Panda de Verdiales en Málaga |
CONSEJERÍA DE CULTURA DECRETO
453/2010, de 21 de diciembre, por el que se inscribe en el Catálogo General del
Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien
de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada Fiesta de
Verdiales, en Málaga y varios municipios de la provincia de Málaga.
La Fiesta de Verdiales constituye una de las
expresiones culturales con más fuerte arraigo en el territorio malagueño aunque
está especialmente relacionada con la comarca de los Montes, siendo los propios
cantes y bailes fruto de un contexto ecológico-cultural específico, donde se
han forjado y desarrollado, sin normativas rigoristas, entre caminos, veredas,
pagos o partíos aislados, ventas o lagares, mostrando sus gentes, en la
fragosidad de estos terrenos, unas formas concretas de representación, ligadas
a dichos lugares, formas con las que se identifican, revistiendo de sentido
cada espacio ocupado y cada tiempo atribuido. La riqueza etnológica de este
fenómeno cultural se aprecia en su singularidad y especificidad que se observa
en el tiempo clave y definitorio del ritual festivo, durante el ciclo de
Navidad, adquiriendo efervescencia entre los días que van del 25 al 28 de
diciembre, fecha esta última cumbre y de terminación del ciclo. Tanto la
temporalidad, como la indumentaria, los instrumentos musicales manejados y su
sentido festivo, muestran paralelismos con las celebraciones saturnalicias,
circunstancias que han llevado a atribuir sus protoorígenes y antigüedad a
época romana, no existiendo constancia escrita de todo esto, aunque sí resulta
patente y admitido el carácter eminentemente carnavalesco de la Fiesta,
expresado mediante la inversión social, la jocosidad y la alegría, que culmina
el 28 de diciembre, cuando los inocentes, los tontos, que así son llamados ese
día los fiesteros, se convierten en reyes. No obstante, a pesar del acento
pre-flamenco de los Verdiales, por su tipo de melodía y rusticidad en sus sones
y bailes, y su discurrir histórico, este arte experimenta un mestizaje e
hibridación que entronca con los caminos del flamenco, como fandango abandolao
que es, y deriva en tres modalidades claramente adscritas al territorio que los
origina: estilo Montes, estilo Almogía y estilo Comares. La Fiesta de Verdiales
forma parte indiscutible del patrimonio inmaterial vivo y dinámico de Málaga y,
por ende, de Andalucía, donde son protagonistas las pandas, portadoras de la
transmisión oral y ejecutoras de las luchas de fuerza o luchas de Fiesta, de
revezos, juegos y rifas. Todos ellos forman parte del ritual de la Fiesta de
Verdiales y a través de él se expresa y refuerza la identidad
grupal-territorial y de resistencia, que hasta la década de los 60 se
focalizaban en los Montes malagueños, pero que, a partir de esta década, con el
fuerte éxodo rural, se desplazan paulatinamente a los barrios periféricos de la
capital, apareciendo nuevos contextos y nuevos tiempos de celebración y
espectáculo entre los que cabe destacar las calles del centro durante la feria
estival de Málaga, observándose en la actualidad, como consecuencia de estas
transformaciones y cambios, un fenómeno creciente de identificación de gran
parte de la sociedad malagueña con la Fiesta de Verdiales. No obstante, la gran
difusión y fomento de los Verdiales, mediante festivales y concursos, está
provocando una diferente valoración de los mismos, corriéndose el riesgo de su
mera espectacularización, en detrimento de su percepción y reconocimiento
tradicional, siendo por ello necesaria su salvaguarda.
ANEXO I DESCRIPCIÓN Y LOCALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD
1. DENOMINACIÓN Fiesta de
Verdiales, en Málaga y varios municipios de la provincia de Málaga.
