La
comunidad de propietarios de la urbanización de Pinares de San Antón está de
enhorabuena. Los vecinos han conocido que el Tribunal Superior de Justicia de
Andalucía (TSJA) ha fallado a su favor en un recurso que presentaron hace
cuatro años para propiciar una mayor protección del entorno natural que les
rodea. La sentencia del TSJA avala el criterio de los residentes en la zona,
tras los correspondientes informes medioambientales recabados, y obliga a la
Junta de Andalucía a modificar el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración
Urbana de Málaga (POTAUM), que daba a los terrenos una protección menor que la
del resto de suelos que enmarcan la zona y que forman parte del ámbito de Los
Montes de Málaga.
El
abogado de los vecinos, Gonzalo García Weil, explicó que el POTAUM califica
estos espacios, situados al oeste, norte y sureste de la urbanización, como
suelo no urbanizable común, lo que podría dar pie a su urbanización en el
futuro si se modifica el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). Por
ello, la comunidad de propietarios pedía que se calificarán como zonas con el
mismo nivel de protección de Los Montes, ya que reúnen las mismas
características paisajísticas y medioambientales en cuanto a flora y fauna. El
TSJA les ha dado la razón en un fallo que, según García Weil, es firme porque
no le consta que, en el plazo fijado para ello, la Administración regional haya
presentado un recurso para oponerse a lo dictaminado por el tribunal.
Según
resaltó este letrado, que es profesor del Máster de Abogacía del Colegio de
Abogados y la Universidad, se trata de la primera sentencia del TSJA que
contradice el plan urbanístico metropolitano que la Junta aprobó en 2009 y que
generó un gran número de recursos en su contra por parte de ayuntamientos y
particulares.
Como
este periódico ha venido informando en los últimos años, muchos de esos
recursos han sido desestimados, si bien los demandantes tratan de que sean
revisados por el Tribunal Supremo. En ese sentido, cabe recordar las sentencias
que avalaron la protección que el POTAUM dio a los suelos situados al norte de
la Ronda Este, a la altura del Mayorazgo, y junto al cauce del río Campanillas,
donde el Ayuntamiento llegó a plantear inicialmente la construcción de unas dos
mil viviendas, que finalmente fueron suprimidas en el PGOU.
«La
sentencia es pionera en la potenciación del paisaje como un recurso natural
digno de protección», afirmó Gonzalo García, quien también resaltó que el TSJA
ha apostado por la preservación de los terrenos sin dejar que se posponga para
el futuro por la urbanización que podría plantearse mediante una modificación
del planeamiento urbanístico de la ciudad.
Informes
ambientales
El
fallo recoge las conclusiones de los informes de los peritos, que aseguran que
el entorno posee un grado de biodiversidad muy elevado, «con centenares de
especies vegetales que proporcionan un paisaje diferente en cada época del
año», señala el documento. Igualmente, resaltan «los cientos de especies
animales» que existen en la zona, que la convierten en «una reserva para la
flora y fauna». Además, llama la atención sobre los valores paisajísticos, de
los que subraya sus características intrínsecas -altitud, cercanía al mar,
morfología, etc.- y extrínsecas.
Sobre
esta última cuestión, la sentencia pone de relieve el hecho de que el paraje
está expuesto a la visión de un millón de personas que lo contemplan desde las
viviendas que acoge y desde barriadas situadas más hacia el mar, «lo que
aumenta su valor paisajístico, que sería deteriorado gravemente si se viera
sometido a un proceso urbanizador». «En definitiva, por unos valores
ambientales y paisajísticos, los terrenos han de preservarse de dicho proceso
urbanizador y, en consecuencia, no pueden declararse simplemente no
urbanizables», añade el escrito del fallo judicial, que concluye que «no se
justifica» que el POTAUM dé un tratamiento distinto a estos suelos respecto a
los del parque natural de Los Montes de Málaga.
García
Weil comentó que el objetivo último de la demanda presentada por la comunidad
de propietarios de Pinares es, junto con la preservación del paisaje natural,
evitar que se sigan construyendo más viviendas en una zona que ya consideran
excesivamente saturada a nivel de tráfico. «Éste es un tema que les preocupa
mucho, sobre todo porque han comprobado que el Ayuntamiento no vela por aplicar
las medidas adecuadas para canalizar la circulación en una nueva urbanización»,
apuntó el letrado.
Los
vecinos de Pinares de San Antón también justificaban su demanda en que algunos
de los suelos no protegidos quedaban por encima del parque metropolitano de 95
hectáreas planteado por el POTAUM en el Monte de San Antón, un enclave para el
que el propio gobierno andaluz tramita la declaración como monumento natural.Fuente:
Diario Sur Jesús Hinojosa
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