MOCIÓN INSTITUCIONAL
QUE PRESENTAN A LA CONSIDERACIÓN
DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO EN PLENO LA PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL POPULAR, DÑA.
ELISA PÉREZ DE SILES; EL PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA, D. DANIEL
PÉREZ; LA PORTAVOZ DE UNIDAS PODEMOS POR MÁLAGA, DÑA. FRANCISCA MACÍAS , LA
PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL CIUDADANOS,
DÑA. NOELIA LOSADA MORENO; Y EL CONCEJAL NO ADSCRITO, D. JUAN CASSÁ
LOMBARDÍA, RELATIVA A LA DECLARACIÓN DE PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO DEL
MONTE GIBRALFARO (CON EL CASTILLO Y LA ALCAZABA) Y LA CALLE ALCAZABILLA
Fue en 1972, hace 50 años, cuando
se creó la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco para proteger enclaves con
un valor universal excepcional. Enclaves únicos por la interacción especial entre geografía y la acción de la
humanidad, dignos de protegerse para las generaciones futuras. En la
actualidad, existen más de 1.000 enclaves en el mundo protegidos por la Unesco y,
España, con 49 de ellos, es de los países que más aporta.
Dentro de la historia de España,
Málaga, ciudad portuaria y siempre abierta, es una de las que más huellas de
civilizaciones pasadas acumula en su entramado urbano, que creció a las faldas del
monte Gibralfaro (“monte del faro”), de tal importancia que el perfil del monte
es el escudo de la ciudad. ¿Qué tienen de especiales? Pues, según se definió,
son “obras combinadas de la naturaleza y del hombre”. Son sitios donde el
paisaje ha condicionado la acción humana y ésta ha quedado reflejada de una
manera visible. O también, donde el paisaje, en este caso un monte que es una atalaya, ha condicionado la acción humana,
como es la creación de la ciudad de Málaga, que lo hace alrededor de
Gibralfaro, de nomenclatura árabe, de una vital importancia estratégica, como
demuestran los restos fenicios encontrados bajo el edificio del actual
Rectorado.
En este sentido, creemos que el
monte Gibralfaro y la calle Alcazabilla son un enclave idóneo para estar
reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, por una historia que se remonta a
los fenicios y una visibilidad poderosa simultánea de varias civilizaciones,
como son la romana (Teatro, piletas de gárum…), la musulmana y el uso urbano
continuado desde la conquista cristiana hasta nuestros días. Además, cuenta con
restos fenicios visitables y vestigios de lo que fue la Judería, donde vivió el
sabio y poeta Ibn Gabirol, fundamental en la tradición hebrea, cuya estatua
mira al conjunto monumental junto a un granado cargado de valor simbólico.
Con esta historia, creemos que
Málaga puede y debe aspirar a un enclave que esté reconocido como Bien de Valor
Universal Excepcional por la Unesco. De conseguirse este objetivo, los malagueños
aumentarán su sensibilidad hacia un patrimonio excepcional, el orgullo por lo propio
y por su identidad y, a la vez, se contribuirá a su mejor valoración ante la
comunidad internacional. Dado el posicionamiento conseguido por Málaga como
ciudad de los museos y su ascenso al tercer lugar en el Observatorio de la
Cultura, creemos que sería interesante resaltar con un señalamiento como el de
la Unesco que en el monte Gibralfaro y en la calle Alcazabilla tenemos la
fortuna de disfrutar y de vivir un museo de la Historia al aire libre único en
el mundo por la concentración de culturas visibles. Sería la manera de que el
mundo supiera de un enclave único habitado por varias civilizaciones que han
dejado su huella trimilenaria y que, además, es un lugar que sigue tan vivo
como para albergar también la arquitectura moderna de Gluckmann en el Museo
Picasso o la actividad de las dos cofradías que tienen en la calle Alcazabilla
su sede (Estudiantes y Sepulcro). A todo ello, cabe sumar la huella verde del
mismo monte y de los jardines de Puerta Oscura en una de sus laderas. La
inclusión del Paseo del Prado y Buen Retiro, en Madrid, marcó un hito
importante en la lista de la Unesco porque se trató de la primera vía urbana
que alcanzaba esa categoría, uniendo sus méritos en el Arte y en la Ciencia, al
albergar espacios como El Prado y el Jardín del Buen Retiro y el Botánico. En
Málaga, el enclave propuesto, podría optar a la misma categoría que Madrid,
dado que es de una gran riqueza arqueológica pero también cultural en uso, al
sumar Alcazabilla en un mismo entorno el Museo Picasso, el Museo de Málaga y la
Aduana y ser escenario de desfiles procesionales en Semana Santa, una
manifestación cultural de primer orden. Todo, a la sombra de un espacio verde
como es el monte de Gibralfaro.
Así pues, consideramos que la
calle Alcazabilla, con su extraordinario valor paisajístico, arqueológico,
además de su mezcla de usos actuales (monumentales, pictóricos y cofrades), junto
al monte de Gibralfaro, puede aspirar a ser considerada como Paisaje Cultural
de la Unesco. Se trata de un ejemplo perfecto de la evolución de un paisaje
humano, desde los restos fenicios a la actualidad, al abrigo de un monte, hito
natural clave para explicar la ciudad.
La candidatura no es un proceso
fácil. Madrid empezó a trabajar en ella en 2014 y fue en 2021 cuando se le
otorgó esa distinción. Es un proyecto de ciudad que requiere la continuidad en
el empeño de distintos equipos y tener a su cargo a una persona cualificada en
Patrimonio, como la tuvo Madrid. La candidatura a la Unesco hace necesario un
equipo de trabajo interno coordinado y potente que siga en marcha durante
varios mandatos, al margen de los signos políticos que gobiernen, con personal
cualificado y, además, la contratación de asistencias técnicas externas especialistas en la tramitación de estos
expedientes ante el organismo internacional. Esta distinción redondearía los
planes para un monte que Ciudadanos hemos tenido siempre muy presente en
nuestra acción política tanto desde el punto de vista monumental como de paisaje
urbano. Un claro ejemplo es la apuesta por el necesario y aún pendiente Plan
Especial del Monte Gibralfaro, que entre otras actuaciones, incorpora una
conexión a media ladera entre las calles Agua y Mundo Nuevo, justo en una zona
que está datada como lugar de enterramiento. De hecho, a los pies de la ladera,
en el 22 de la calle Agua, se encuentran la mezquita funeraria de Yabal Faruh.
El otro gran ejemplo es la intención de recuperar la coracha terrestre entre
las dos fortalezas, que conforman el conjunto monumental más visitado de la ciudad,
además de los planes de recuperación integral y nuevas excavaciones.
Por todo ello, todos los grupos
municipales proponemos al Excmo. Ayto Pleno la adopción de los siguientes
ACUERDOS
PRIMERO.- Iniciar la tramitación para que el entorno
Gibralfaro-Alcazabilla sea incluido en la Lista Indicativa de Patrimonio
Mundial de la Unesco con la presentación de la candidatura al Consejo del
Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura.
SEGUNDO.- Formar un grupo interno de trabajo en el
Ayuntamiento de Málaga con vocación de permanencia con responsables de
Patrimonio, Arquitectura, Historia y Parques y Jardines.
TERCERO.- Organizar un sistema de trabajo con colectivos de
la ciudad y los museos Picasso y Málaga para aceptar sus sugerencias para el
éxito de esta candidatura.
Málaga, 28 de abril de 2022
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