2. LOCALIZACIÓN Provincia: Málaga. COMARCA DE MÁLAGA (Incluye Málaga y
el Parque Natural de Montes de Málaga) Partido Cabecera Municipal Núcleo
Secundario Barrio Málaga Mangas Verdes Málaga El Palo Málaga La Mosca Málaga
Puerto de la Torre Málaga Los Prados Málaga Santa Catalina Málaga Las
Castañetas Málaga Granja Suárez Málaga Huertecilla de Mañas Málaga Santa
Rosalía Málaga Maqueda Málaga Churriana Málaga Carretera de Cádiz Málaga
Jarazmín Málaga Los Gámez Málaga Olías Almogía Almogía Almogía Arroyo Coche
Almogía Barranco del Sol Almogía Los Moras Almogía El Chopo Almogía Los Núñez
Almogía Monterroso Casabermeja Casabermeja COMARCA DE LA AXARQUÍA Municipio
Partido Cabecera municipal Núcleo secundario Barrio El Borge El Borge Comares
Los Gallegos Comares Comares Cuevas del Romo Comares Los Ventorros Comares La
Alquería Colmenar Solano Cútar Salto del Negro Cútar Periana Periana Rincón de
la Victoria Benagalbón La Viñuela Los Romanes COMARCA DE ANTEQUERA Antequera
Jeva Antequera La Joya Valle de Abdelajís Valle de Abdelajís Villanueva de
Algaidas Villanueva de Algaidas Villanueva de la Concepción Villanueva de la
Concepción COMARCA DEL VALLE DEL GUADALHORCE Álora Álora Cártama El Sexmo Coín
Coín Pizarra Pizarra COMARCA DE LA SERRANÍA DE RONDA Parauta Parauta Página
núm. 64 BOJA núm. 252 Sevilla, 28 de diciembre 2010 Estas localizaciones
albergan espacios y parajes, un territorio en el cual trasiegan de manera
continua y temporalmente pandas, fiesteros, fiesteras, asociaciones y escuelas
de Verdiales.
3. DESCRIPCIÓN
En Andalucía la palabra verdial tiene varias acepciones, una de carácter
agrario-geográfico y otra de tipo cultural. La primera comprende la aceituna
que se conserva verde aún en sazón, al olivo que la produce y a cierta clase de
siembra, así como a uno de los pagos o partíos rurales localizado en Los Montes
de Málaga. El segundo significado describe el verdial como una forma de
expresión cultural musical y de baile, que ejecutan las agrupaciones de
catetos, que marchan en son de Fiesta rasgando el viento con frenéticos sones
para bailar apoyados, a la vez que con coplas individuales, con un violín al
que se arrancan sus tonalidades más agudas, dos guitarras, un enorme pandero
ensonajado, dos pares de platillos y, en lugares más a levante, un laúd. O
también se le llama al cante con aire popular y bailable, de compás ternario,
que comparten muchas regiones españolas, conocido como fandango –compuesto de
cuatro estrofas de seis versos octosílabos– aunque en modalidad tan poco
pulimentada, tan llena de aristas calientes, tan cateta, que su raíz escapa de
las manos a los analistas del cante. Las agrupaciones de catetos se conocen
igualmente como pandas de fiesteros, pues ellos son los protagonistas del
ritual festivo cuyo proceso comienza oficialmente el 30 de noviembre, cuando
tiene lugar la Junta de San Andrés, consistente en un acto de comensalismo al
cual acuden los alcaldes de las pandas y diversas personalidades del ámbito
socio-político. Anteriormente, esa fecha era el momento en que se formaban las
pandas y se iniciaba el recorrido por los Montes, partíos, cortijás y lagares.
