1 de julio de 2010

Si Cánovas os viera, mercachifles...

Por Teodoro León Gross. Publicado en Sur.


Naturalmente los partidarios del plan comercial del puerto pueden insistir en su argumento: las tiendas y supermercados son imprescindibles para hacer aquello rentable. Pero ahí está el problema: el modelo de rentabilidad. Como ya se ha escrito, por fortuna Cánovas, Heredia, Larios y demás protohombres de la ciudad no pensaron en esa clase de rentabilidad al concebir el Parque en el siglo XIX. Sencillamente, en lugar de viviendas y negocios, creyeron que Málaga merecía un gran parque como cualquier gran ciudad europea. También el Campo de Marte, delante de la Torre Eiffel, era un lugar estupendo para unas galerías comerciales, pero hay jardines para disfrutar al atardecer, como en ‘la esquina de oro’ de los foros romanos o de St. James. A veces, al modo de Jesucristo, hay que sacar a los mercaderes de los espacios sagrados. Cuando se hace un museo o un parque, no se trata de rentabilidad económica sino rentabilidad social.



Que sí, que sí, que nada atrae tanto público como un centro comercial, ¡pues vaya argumento! Va de suyo que un sábado tarde hay más gente en Carrefour que en El Parque, pero El Parque cualifica más la ciudad; como hay más gente en Layafette o Harrods o Macy’s y no por eso las ciudades renuncian a sus espacios públicos de recualificación urbana. No hay que caer en los dogmatismos, pero tampoco en el relativismo: el problema del puerto no es que haya un supermercado, sino que la rentabilidad comercial defina lo que se haga allí. Y así es.



Hay otros argumentos tan blandorros que no vale la pena insistir en rebatirlos, como ése de que carece de sentido protestar por la altura del centro cultural - cien metros y veinte de altura- en un barrio ya lleno de bloques. No hace falta ser urbanista para responder ¡pues coño, por eso mismo! Donde ya se ha abusado de la densidad y la altura, hay que apostar en otra dirección. En el distrito financiero de NY, tan saturado hacia el cielo, a nadie se le ha ocurrido alargar los rascacielos al Battery Park sobre el Hudson o llenar de locales la explanada verde de Jubilee para hacer más rentable la noria London Eye sobre el Támesis. La ‘esquina de oro’, en el eje Parque-Gifralfaro-Puerto, depara soluciones maravillosas en lugar de un cacharrazo que ni siquiera se oculta que es para hacer más ‘rentable’ la zona. Hace un siglo, la burguesía de Málaga dejó un legado memorable para la ciudad; lamentablemente la actual generación de líderes sólo cree en la fachada marítima del centro histórico para hacer caja con una réplica de Carrefour. Donde antes se reflejaba el verde y la Alcazaba, ahora brillará ‘2x1, llévese un chopped pork y le regalamos un chopped beef’. Gran progreso.


Comentarios:
Ignacio Trillo dijo


Cánovas, llora desde su rotonda, por la mole constructiva que le han clavado en la esquina de oro del Puerto. En la sobreelevación de trece metros de altura, por cien de largo y veinticinco de ancho, de esa barrera arquitectónica sobre la rasante del Paseo de la Farola, le deja sin ver el mar que dio sentido al nacimiento de Málaga. Y todo ello para vender papeles higiénicos "especiales". No hay derecho tan insostenible mercadillo contra nuestra historia. Me sumo para evitar ese despropósito. En mi nombre, NO.

1 comentario:

juantoniop dijo...

Un super en el puerto? si esta es la mentalidad de las autoridades locales , deberias ser cesadas por la junta de andalucia . ¿un espacio señero de la ciudad con la inversion publica que ha supuesto desde su inicio , lo vamos a coronar con un carrefour ?¿QUE LA PASA A ESTA CIUDAD ? ¿ SE PUEDE SER MAS PUEBLERINO , MAS CATETO ?