sábado, 20 de agosto de 2011

Han pasado 520 años desde que se celebró la primera Fiesta que dio origen a la Feria de Málaga




Cartel de la Feria de Málaga de 1894 pintado por Martínez de la Vega 
Así está documentado en las Actas Capitulares estudiadas por los archiveros municipales D. Rafael Bejarano y Mari Pepa Lara. En 1491 las fiestas que se organizaron para conmemorar la incorporación de Málaga a la Corona de Castilla el 19 de agosto de 1487 debieron ser muy diferentes, lógicamente, a las que hoy celebramos pero ya estaban presentes los toros y el baile. 1887 sería la otra fecha clave. Se organizaron unos grandes festejos, ya con vocación turística, para conmemorar el IV Centenario de la Reconquista de Málaga. Estas Fiestas si tenían ya más puntos en común con las del siglo XXI y su programa incluían fuegos artificiales, grandes verbenas y toros. El cartel de aquel año fue pintado por el gran Martínez de la Vega que en ya había realizado el de 1884, uno de los más bellos de la historia de los carteles de Feria.


En los años 60 se vivió una nueva etapa de esplendor de la Feria de Málaga, coincidiendo con los grandes años del turismo del malagueño distrito de Torremolinos y de la Costa del Sol en general. Peñas históricas como la del Sombrero, de la que ya solo queda el nombre, hicieron una feria familiar, con clase y elegancia recordada especialmente cuando se instalaba en el Paseo del Parque y Martiricos. Los años en torno a 1987 marcan las ediciones de máximo esplendor de nuestra Feria que llegó a ser familiar, grandiosa, distinguida y de fama mundial. Con grandes actuaciones, el inicio de la Feria del Centro promovida por los comerciantes, potenciación de los Verdiales, pregoneros de lujo…. De este periodo destaca el cartel que realizó Revello de Toro pero también Eugenio Chicano realizó uno maravilloso para conmemorar el V Centenario de la incorporación de Málaga a la Corona de Castilla.





La Feria ha llegado al Siglo XXI con la necesidad de algunos reajustes. Los años de exclusividad de las Peñas han pasado y sus casetas deben adaptarse a los tiempos .Así como el botellón, fenómeno que se da en todas las fiestas de nuestro país y que es algo que coincide en el tiempo y espacio de la semana de Feria, pero que nada tiene que ver con ésta. La Feria, como la sociedad cambia y evoluciona , y hay que tratar de mejorarla y potenciar todos sus atractivos , que son muchísimos para que la Feria de Agosto de Málaga siga haciendo disfrutar a nuestros descendientes al menos 5 siglos más.

A finales de los 90 la Feria encontró por fin un magnífico recinto estable en Cortijo de Torres , pero la lucha de intereses básicamente entre hosteleros del centro y peñistas cuyas casetas ya no tienen la primacía de décadas pasadas , ha hecho que una potenciación ilógica, por la falta de tradición y el calor de agosto al mediodía , del Real de día provoque un deterioro de la Feria de Centro . Hoy en el Centro y en el Real el mayor problema, común a todas la fiestas españolas , es el botellón , fenómeno que coincide en el tiempo y en el espacio con la Feria pero que nada tiene que ver con ella. Un vez éste sea erradicado o al menos controlado, Málaga seguirá contando con una de las más completas y personales Fiesta europeas con sus 6 millones de visitantes y espacios para los verdiales, grandes conciertos, flamenco, casetas familiares y nuevas y elegantes casetas como extensión de los bares de copas de la ciudad y que la gente demanda para hacer de la Feria de Málaga lo que siempre ha sido: una Fiesta abierta, variada y autentica.



Los carteles de la Feria son una aportación más al gran patrimonio etnológico que es la Feria de Málaga. Ilustro esta entrada con 4 grandes ejemplos.

Salvador García Aranda

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