lunes, 26 de julio de 2010

Un disparate tan sensato

Si está por hacer el centro cultural en el Astoria, entre La Merced y Alcazabilla, el lugar estratégico

26.07.2010 - TEODORO LEÓN GROSS.SUR


En el carrusel de ideas en torno al Puerto, en esa marimorena de ocurrencias desde hace semanas, ha quedado descolgada una propuesta huérfana -quizá hija de un ingeniero cartesiano o un periodista febril- sobre una carambola para resolver dos o tres problemas de una tacada: el Ayuntamiento renuncia a la sede de Urbanismo en el paseo Marítimo que ya va por 35 millones, Unicaja se hace con esa sede frente al mar, y el Ayuntamiento hace caja para construir el centro cultural del Astoria y colocar Urbanismo en el edifico vacío de Correos. ¿A que resulta completamente disparatado? Lo extraordinario es que, siendo un disparate, resulte tan coherente. Hay motivos:

Hecho 1: Cada vez resulta más insólito que el Ayuntamiento esté construyéndose una sede para sus oficinas de Urbanismo cuyo presupuesto alcanza ya 35 millones y frisará 40. Más de una vez le han sacado los colores al alcalde recordándole que la mayor obra de su mandato va a ser un edificio de oficinas. Todos los mandatarios aspiran a dejar su huella en edificios, con la una egolatría del nazismo, como relata Deyan Sudjic en 'La arquitectura del poder'. La torre de cristal para las oficinas de Urbanismo de Málaga resulta un exceso. Incluso se han publicado detalles técnicos sonrojantes, como suele suceder cuando se construye con pólvora del rey.

Hecho 2: Unicaja, la mayor entidad financiera del sur, carece de una sede de servicios centrales. Estos días presumen de su matrícula de honor en el test de stress sólo superada por las cajas vascas. Su posición es fantástica; y ahora, bajo la nueva dirección, con más energía. Parece inexplicable, en cambio, que la entidad se reparta por oficinas algo caóticas entre la Plaza de la Marina, la Avenida de Andalucía, Mauricio Moro y Compositor Lehmberg. En el debate de la fusión con Cajasol, ése es ya un hecho incómodo: en Sevilla disponen de la sede espectacular de la Torre Pelli, y Unicaja ni siquiera tiene sede.

Hecho 3: El centro cultural de la esquina de oro ha sido un bluf. Está por hacer, en cambio, el centro cultural en el Astoria, entre Plaza de la Merced y Alcazabilla, el lugar estratégico, próximo incluso al puerto. El Ayuntamiento necesita liquidez para comprar y convocar el concurso; y Unicaja tiene la deuda histórica con Málaga de un centro cultural, no ya como La Caixa o Cajamadrid, sino también entidades menores desde Granada a Cantabria. Esa racanería persigue a Unicaja. El Ayuntamiento, que hasta ahora ha fracasado en el Astoria con noticias siempre irreales, ha de liderar la operación.

Así que la idea del trueque es un disparate, claro que sí, pero es un disparate que resulta bastante sensato. Sencillamente porque la realidad es, de hecho, muy disparatada.

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