El proyecto, que cuenta con subvención del Ayuntamiento,
supone una inversión de cien mil euros y se ejecutará en el plazo de dos meses
El convenio entre el
IMV y el Obispado va a permitir la rehabilitación de las fachadas de diversos
edificios históricos de la ciudad que cuentan con diferentes grados de
protección. Se trata del Hospital de Santo Tomás, situado en calle Santa María;
el Palacio Episcopal, y el edificio de dependencias parroquiales de la iglesia
de Santiago, en la calle Alcazabilla.
«El Obispado de Málaga agradece esta obra de restauración al
Ayuntamiento de la capital, al ser un edificio emblemático de la ciudad que
recuperará el esplendor que le han restado la humedad y el paso de los años»
explica el director de Ars Málaga, Palacio Episcopal, Miguel Ángel Gamero.
El proyecto, que cuenta con subvención del Ayuntamiento,
supone una inversión de cien mil euros y se ejecutará en el plazo de dos meses
El edificio del Palacio Episcopal se levanta en la Plaza del
Obispo, muy próximo a la Catedral de Málaga, bajo el patrocinio del arzobispo
José F. Lasso de Castilla, a partir del año 1762. Sus trazas se deben al
arquitecto Antonio Ramos, quien a la muerte de José de Bada en 1756 continúa
con las obras que éste realizaba para la Catedral, levantando los poderosos
cubos cilíndricos que centran las puertas de su crucero.
Muy importante por su alta calidad compositiva es el diseño
de su fachada principal, de tres plantas de altura, que se articula a través de
pilastras pareadas y simples de bajo resalte entre las que se disponen grandes
huecos a modo de balcones en las plantas superiores y de ventanales en la
inferior. De un barroco clasicista donde destacan los frontones rectos y curvos
de los huecos superiores, sobresale en esta fachada su magnífica
portada-retablo que se le superpone en el centro, en tres cuerpos de altura,
combinando mármoles en colores gris para el fondo y rosa en las columnas, cuyo
número decrece progresivamente en cada planta superior.
En ella destaca el gran balcón de movido diseño sobre la
puerta de acceso, los elegantes remates con que se coronan pilastras y
columnas, y los escudos que se muestran sobre la puerta de ingreso. Asimismo es
de destacar en el último cuerpo de esta portada la profunda hornacina enmarcada
entre pilastras con guirnaldas que aloja en su interior una imagen de la Virgen
de las Angustias, obra de Fernando Ortiz.
A la muerte de Antonio Ramos en 1782, las obras de este
palacio las continúa su sucesor José Martín de Aldehuela, quizás el autor de la
balaustrada de piedra con que se acaba superiormente el edificio, añadido en un
momento posterior. Informa: Diócesis de Málaga
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