jueves, 18 de agosto de 2011

Gran repercusión de la visitas nocturnas al Cementerio Inglés en los medios de comunicación por la noticia difundida por EFE.

Un recorrido nocturno por el Cementerio Inglés de Málaga, en una visita guiada, con tan sólo algunos farolillos y acompañados de la luz de la luna llena, muestra el encanto desconocido que esconde la necrópolis protestante más antigua de la Península, establecida en 1831.




Tras la acogida que tuvieron las visitas en mayo al camposanto, con motivo de la celebración de la cultural "Noche en Blanco", desde el Cementerio Inglés procuran, una vez al mes y coincidiendo con la luna llena, organizar grupos de unas treinta personas para que acudan a esta singular cita.



El presidente de la Fundación Cementerio Inglés, Bruce McIntyre, ha declarado a Efe que se trata de una visita "normal" en la que se hace un recorrido por la necrópolis y se muestran las tumbas "más interesantes" que acoge el cementerio, que fue declarado como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía a principios de año.



A pesar del contexto que envuelven estas visitas, que también se realizan de día, McIntyre ha explicado que no se narran "cuentos de fantasmas".



En la necrópolis protestante se encuentran personalidades como el poeta Jorge Guillén, el hispanista británico Gerald Brenan o el militar inglés Robert Boyd, que fue fusilado tras participar con José María Torrijos en el alzamiento fallido contra el régimen de Fernando VII.



Los visitantes descubren diversas anécdotas por el camposanto que se divide en un total de seis patios, en diferentes alturas, que fueron improvisados, tras quedarse pequeña la primera parte que se fundó y es conocida como el cementerio interior.



La gestora cultural del Cementerio Inglés, María del Mar Rubio, ha explicado que la primera zona es reconocida también como "la guardería", ya que en ella se encuentran varias tumbas de niños fallecidos por las diversas epidemias de la época.



Lo que en un principio se creó como un espacio para jardines, poco a poco fue convirtiéndose en una parte más de la necrópolis, como es la zona donde reposan más de sesenta marineros de la fragata alemana Gneisenau, que murieron en 1900 en un naufragio frente a la bahía de Málaga, o el patio donde se encuentra la iglesia anglicana.



Es por ello que cuando se realizan las visitas nocturnas en los turnos más tardíos, como algunas zonas cuentan con una naturaleza "más salvaje", por motivos de seguridad no se muestran pero sí se explican, según ha mencionado María del Mar Rubio.



Además de ser una oportunidad más "romántica" para conocer el cementerio, la gestora cultural de la Fundación ha relatado que se trata de otra forma de saber "curiosidades de la historia de la ciudad".



Ejemplo de ello es la tumba de Joseph Noble, un médico que, durante su visita a Málaga en 1861, asistió a un paciente de cólera que le contagió y falleció en menos de 24 horas, por lo que su familia decidió fundar el Hospital Noble con la condición de que estuviera cerca del puerto y atendiera a todo el que lo necesitara.



Según ha comentado Rubio, a día de hoy el hospital se utiliza como dependencias administrativas, pero hay una pequeña sala que tiene alguna función relacionada con la sanidad, ya que existe una cláusula, desde que se fundó, que argumenta que en caso de no tener uso sanitario, la familia puede reclamar la propiedad.



Esta historia, y muchas más, que relacionan el pasado de los difuntos allí enterrados, con la historia de la ciudad malagueña, se pueden conocer a través de estas visitas en las que el visitante aprecia la magia que envuelve al camposanto por la noche. EFE



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