Fabrica del Tarajal |
Pese a que gozan de protección y son BIC, muchos inmuebles
de la capital sufren una escandalosa situación de abandono y desidia, que ponen
en riesgo su integridad y que evidencia la falta de sensibilidad de las
administaciones, que dejan que se caigan
En Málaga pasan cosas que seguramente no suceden en ningún
otro lugar. Y por desgracia, no puede decirse que sirvan para hacernos sentir
orgullosos. Más bien todo lo contrario. Tampoco es una frase derrotista que no
venga a cuento. Los ejemplos son escandalosos y duelen a cualquiera que tenga
sensibilidad y cierto amor por su tierra. Nuestro patrimonio se cae y eso
debería hacer que se nos cayera la cara de vergüenza, según el profesor de
Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín. La capital cuenta con
joyas arquitectónicas, de gran valor histórico y artístico, que están hechas
una auténtica ruina.
Da igual que estos bienes inmuebles estén incluidos en el
Catálogo General. De poco sirve que tengan protección o que sean BIC.
Precisamente por eso, la dejadez y desidia es aún más flagrante.
Rodríguez Marín y Salvador García Aranda, presidente de la
asociación en defensa del patrimonio Málaga Monumental, hacen con La Opinión de
Málaga un repaso a los hitos más significativos y que se encuentran en peor
estado. Un SOS que sirva para remover las conciencias de las administraciones.
«En muchas ocasiones, lo que no hacen las excavadoras se encarga de hacerlo el
tiempo», explica el profesor de la Universidad de Málaga.
Es cierto. A veces, gracias a la acertada intervención de
los gestores municipales o autonómicos, se han salvado edificios de la
piqueta... Pero nunca más se hizo por ellos. Valga de ejemplo el antiguo
convento de San Andrés, que según Rodríguez Marín, ocuparía el primer puesto en
este ranking de la infamia y el bochorno.
El convento de los carmelitas descalzas fue fundado en 1576,
aunque el edificio cuenta con reformas posteriores. La iglesia del Carmen se
encuentra en perfecto estado, después de la restauración llevada a cabo hace
tan sólo unos años, pero el edificio que se encuentra justo a su espalda se
cae. «De poco sirve la protección legal», señala el profesor. En efecto,
estamos ante un monumento declarado BIC en septiembre de 2001 que se encuentra
en un estado «muy malo», agrega García Aranda.
Convento de San Andrés |
El inmueble era de un particular que tenía intención de
derribarlo y el Ayuntamiento, «cuando De la Torre era aún concejal de
Urbanismo», paró las obras y se hizo con la propiedad. A partir de ahí se
hicieron públicas algunas ideas para darle un nuevo uso. Se habló de un centro
de interpretación sobre la figura del general Torrijos, ya que en él pasó su
última noche antes de ser fusilado el 11 de diciembre de 1831 en las playas de
El Bulto. «Es algo que viene reclamando la Asociación Cultural 1831», indica
Rodríguez Marín. También se pensó en un museo del diseño y la arquitectura...
Pero nunca se hizo nada. En este caso, conviene encender las alarmas.
El de San Andrés forma parte de la trilogía de conventos del
siglo XVI que se encuentran abandonados y fuera de uso en la capital. «¿Qué
otro lugar del mundo se puede permitir esto?» Los otros dos son el convento de
la Trinidad y el convento de San Agustín, en pleno Centro.
«Mantener un edificio histórico en estado de abandono es un
auténtico despilfarro», insiste Rodríguez Marín, que no entiende cómo no se
restauran para que actúen en dinamizadores y regeneradores del entorno, «como
ha ocurrido, por ejemplo, con el museo Picasso y el Museo Carmen Thyssen».
El de la Trinidad, o de San Onofre, ocuparía el segundo
puesto en este top de la dejadez. Monumento BIC desde marzo de 1980, ha sufrido
innumerables expolios y robos de artesonados y columnas. Es propiedad de la
Junta que planteó la construcción de un Parque de los Cuentos que terminó
siendo un cuento. El edificio destaca, según Rodríguez Marín, por sus armaduras
mudéjares y por la existencia de capiteles con figuras antropomorfas de gran
valor, «únicas en toda Andalucía» en la que se contraponen iconográficamente el
bien y el mal, la virtud y el pecado. «Ahora parece más vigilado, pero ha
estado durante años completamente abandonado», insiste.
El antiguo convento de San Agustín no tiene protección. Un
olvido flagrante. Pero total, para lo que luego sirve... García Aranda indica
que tampoco aparece en el catálogo de edificios protegidos del PEPRI Centro del
Ayuntamiento. Se trata de un edificio también del XVI con reformas barrocas y
fachada decimonónica, que fue sede del colegio de los Agustinos, luego sede de
la facultad de Filosofía y Letras y sede de unos cursos de español para
extranjeros. Pero desde 1994 está vacío y sin uso. «No sabemos cómo está su
interior, pero para los edificios históricos con mucha antigüedad y sin
mantenimiento, el cierre es letal», asegura Rodríguez.