Estos actos, actualmente resultan innecesarios dado el carácter estable de las
pandas y a las numerosas actuaciones que durante todo el año hacen para
festivales, ferias, y concursos, auspiciados por la Diputación Provincial de
Málaga, Ayuntamientos, federación de pandas y asociaciones o escuelas de
Verdiales. Situación muy distinta a la del pasado, cuando al término del 28 de
diciembre las pandas no volvían a reunirse, salvo para ocasiones especiales
como bautizos o bodas. A partir de esta fecha del 30 de noviembre, los
fiesteros intensifican encuentros y ensayos, mientras se acerca el día de los
tontos –el 28 de diciembre–. Durante estos días previos la actividad fiestera
se somete al discurrir de lo que se conoce como rifa o puja, bajo la
imprescindible vara del alcaIde de la panda. Un tiempo y unos días de verdadero
vértigo, donde se desatan las presiones sociales complementarias que tienden a
situar a los participantes en su sitio, en una gozosa inversión de roles en que
las pandas de tontos cobran autoridad. Es una forma de juego profundo, elemento
estético imprescindible que lleva la fantasía al poder, transmitiendo vida al
ritual. El tipo de puja o rifa –siempre jugándose dinero que paga el perdedor–
que hoy podemos encontrar en los dos primeros días de Pascua, el 25 y 26 de
diciembre, en algunas ventas y bares de los barrios de las salidas de Málaga y
en barrios como el Puerto de la Torre, y otros de la periferia urbana, donde
habitan la gran mayoría de fiesteros. En Málaga capital hay una mayor
concentración de pandas, aún en algunos pueblos y partíos de los Montes y de Antequera
celebran rifas para el disfrute vecinal y echan un buen rato de Fiesta, en
lugares recogidos, en contextos intencionadamente más vecinales, amigables,
familiares, y sin una agenda temporal, pero como actos de espontaneidad,
levantando coplas, los fiesteros y las fiesteras durante esos días se inclinan
con entusiasmo hacia la búsqueda del regocijo y el ambiente necesario. La rifa
ya no se produce como a principios y mediados del siglo XX, está llena de
innovaciones e inhibiciones, es una verdadera performance, que esperan muchos
jóvenes fiesteros de los barrios malagueños para gastarse entre ellos bromas
enormemente imaginativas. La evolución de este ritual se detecta en la
desaparición de la figura del rifaor, aunque persisten sus funciones en los miembros
de las pandas, con capacidad para despertar el desafío. Otras figuras de la
panda se han perdido, como consecuencia de los cambios de contexto
ecológico-cultural, es el caso de el caracola y el mayordomo. Sólo se mantiene
el alcalde, persona con cierto prestigio y autoridad que convoca a las pandas y
decide los itinerarios y, el abanderado que con su baile de la bandera defiende
y representa la identidad territorial frente a otra panda que pueda presentarse
frente a ella en el camino. Transcurridos estos días de intensa ritualidad
expresiva la Fiesta se acerca sin remedio al 28 de diciembre, el día de los
tontos. Nos recuerdan los fiesteros que «el 28 siempre fue Fiesta de Montes y
que es la única donde la memoria se pierde en el tiempo». Fue entre 1915 y 1920
cuando ya dejaron de celebrarse los choques rituales en las altas lomas de la
ermita de Verdiales y bajaron a Venta Alegre, y pocos años después a Venta
Garvey, en los altos de la carretera de Los Montes, acceso habitual a Málaga
desde el interior. En ella se mantuvo años antes y después de la Guerra Civil,
acercándose en 1958 a la capital, a la Venta Nueva, para más tarde, en 1961,
pasar desde una salida muy tradicional de Málaga llamada la Cuesta de los
Pescaores a la Venta del Túnel, a escasos seis kilómetros de la capital. Allí
encajó muy bien la Fiesta y fue bien vista como fenómeno de integración por
innovadoras autoridades locales, que le brindaron apoyo institucional,
premiando a la panda vencedora de las luchas del día 28 de diciembre de 1961.
La lucha se produce en términos musicales, se rivaliza en la velocidad de los
músicos y pierde aquella panda que se equivoca en el ritmo o el compás. La
efervescencia y éxito de la Fiesta del día 28 en la Venta del Túnel, era
evidente por el numeroso público que iba, sobre todo multitud de pandillas de
jóvenes malagueños. Pero en 1988 las autoridades, valoraron la imposibilidad de
control de riesgos en una carretera de montaña rodeada por barrancos y
torrenteras, a unos centenares de metros sobre el nivel del mar y con vistas a
él, cambiando en 1989 el emplazamiento por otro más seguro, en el barrio
malagueño del Puerto de la Torre. Allí, en la Venta San Cayetano, al borde del
viejo Camino de Antequera, perdura la celebración del choque, cada vez más en forma
de concurso institucional, con más de veinte pandas que se disputan
sustanciosos premios. El plano de ubicación histórico-geográfica de los
Verdiales según modalidades revela esta evolución y dinámica de los Verdiales,
visualizándose la ubicación de las ventas y ermitas donde anteriormente se
celebraba el choque de las pandas de Verdiales, en pleno medio rural, en
parajes naturales limítrofes con varios términos de población. Mientras hoy se
hace y focaliza a las puertas de la capital. Investigadores como Berlanga
Fernández, diferencia en este día dos ambientes, el más reciente, de concurso y
escenario, y el tradicional de los rincones en los emparrados, al aire libre o
en las naves interiores de la gran venta, lugares en los que cada panda, de
manera más o menos espontánea y libre, se planta y forma la Fiesta. La parte
protocolaria y oficial, es decir la del escenario es una anécdota en el día 28
de diciembre para los verdaderos fiesteros, sin embargo a las pandas más
jóvenes les atrae algo más por la posibilidad de optar al primer premio. Pero,
donde de verdad brilla algo el espíritu de la Fiesta, es en esa explanada que,
sin solución de continuidad con las últimas filas de sillas, media entre el
escenario y la venta y en los rincones cercanos, entre olivos y emparrados.
Allí se sitúan las pandas que aún no han concursado y las que lo han hecho.
Este día concluye el ciclo ritual de la Fiesta de Verdiales y se retoma el
sentido primigenio de inversión social y jolgorio de los tontos convertidos en
la autoridad, se cierra así el carácter saturnalicio y carnavalesco. Estos
cambios y aproximación de la Fiesta del choque de pandas a las ventas y barrios
de la periferia de la capital responden al gran éxodo rural acontecido a partir
de la década de los sesenta, cuando emigran, aquellos que toda la vida habían
trabajado y hermoseado Los Montes, hacia los barrios de las afueras de la
ciudad, como La Mosca, Mangas Verdes, El Palo, El Puerto de la Torre, La
Huertecilla de Mañas, Campanillas y Santa Rosalía-Maqueda. Los partidos y
municipios de los Montes se despueblan y se asiste a un proceso de ocupación en
estos lugares serranos de urbanizaciones que cercan caminos, talan árboles y
perforan cuantos pozos quieren para llenar piscinas, y desertizar así las
huertas de linderos. Una copla verdialera ilustra magistralmente este éxodo:
«Si quieren saber señores, De dónde son estos fiesteros, Son del partío de
Almogía Que alinda con Los Choperos. De los Ventorros a Comares, Desde Comares
a las Cuevas, Bajo la misma bandera Se canta por Verdiales Mejor que en España
entera. Adiós Cotrina y Vallares, Polanquillo y los Cameros, Que yo me voy a
vivir Al arroyo jaboneros». Los Verdiales representan para los catetos
emigrados la forma de conectar y conservar el vínculo simbólico con Los Montes,
que han sabido trasmitir oralmente a las nuevas generaciones. Es en la capital
donde las élites malagueñas –estudiantes, poetas, ediles costumbristas, buenos
aficionados e investigadores– se interesan por este ritual festivo y comienza a
ser valorado y a tener apoyos institucionales y a convertirse en un concurso y
en un espectáculo de gran afluencia de público. La Fiesta de Verdiales pasó a
ser un ritual compartido no ya sólo por fiesteros y fiesteras de Los Montes,
sino también por aquellos otros malagueños y malagueñas de la capital que con
el paso de los años, y toda vez degustado el ritual del 28, sentían la
inquietud, cada vez más, de conocer la Fiesta y de acercarse cada Navidad a
esos barrios fiesteros de la periferia para saborear in situ unas
manifestaciones expresivas que, poco a poco, comenzaron a ser sentidas también
como propias. La Fiesta, interiorizada e identificada así como parte ya de la
cultura popular tradicional de Málaga se hace asidua e imprescindible en días
señalados para la ciudad. Hasta el punto de introducirse hoy día cada vez más
en la feria grande de agosto, y la presencia de las pandas de Verdiales por las
calles del centro y muy especialmente por la patrimonial calle Larios, es
apoyada con el ánimo institucional de alzarlas como santo y seña de identidad y
como piezas indiscutibles de la cultura popular malagueña. La Fiesta aparece
viva, lo cual es detectable en el número de pandas, de escuelas, de eventos,
concursos, festivales y actos públicos dispuestos tanto en la capital como en
la provincia. Aunque podría llegar a intuirse que su desarrollo futuro aparece
tutelado por una contradicción, una dualidad entre calidad y cantidad, entre
memoria fiestera y sociedad del espectáculo. A pesar de estas transformaciones,
los Verdiales y sus pandas de fiesteros/as han sabido conservar su patrimonio
musical y de baile, así como la indumentaria más característica y propia. Cabe
destacar en esta última, especialmente el sombrero de Verdiales o sombrero de
la libertad, realizado de forma artesanal; y en su música y baile la singular
combinación de instrumentos y músicos (de seis a siete) que tocan el violín, el
pandero, los platillos, las guitarras y un laúd y/o bandurria (para la Fiesta
de Comares), acompañados de parejas de baile de la panda o espontáneamente
adheridos a ella. Las músicas y los bailes por Verdiales ofrecen variaciones