Se propuso como sede de la Biblioteca Provincial, la que
lleva ya provisionalmente 20 años en la avenida Europa, cuando fue derribada la
Casa de la Cultura. Incluso hubo un concurso público y los arquitectos hicieron
proyectos... Pero nada. El edificio es propiedad de la Junta de Andalucía.
A Rodríguez Marín y a García Aranda también les preocupa el
estado de conservación del Acueducto de San Telmo. «Su estado de conservación
es malo, en algunos tramos y regular en otros», sostiene el presidente de
Málaga Monumental. En esta ocasión no se trata de un inmueble, sino de una
infraestructura hidráulica de once kilómetros de conducciones, alcubillas,
puentes y dos molinos que aún se conservan, como el de San Telmo, por la zona
de Ciudad Jardín. Allí también se intervino de forma acertada en el denominado
puente de los Once Ojos, junto al IES Martín de Aldehuela, gracias a la
actuación de una escuela taller de promoción municipal que, según Rodríguez
Marín, «hizo muy buen trabajo». Faltaría, no obstante, acondicionar y ajardinar
el entorno.
El acueducto, construido en el siglo XVIII (1783), también
es BIC (catalogado como sitio histórico desde abril de 2009), pero de vez en
cuando los medios de comunicación se hacen eco de atentados contra su
integridad, que denuncian sus guardeses. Rodríguez Marín propone un eco museo
que justifique una inversión para restaurarlo.
Corralón de Las Dos Puertas en el barrio del Molinillo- Goleta |
Entre los edificios amenazados, ambos expertos incluyen un
inmueble que, a priori, podría chirriar junto a estos monumentos: el corralón
de la calle Curadero o de las Dos Puertas. Según García Aranda, en 2011 se
aprobó una moción en el pleno para su inclusión en el catálogo de edificios
protegidos del PGOU, con protección arquitectónica en grado 1, justo después de
fuera a ser demolido. Sin embargo, su estado es alarmante.
Habitado hasta hace poco, pertenece a EPSA. «Es muy antiguo,
está construido con materiales deficientes y al estar cerrado y sin uso, avanza
el deterioro. Lo podemos perder», explica Rodríguez Marín, que se atreve a
proponer un uso: un museo del estilo de vida que había en los corralones, los
utensilios y las relaciones vecinales... «Es un trabajo que va a hacer una
alumna mía de Turismo», agrega. La otra opción sería rehabilitarlo y que vuelva
a ser habitado, como se hizo en su día en el corralón de Santa Sofía o el de la
calle Feijóo, en la Trinidad.
En esta clasificación no podía faltar el antiguo hospital de
Santo Tomás, rodeado de una gran polémica desde que el Obispado de Málaga se
hiciera con su propiedad en diciembre de 2012. El obispo, Jesús Catalá, ha
anunciado que se han llevado a cabo una serie de intervenciones de urgencia,
ordenadas por Urbanismo para evitar el avance del deterioro, que algunos grupos
de defensores del patrimonio ponen en duda. Málaga Monumental, por ejemplo, ha
publicado unas fotografías en las que puede apreciarse el abandono del
edificio, con las cubiertas vencidas, los muros agrietados y las ventanas
abiertas, propiciando y acelerando su deterioro. «Su estado de conservación es
alarmante», asegura García Aranda. «Es lógico en edificios de fábrica muy
antigua, sin mantenimiento, sin utilidad y sin inversión», agrega Rodríguez
Marín.
Mientras, Santo Tomás sigue cerrado, aunque este periódico
pudo publicar también unas fotografías de su interior realizadas recientemente
en las que parece que el tiempo se congeló en su interior. La falta de
transparencia en estas actuaciones hacen que crezcan las sospechas de expolio o
de que existan intereses especulativos ocultos. El Obispado insiste en que está
redactando un proyecto de restauración y que su deseo sería trasladar a este
edificio el Museo Catedralicio y el Archivo Diocesano.
Los Baños del Carmen, como entorno singular, también se
destaca en esta lista. Pero no sería el último en importancia ni la cerraría,
ni mucho menos. El deterioro de los jardines, las pérgolas, las fuentes y hasta
del propio edificio del restaurante es alarmante, cuando se trata de una zona
que podría convertirse en uno de los grandes atractivos de la ciudad. «Es una
pena que se pierda de esa manera es lamentable», considera Rodríguez. Sobre
todo, porque no se trata de un lugar olvidado por la ciudadanía. Al contrario,
lo reivindica y no está de acuerdo con cualquier uso.
García Aranda sostiene que, el margen de los proyectos
presentados, debería conservarse lo máximo posible del proyecto original, como
la puerta de entrada de los años 20 atribuida a Guerrero Strachan y el
restaurante, de Daniel Rubio. Son sólo unos ejemplos de muchos, como la antigua
pensión La Mundial, amenazada por la construcción de un hotel firmado por Moneo
en Hoyo Espartero; el antiguo Palacio del Marqués de la Sonora, en la calle
Granada; el cuartel de Capuchinos; el convento del Císter, también cerrado, con
obras de Pedro de Mena en su interior; e incluso el propio Centro de la ciudad,
en el que no se respetan trazados y en el que, según García Aranda,
«prácticamente nada se cumple».
Ignacio A. Castillo 02.02.2014 La Opinión de Málaga
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