según las adaptaciones a cada una de las zonas de Los Montes, dando lugar a
tres modalidades que se corresponden con las tres comarcas geográficas, lo cual
indica la adaptación cultural del fenómeno verdialero: 1. La modalidad Montes,
situada en la comarca de Málaga y Montes de Málaga, que comparte esta modalidad
con el sur de la Serranía de Ronda, y más concretamente en el término de
Parauta, próximo geográficamente con la comarca de Montes. 2. La modalidad
Almogía junto al poniente de los Montes, se ubica en la comarca del Valle del
Guadalhorce (en términos como Álora, Pizarra, Cártama y Coín); adscribiéndose a
esta misma modalidad por cercanía geográfica el sureste de Antequera (en
términos como El Valle de Abdelajís, Villanueva de Algaidas, Villanueva de la
Concepción y Antequera). 3. La modalidad de Comares al levante de Montes, en la
comarca de la Axarquía se localiza en términos como Comares, Colmenar, Cútar,
Rincón de la Victoria, Periana, El Borge, Periana y La Viñuela. Entre las
variaciones más significativas de estas modalidades se pueden señalar algunas.
En la modalidad Montes el ritmo es más suave y con el pandero dominando y el
baile tiene sus características modales, pero dando prioridad a la actitud y
movimiento de todo el cuerpo. Además del baile en pareja, se baila el tresillo
o zángano compuesto por una pareja y una mujer. En la modalidad Almogía el
ritmo es más rápido, el violín muy melismático, los pasos en el paseillo son
más grandes que en Los Montes y los brazos se suben y se mueven mucho más. La
modalidad Comares se distingue por el protagonismo de los instrumentos de
cuerda, la riqueza melismática del violín acompañado del laúd, y en el baile
sólo se marca en dos sitios en relación con la pareja y, se hace hombro con
hombro, siendo las mudanzas más saltadas. El cante luce más porque se hace
abandolao.
4. ÁMBITO DE DESARROLLO Los Verdiales tienen una relación estrecha con
el territorio, especialmente con los Montes de Málaga de donde son originarios.
Resulta clave, para su comprensión, conocer la relación de éstos con su
contexto geográfico y espacial, al cual dotan de sentido en el proceso de
celebración. Una constante de esta actividad verdialera es el dinamismo y
movilidad geográfica del ritual festivo, que evidencian los cambios de espacios
de festejo en el pasado y presente, devenidos por su proceso de expansión y
éxodo rural. Son sus protagonistas, las pandas, quienes deciden los marcos de
celebración más idóneos. En un primer momento los Verdiales tuvieron su foco
principal en plenos Montes de Málaga, mientras que desde la década de los 60
con el fuerte proceso migratorio de las gentes de los Montes, la Axarquía y
Valle del Guadalhorce, se centra cercana a la capital, y comienzan a
organizarse aquí un gran número de pandas de Verdiales. Por tanto, es evidente
la viveza de esta actividad en continuo crecimiento, pero con un desarrollo
diferenciado según su ubicación en la zona rural o en la urbana. En el medio
rural, se sufre un fuerte despoblamiento y esto afecta al modo como se celebran
actualmente, frecuentemente en el interior de los núcleos de población en
cabeceras de municipios y partidos como Jarazmín y Los Gámez y otros muchos
esparcidos por las comarcas de los Montes, la Axarquía, Valle del Guadalhorce,
Antequera, y tangencialmente de Ronda, como se puede observar en el plano del
ámbito de desarrollo de la actividad. Trasiegan de manera continua, espacial y
temporalmente, pandas, fiesteros, fiesteras, asociaciones y escuelas de
Verdiales y aún se hacen las rifas, se levantan coplas haciendo recorridos que
son variables y se mueven a lo largo de todo el término, acudiendo a diversidad
de lugares: parajes plazas, calles y locales. En este medio rural, y en
estrecha relación con la actividad verdialera y sus fiesteros y fiesteras fuera
y dentro del ciclo fiestero del solsticio de invierno las ermitas junto a sus
plazas anexas, son marcos significativos, lugares con marcada relevancia para
la colectividad malagueña verdialera y evocadores de la identidad
ecológico-cultural. Dichas ermitas son: de Verdiales, de las Tres Cruces, de
Jeva, y Loma la boticaria. En la ciudad las pandas se localizan en los barrios
de las afueras y se cantan y bailan Verdiales en las tres modalidades, por la
de Montes en el Barrio Mangas Verdes; Barrio Puerto de la Torre; Barrio Santa
Catalina; Barrio Churriana y Barrio Carretera de Cádiz. La modalidad de Almogía
se encuentra en los barrios: Huertecilla de Mañas; Santa Rosalía y, Maqueda. La
modalidad de Comares junto a las otras dos anteriormente citadas se hallan en
los barrios: Los Prados; El Palo; La Mosca; Las Castañetas, y Suárez. A las
afueras del barrio es en El Puerto de la Torre, donde desde 1988 hasta el año
2009 se ha celebrado el choque de pandas el 28 de diciembre. Este
desplazamiento hacia el medio urbano no ha supuesto la desvinculación con el
entorno agreste, puesto que siempre se ha buscado una venta o un local apartado
de las edificaciones, como las ventas Alegre, Cortina, Álvaro, El Túnel, La
Españita, el Boticario, la Nada, la Minilla, Nueva y Garvey. La distribución
del ámbito de la actividad según modalidades, que se anexa en el plano, muestra
la propagación de los Verdiales fuera de los límites de las tres comarcas
propiamente verdialeras. Si bien la distribución geográfica de las tres
modalidades es bastante clara hacia los límites de las tres comarcas (Montes,
Axarquía y Valle del Guadalhorce), existen zonas de transición en las cuales se
comparten dichos estilos, como se puede ver en el plano citado. En la capital
sucede algo similar y las divisiones no siempre resultan tan evidentes y se
difuminan compartiéndose varias modalidades a la vez y según los barrios, fruto
de los flujos migratorios. La cartografía base utilizada es Datos espaciales de
Andalucía para escala intermedia, Junta de Andalucía 2009.
ANEXO II INSTRUCCIONES
PARTICULARES RECOMENDACIONES PARA LA
SALVARGUARDA, MANTENIMIENTO Y CUSTODIA DE LA ACTIVIDAD DE INTERÉS ETNOLÓGICO
DENOMINADA FIESTA DE VERDIALES 1. Acerca de la difusión de los Verdiales en los centros de enseñanza radicados en
las zonas donde se celebra. Para la orientación de estos módulos o talleres de
verdiales en los centros se recogen una serie de objetivos sobre los contenidos
y la metodología. 1.a. Para la preparación de los contenidos y las prácticas
sería conveniente contar con la colaboración y participación de los mismos
«actores», o sea fundamentalmente con los miembros de la Federación de Pandas
de Verdiales y los «alcaldes» de pandas, como poseedores de la esencia de esta
actividad. 1.b. En la didáctica de estos talleres sería muy recomendable para
la comprensión del ritual de la «Fiesta de Verdiales» diseñar, mediante
prácticas y observación directa, formas de acercamiento y conocimiento de los
contextos de tiempo y lugar tradicionales. Hoy día se celebran verdiales en
Navidad y en la Feria de Málaga, y hay concursos de pandas de verdiales durante
el año. Pero sería importante trasmitir el conocimiento de la dinámica de los
itinerarios de las pandas por los Montes, la Axarquía y Málaga capital,
realizados en el pasado y en la actualidad, especialmente durante el período
navideño del 24 al 28 de diciembre, porque se trata del ciclo tradicional festivo
del solsticio de invierno. 1.c. Fomentar talleres de aprendizaje de baile,
cante y composición instrumental y de vestimenta propia de las pandas (como el
pandero de cintas, la vara el violín guitarra, las castañuelas y el sombrero de
verdiales junto a la bandera de la panda…), donde participen, como «maestros»,
los mismos fiesteros y personas que elaboran de forma artesana las piezas del
ritual, al ser transmisores de los valores y conocer su significación cultural.
En este sentido, se procurará la organización de talleres para jóvenes en los
que se fomente el «levantamiento» de coplas, su rima y musicalidad, además de
la capacidad de improvisación de éstas. 1.d. Crear mecanismos para la difusión
del conocimiento de la actividad mediante obras de creación literaria o de
carácter audiovisual en los distintos medios de comunicación, disponiendo, así
mismo, espacios expositivos para dar a conocer los trabajos en las zonas donde
se produce la actividad. 2. Acerca de la enseñanza de la actividad en las escuelas
de Verdiales de los barrios y poblaciones de Málaga. 2.a. Fomentar las escuelas
y asociaciones de Verdiales en los barrios como primeras estrategias de
encuentro y transmisión del conocimiento popular de la Fiesta. 2.b. Velar para
que la transmisión de la Fiesta, en sus facetas de música, cante y baile,
recaiga en fiesteros y/o fiesteras de reconocida experiencia, que sepan
transmitir y enseñar, sin desvirtuar el sentido de una panda y de la Fiesta,
como importantes referentes de expresión identitaria de la cultura popular
malagueña, y no como modo de beneficio pecuniario inmediato. 3. Acerca de los
saberes de la actividad y de los elementos muebles de especial interés
etnológico. Se propiciará por parte de la Consejería de Cultura la elaboración
de un registro documental sobre los saberes de la actividad y la artesanía en
relación con los elementos muebles de especial interés etnológico: Pandero,
Sombrero y Vara de Alcalde. Dicho registro estará consensuado y requerirá la
colaboración de asociaciones, escuelas, pandas, federación y fiesteros. 4.
Acerca de los espacios de desarrollo de la actividad al objeto de garantizar la
transmisión de la Fiesta de Verdiales en su contexto ecológico-cultural de
referencia. Este apartado es de aplicación a los siguientes espacios de
desarrollo de la actividad: Ermita de Verdiales. Ermita de las Tres Cruces.
Ermita de Jeva. Ermita Loma la boticaria. Al considerar estos lugares de la
memoria imprescindibles para la transmisión de la Fiesta de Verdiales se
recomienda: a) Su inclusión en los catálogos urbanísticos y en el planeamiento
en general. b) Celebrar en dichos espacios actividades que garanticen el
acercamiento de la cultura fiestera tanto a instituciones educativas (colegios,
institutos, asociaciones…) como a público en general. 5. Acerca de la
dinamización del ciclo ritual de la Fiesta (Navidad) a través de los medios de
comunicación de masas. 5.a. Propiciar la difusión de los valores del ritual de
la Fiesta de Verdiales, y especialmente el levantamiento de coplas, así como
las investigaciones monográficas sobre esta actividad mediante los medios de
comunicación: prensa; radio televisiones; redes sociales de internet. 5.b.
Fomentar que en estos programas de Verdiales participen activamente la
federación de pandas, las asociaciones, el grupo de trabajo del futuro Centro
de Interpretación del Folclore, y los investigadores del tema. 6. Acerca del
Centro de Interpretación del Folclore de Málaga y la participación en el mismo
de los fiesteros y sus pandas. En el futuro Centro de Interpretación del
Folclore de Málaga, sería recomendable que el grupo de trabajo formado por las
pandas de Verdiales desarrollara estas instrucciones particulares.
I. En desarrollo de lo prescrito
en el artículo 46 de la Constitución Española, el Estatuto de Autonomía para
Andalucía, aprobado mediante Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, establece en
su artículo 10.3.3.º que la Comunidad Autónoma ejercerá sus poderes con el
objetivo básico del afianzamiento de la conciencia de identidad y cultura andaluza
a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico,
antropológico y lingüístico. Para ello, el artículo 37.18.º preceptúa que se
orientarán las políticas públicas a garantizar y asegurar dicho objetivo básico
mediante la aplicación efectiva, como principio rector, de la conservación y
puesta en valor del patrimonio cultural, histórico y artístico de Andalucía;
estableciendo a su vez el artículo 68.3.1º que la Comunidad Autónoma tiene
competencia exclusiva sobre protección del patrimonio histórico, artístico,
monumental, arqueológico y científico, sin perjuicio de lo que dispone el
artículo 149.1.28.ª de la Constitución. En ejercicio de la competencia
atribuida estatutariamente, la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio
Histórico de Andalucía, establece en su artículo 9.7.a), el órgano competente
para resolver los procedimientos de inscripción en el Catálogo General del
Patrimonio Histórico Andaluz cuando se trate de Bien de Interés Cultural es el
Consejo de Gobierno. Asimismo, el artículo 2 del Reglamento de Organización
Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía, aprobado por Decreto
4/1993, de 26 de enero, declarado vigente por la disposición derogatoria de la
Ley 14/2007, de 26 de noviembre, atribuye a la Consejería de Cultura de la
Junta de Andalucía la competencia en la formulación, seguimiento y ejecución de
la política andaluza de Bienes Culturales referida a la tutela, enriquecimiento
y difusión del Patrimonio Histórico Andaluz siendo, de acuerdo con el artículo
3.3 del citado Reglamento, la persona titular de la Consejería de Cultura el
órgano competente para proponer al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de los
Bienes de Interés Cultural y competiendo, según el artículo 1.1 del Reglamento
anterior, a este último dicha inscripción. II.
III. La Dirección General de
Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía,
mediante Resolución de 28 de diciembre de 2009 (publicada en el BOJA número 54,
de 19 de marzo de 2010), incoó procedimiento de inscripción en el Catálogo
General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la
Actividad de Interés Etnológico denominada Fiesta de Verdiales, en Málaga y
varios Sevilla, 28 de diciembre 2010 BOJA núm. 252 Página núm. 63 municipios de
la provincia de Málaga, siguiendo la tramitación establecida en la Ley 14/2007,
de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía. De acuerdo con la
legislación aplicable se cumplimentaron los trámites preceptivos de información
pública (publicada en el BOJA número 105, de 1 de junio de 2010), y se concedió
trámite de audiencia a los Ayuntamientos de Málaga, Almogía, Casabermeja, El
Borge, Comares, Colmenar, Cútar, Periana, El Rincón de la Victoria, La Viñuela,
Antequera, Valle de Abdalajís, Villanueva de Algaidas, Villanueva de la
Concepción, Álora, Cártama, Coín, Pizarra y Parauta, y la Diputación de Málaga.
Asimismo, emitió informe favorable a la inscripción la Comisión Provincial de
Patrimonio Histórico de Málaga, en su sesión de 15 junio de 2010, cumpliendo
así con lo previsto en el artículo 9.6 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre.
Se presentó escrito de alegaciones por el Ayuntamiento de Cútar que fueron
contestadas por la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en Málaga
el 7 de octubre de 2010, como consta en el expediente. Terminada la instrucción
del procedimiento, y de conformidad con el artículo 27.1 de la Ley 14/2007, de
26 de noviembre, procede inscribir en el Catálogo General del Patrimonio
Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés
Etnológico denominada Fiesta de Verdiales, en Málaga y varios municipios de la
provincia de Málaga. En virtud de lo expuesto y de acuerdo con lo establecido
en los artículos 3 y 9.7.a) de la citada Ley del Patrimonio Histórico de
Andalucía, en relación con el artículo 3.3 del Reglamento de Organización
Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía, a propuesta del Consejero
de Cultura y previa deliberación, el Consejo de Gobierno en su reunión del día
21 de diciembre de 2010, ACUERDA Primero. Inscribir en el Catálogo General del
Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de
Interés Etnológico denominada Fiesta de Verdiales, en Málaga y varios
municipios de la provincia de Málaga, cuya descripción figura en el Anexo I al
presente Decreto. Segundo. Aprobar las instrucciones particulares que figuran
en el Anexo II al presente Decreto. Tercero. Proceder a dar traslado a la
Administración General del Estado para su constancia en el Registro
correspondiente. Cuarto. Ordenar que el presente Decreto se publique en el
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Contra el presente acto, que pone fin
a la vía administrativa, se podrá interponer, desde el día siguiente al de su
notificación, potestativamente, recurso de reposición ante el mismo órgano que
lo dicta en el plazo de un mes, conforme a los artículos 116 y 117 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (modificada por la Ley
4/1999, de 13 de enero), o directamente recurso contencioso-administrativo en
el plazo de dos meses, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, de acuerdo con lo previsto en los
artículos 10 y 46 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Sevilla, 21 de diciembre de 2010 JOSÉ
ANTONIO GRIÑÁN MARTÍNEZ Presidente de la Junta de Andalucía PAULINO PLATA
CÁNOVAS Consejero de Cultura
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